Dímelo con señas.

Capítulo 13: "Algo nuevo"

Y así, quisieran o no, el tiempo se hizo cargo de apaciguar cada momento duro y los recuerdos amargos.

No pasó mucho hasta que el día de la graduación llegó e Izuku se sentía avergonzado de recibir el ramo enorme de flores de su antiguo profesor Yagi.

— Joven Midoriya, estoy orgulloso de lo que has logrado —Sonrió de manera amable mientras intentaba cubrir sus lágrimas con su antebrazo.

Debía admitir que agradecía la cercanía que había tenido All Might con su familia.

Aprendió lengua de señas.

Incluso iba a cenar recurrentemente a su casa.

La razón... Prefería no sacar conclusiones apresuradas, pero ya era una persona "adulta", sabía que iba más allá de una preocupación a sí mismo.

Al parecer su ex profesor de deporte estaba saliendo con su madre.

— Gracias All Might —Izuku recibió las flores y sonrió de medio lado.

— ¡Midoriya! —Gritó la voz gruesa de Inasa, quien venía acompañado de Camie y Shishikura.

Este último nunca fue muy conversador ni agradable, pero entendía que esa era su personalidad. No era nada en contra suyo.

— ¡Vamos a tomarnos una foto grupal! —Inasa era muy ruidoso.

— ¿Te parece bien, Izuku? —Camie puso una mano en la boca de Inasa para callarlo.

— Si, claro —Sonrió mostrando todos sus dientes, en algo así como una sonrisa brillante.

Encantadora.

— Hijo, déjame sostener las flores —Pidió su madre, sabiendo que su chico no querría tomarse las fotos luciendo el exagerado ramo de flores que había comprado Yagi.

Posaron y las fotos fueron reveladas para que cada uno la pudiera encuadrar.

Debía agradecer al destino o a cualquier deidad posible que, a pesar de que eligieron carreras distintas, coincidiría con Camie en la misma universidad.

Era algo bueno de Shiketsu. Al ser una buena escuela, casi todos los estudiantes lograban entrar a la universidad de Tokio.

— Extrañarte tanto voy —Inasa abrazó a Izuku, hablando en lengua de señas de manera un tanto robótica.

Inasa acudiría a una universidad dedicada al deporte, así que había optado por una diferente, especializada en lo que él quería.

— Nos veremos en las vacaciones —Dijo el peliverde para luego intentar zafarse de los brazos fuertes del chico con poco cabello.

— Te escribiremos, ¿si? Tú también hazlo —Camie sabía que Izuku era un poco tímido con su amistad.

Muchas veces la chica vio al pecoso decirle que si no querían ser su amigo no tenían que obligarse.

Y a pesar de que Midoriya nunca les contó toda su historia, se imaginaba que debía ser algo muy duro si creía que nadie quería ser su amigo.

Sobre todo siendo un chico tan dulce.

— Está bien, lo haré —Suspiró e hizo un ademán de rendirse.

— También... —Shishikura se la pensó antes de seguir, llevando su mirada al piso— También puedes escribirme.

Todos los ojos se posaron en el chico con el cabello lila. Incluso Camie se acercó a verificar si es que acaso tenía fiebre.

— Agh, son unos idiotas.