4. 𝗟𝗮 𝗟𝗹𝗲𝗴𝗮𝗱𝗮

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Parpadeé un par de veces para acostumbrarme a la repentina iluminación quedando asombrada por lo que miraba... ¡No puedo creerlo realmente lo logré!¡Realmente estoy aquí!, hasta que recapacité, no estoy sola, debo aparentar ser solo una persona más. tantié los bolsillos de mi abrigo para ver si no olvidé nada, pero no, llevaba todo, de lo contrario volvería pero sabía Amber se retractaría. Caminé entre las calles de Nueva York mirando a todas partes, ya era tarde, eran las las cinco y no quería perder el tiempo así que busqué un hotel, había pensado también en la opción de un departamento pero lo haría en caso de que la situación se alargara. Logré hospedarme en un hotel que estaba a unas cuadras de la ya casi terminada torre Stark; No era lujoso o carísimo, era sencillo, dejé las cosas en la cama y revisé los contactos de mi teléfono, solo los mire una y otra vez, tenía pensado llamar a Amber y decirle que había llegado pero mejor decidí salir un rato a caminar y comer algo, paseaba prestando atención a mi alrededor, las calles, los edificios, las personas, hasta que regresé, miré la hora y eran las ocho treinta y tres así que decidí dormir para despertar mañana temprano y buscar a aquella persona que podría ayudarme.

Desperté con muchos nervios pero aún así no iba a dejar de lado mis intenciones, así que me bañé, me cambié y tomé mi mochila para salir a desayunar y buscarlo a el, digo no creo que sea tan difícil.

Me encontraba caminando hacía aquel restaurante cerca de la torre Stark donde muy probablemente estaría el, y claro, los nervios seguían ahí; pero hice lo posible por tranquilizarme cuando llegué al lugar, efectivamente ahí estaba el, sentado sin hacer nada en una de las mesas que estaban afuera. Me detuve antes de ir con el para respirar, pensar en mis palabras y acomodar mis ideas. Hasta que por fin me acerqué a el.

— Disculpe, ¿Usted es Steve Rogers, cierto? — Pregunté lo más calmada posible. se quedó callado unos segundos, pero para mi fue eterno.

— Si soy yo - Dijo con un tono relajado — ¿Puedo ayudarla en algo? — Preguntó educadamente.

— La verdad si — Le confesé.

— En ese caso, puede tomar asiento — Mencionó con una sonrisa relajada.

— Gracias — Le dije mientras me senté frente a el — Pues verá. Se que usted a tenido o tiene relación con S.H.I.E.L.D. y... Necesito llegar a su base. Se que no es así de sencillo pero tengo información que puede ayudarme — Dije en voz baja.

— No es ningún prejuicio pero, ¿Cómo se que no está en contra de esa organización?

— ¿Por que lo estaría?, solo quiero seguir los pasos de mi madre.

El se quedo pensando un poco mientras fruncía el ceño y yo al ver eso, saqué la carpeta de mi mochila y la deslicé por la pequeña mesa hasta que estuviera frente a el. La tomó, comenzó a leerla y a ojearla lentamente hasta que me la devolvió y la guardé en la mochila.

— En ese caso, creo poder ayudarla, ¿Cuál es su nombre?

— Así, perdón son los nervios — Confesé con una risa — Soy Kari Garrod, un gusto señor Rogers — Dije extendiendo mi mano en forma de saludo.

— El gusto es mío señorita Garrod — Dijo sonriente — Y dígame, ¿Ya desayunó?

— Eso planeo — Dije sonriente.

— En ese caso, yo invito.

— Pero señor Rogers nos conocemos de hace unos minutos — Le confesé tímida.

— Tiene razón, pero es lo menos que puedo hacer hasta que consiga ponerme en contacto con el director de S.H.I.E.L.D. además sirve que así la conozco mejor — Dijo sonriendo

— Esta bien — Rogers y yo pedimos el desayuno y en lo que llegaba los dos nos pusimos a charlar un rato.

— Yo estuve en 1943 en la Segunda Guerra Mundial, al principio me negaron la entrada al ejército, varias veces de hecho, hasta que alguien me dió la oportunidad después me ofrecí como sujeto de prueba y me inyectaron un suero con el que tuve una gran transformación, no era lo que soy ahora, también conocí a una hermosa mujer fuerte y hermosa pero la perdí al igual que mi mejor amigo, a ambos en misiones — Dijo con un poco de nostalgia — Y al momento de querer salvar a millones terminé congelándome y S.H.I.E.L.D. me encontró casi setenta años después. Y hasta ahora todo sigue siendo nuevo para mi, e conocido muchas cosas, pero todavía me falta más por aprender. Extraño ¿No? — Dijo con humor.

Yo lo describiría como sorprendente — Mencioné sonriente.

— ¿Y que hay de usted?

— Bueno la verdad no hay mucho que pueda decir sobre mi, no vengo de muy lejos pero tampoco me fue tan sencillo llegar hasta aquí, e tenido una vida un tanto extraña pero no me quejo, en realidad es todo lo contrario, me encanta; a pesar de tener dieciocho años las cosas parecen estar llendo por buen camino desde que mis padres murieron hace un mes, y tuve que quedarme con una amiga por unos días, hasta que regresé a la casa de mis padres para buscar unos papeles que necesitaba, fue ahí dónde encontré los documentos de mi mamá y al darme cuenta de donde trabajó en su juventud, pensé que sería buena idea seguir su ejemplo, y aquí estoy.

Finalmente los dos desayunamos mientras seguíamos contando algunas anécdotas entre risas... De cierto modo no esperaba la invitación de Rogers, podría decirse que fue algo muy repentino para mi, pues apenas nos conocimos, pero el es todo un caballero con modales dirigiéndose hacia mi, una mujer de dieciocho años en busca de S.H.I.E.L.D.

— Le agradezco por todo señor Rogers, de verdad — Anoté mi número celular en un papel suelto que llevaba en mi mochila — Este es mi número celular, en caso de que consiga contactarse con el director — El lo tomó y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.

— Por cierto esta es la dirección de mi departamento — Hizo la misma acción que yo y me entregó el trozo de papel — Le haré saber cualquier cosa. Que tenga buen día señorita Garrod — Dijo estrechando mi mano con su linda sonrisa.

— Lo mismo digo señor Rogers, es todo un caballero — Dije como cumplido.

Me retiré hacia el hotel sabiendo que ya contaba con la ayuda de Rogers, quien sabe cuanto tiempo tardaré en recibir información por parte de el, o llegar hasta S.H.I.E.L.D. pero algo me dice que pasará cuando menos lo espere.

𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗗𝗲 𝗦.𝗛.𝗜.𝗘.𝗟.𝗗.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora