Bakugou no supo si quedarse más tiempo observando sus ojos preciosos, los cuales de manera sincera mostraban agradecimiento y tranquilidad después de todo.
— No dejes que vuelvan a hacerte esto o yo mismo voy a golpearte.
El peliverde parpadeó un par de veces, mirando a Katsuki como si hubiera dicho algo que aún no acababa de comprender.
Ladeó el rostro como si se tratara de un perrito.
— Agh, no pongas esa cara horrible. Además... no vine a buscarte exactamente, ni siquiera planeaba ayudarte, idiota.
Izuku movió las manos en un gesto confuso que Bakugou no supo descifrar.
— Hay un puto gato que te espera en el parque.
Entonces Izuku reaccionó a eso. Ni siquiera se le pasó por la mente cómo era que el rubio sabía sobre aquello. En este momento lo que le preocupaba era si el gatito se encontraba bien. Seguro que tenía hambre. Él había comprado un alimento especial para el animal y pretendía llevárselo a casa luego de conversar con su madre sobre el asunto.
— ¿Sigue allí en el parque? —Preguntó con señas.
— No entiendo una mierda de lo que dices.
Midoriya bajó la mirada con tristeza.
Era obvio que nadie jamás le entendería.
— Vamos, levántate —Dijo Katsuki poniéndose de pie primero y tendiéndole la mano— No creo que quieras quedarte aquí más tiempo.
Izuku negó muchas veces, secó sus ojos con el antebrazo y luego tomó la mano de Katsuki con delicadeza.
Era cálida.
Las manos de Bakugou eran cálidas y torpes, como si no supiera contener su fuerza y medir cuánta usar al momento de ayudar al otro a levantarse. Por lo mismo fue que el chico terminó estampado en su pecho.
— ¿Qué mierda crees que está-...?
Se detuvo al ver el evidente sonrojo en las mejillas de Izuku, las cuales parecían afiebradas. El sonrojo disminuía la visualización de las pecas que adornaban su piel.
Se veía realmente adorable.
Pero Bakugou jamás diría eso.
— Salte, ya me has tocado demasiado, Deku.
¿Deku?
Hace un rato le había llamado de esa forma, y creía fervientemente que ese nombre le quedaba mucho mejor al peliverde, así que desde ahora sería así para él. Nada de Midoriya o de Izuku.
"Deku" era perfecto para un deku como él.
Bakugou notó, al tomar la mano de Izuku, que estas estaban heridas. Eran heridas distintas a las cicatrices que ya le había visto en alguna ocasión.
Eran recientes.
— ¿Qué te pasó en las manos? —Preguntó sin sutileza alguna.
Midoriya retrocedió un paso y empuñó las manos en su pecho. Todo mientras sus ojos viajaban de un lado a otro con nerviosismo.
— Te pregunté algo, idiota —Bakugou se acercó el paso y le tomó ambas manos, dándolas vueltas para verle las palmas.
Evidentemente tenía sangre y heridas en ellas.
Se veían muy maltratadas.
— ¿Fueron ellos? ¿Te golpearon?
Tal vez en otro tiempo Katsuki no se habría interesado en lo que sea que le hubiera pasado a alguien más, pero por alguna razón se sentía casi responsable de lo que había ocurrido.
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Dímelo con señas.
Fiksi RemajaLa llegada de un nuevo compañero trajo consigo dudas en Katsuki, sobretodo por el hecho de no poder entenderle del todo. No quería ser agresivo con él, ni tampoco sentía la necesidad de ser un bruto. Quería protegerlo. Aunque pareciera todo lo contr...