El asiento vacío a su lado decía mucho más de lo que Bakugou quería saber o le importaba.
No era de su interés qué le había pasado al chico de rulos y por qué no estaba en clases. Por ende decidió no pensar en ello aunque muy en el fondo supiera que probablemente tenía que ver con él y lo que había pasado en el comedor.
En el salón tampoco estaba Todoroki, así que supuso que estaban juntos o algo así.
— [...] Por eso es que la música barroca es tan aburrida —Decía con gracia el profesor Yamada, a quien algunos alumnos le decían "Mic".
Sus clases siempre eran graciosas e interesantes, pero en este momento la cabeza de Bakugou estaba en cualquier lugar menos en la clase.
¿Se había pasado esta vez?
Lo último que vio fue al chico caer cuando él mismo lo aventó, recuerda que su cabeza dio un pequeño rebote en el suelo, nada grave porque le vio despierto.
Luego de eso se fue echando humos, enfadado con el nuevo y también con Kirishima por defenderlo.
— Permiso —Dijo la voz seria de Todoroki entrando en el salón— Profesor Mic, esto es para usted —Le dio una nota de la enfermera.
Ahí explicaba el retiro de Midoriya y también excusaba a Todoroki de haber llegado tarde a clases.
— Gracias, ¿le llevarás tú los apuntes a Midoriya?
El nombre captó la atención de Bakugou.
— Si.
— De acuerdo, ve a tu asiento.
Mientras el chico bicolor caminaba a su asiento le dedicó una mirada dura a Bakugou, quien le mantuvo la mirada, intensificando el sentimiento de rivalidad.
Jamás se llevarían bien.
No había una razón clara para que ambos no simpatizaran, de hecho les había tocado un par de veces realizar tareas juntos y ambos tenían calificaciones buenísimas. El primer puesto siempre variaba entre uno y el otro, junto a Momo.
Un día simplemente Bakugou decidió que lo odiaba y empezó una guerra entre ellos.
— Recuerden escuchar mucha música en inglés para que sea más fácil para ustedes —Terminó por decir el maestro mientras guardaba sus cosas— Hasta mañana.
Bakugou se puso el bolso en el hombro.
— ¿Debería ir a hablar con el director por lo que hiciste? —Preguntó Todoroki poniéndose frente a él.
— ¿Qué dijiste bastardo?
— Midoriya tuvo que irse a casa.
El cenizo rió con burla. Sus amigos estaban llegando a su lado. Kirishima se veía preocupado y Denki parecía no entender nada, miraba a todos lados buscando respuestas.
— Todoroki, vámonos a casa —Dijo Ochako, acompañada de Iida.
— Si empiezan una pelea tendremos problemas por romper las reglas —comentó este último.
Pero Todoroki no se movió de su lugar. Estaba enfadado, no iba a negarlo.
No era amigo del chico nuevo, tampoco era como si le importara demasiado, casi no le hablaba, pero por alguna razón sentía unas enormes ganas de ayudarlo. O de protegerlo. No podría describirlo.
— Hazle caso a los extras y déjame en paz, maldito mitad-mitad.
— ¿Vas a pagar tú por los audífonos de Midoriya?
ESTÁS LEYENDO
Dímelo con señas.
JugendliteraturLa llegada de un nuevo compañero trajo consigo dudas en Katsuki, sobretodo por el hecho de no poder entenderle del todo. No quería ser agresivo con él, ni tampoco sentía la necesidad de ser un bruto. Quería protegerlo. Aunque pareciera todo lo contr...