3. 𝗟𝗮 𝗘𝘀𝗰𝗮𝗽𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮

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Todavía ni siquiera amanecía, eran las cuatro y media de la madrugada del sábado cuando desperté sin razón y pensando en aquél asunto me di cuenta que (no saldría más de mi cabeza) me harían falta un par de cosas, que no serían tan difíciles de conseguir gracias a Amber; "Aclara tus intenciones"... Quiero ir para así salir de este bucle, para ver de lo que soy capaz o al menos encontrar una parte de mi, aprender de las situaciones, y tomando en cuenta el riesgo que voy a correr, suena más como un acto impulsivo, pero, ¿Tiene sentido lo que estoy por hacer?, ¿O sería la acción de un demente?... Trataba de encontrar una respuesta a ese par de preguntas, pero no pasaron ni cinco minutos cuando nuevamente cerré mis ojos.

...

A eso de las nueve desperté y quería seguir durmiendo, pero NOOOOO, tenía que levantarme, caminé hasta mi pequeño closet a buscar la ropa que me pondría, "Tanta ropa y te pones lo mismo" ya se me hacía que escuchaba a mi mamá, pero tenía razón, estoy casada con lo negro, entonces, blusa blanca, saco y pantalón negro y mis botines cafés; lo mismo de cada salida, y ahora a la fría ducha, nada mejor que bañarse en enero, si seguramente. Una vez afuera saqué una maleta de mi habitación y comencé a sacar la ropa que más usaba y la guarde en una maleta; la dejé al lado de mi mochila la cual chequé por segunda vez, pues no quería que por error "desapareciera" la carpeta. Revisé y saqué todo lo que necesitaba de manera desesperada además limpié y ordené todo lo que pude y para mí suerte cuando terminé era la una y media, así que no hice más que sentarme en el sillón de la sala.

— ¿A dónde vas? — Preguntó Adler como era de costumbre cuando me miraba arreglada.

— Con Amber — Respondí sin interés.

— ¿Qué Amber? — Cuestionó el otro.

— Amber Hemsley.

— ¿Y a qué vas?, ¿Para que llevas tu maleta y tu mochila? — Volvió a preguntar el menor de los tres.

— No es asunto suyo.

— ¡Aaay ya! — Respondieron los dos de mala gana.

Aún que pereciera que los dos se irían molestos hacia su cuarto se quedaron en la sala como si tuvieran algo que decirme.

— ¿Podrías llevar algo sótano? — Y efectivamente Lan se animó a preguntar.

— No, ¿Por qué no lo haces tú?

— Mamá me lo pidió antes de irse pero-

— Pero ya sabes que es un miedoso — terminó el menor.

— ¡Cállate!

— ¿Es en serio? - Dije en tono de burla.

— Por favor - pidió Lan.

— ¿Qué quieres que lleve exactamente?

— Este álbum de mamá, dijo que ya no había suficiente espacio en el lugar, por qué ahora está guardando los papeles que le entregan en el trabajo.

Sin decir nada más tomé el álbum y lo llevé al sótano, ahí guardábamos las cosas, que por así decirlo, "ya no necesitábamos"; había una computadora y una pantalla que según mi padre arreglaría algún día y muchas cosas más. Me acerqué hasta un archivero para guardar el álbum, pero cuando estaba por hacerlo, una fotografía se calló de el, era la misma que miré cuando encontré los documentos; sin tomarle importancia, agarré la fotografía para regresarla al álbum y meterlo al archivero. Subí para encontrarme con Lander y Adler queriendo abrir mi mochila.

— ¡Saben que no deben agarrar mis cosas! Pero claro todo lo que digo no les importa. Solo llevo papeles, papeles y más papeles.

— ¿Sabes de casualidad a qué hora saldrá mamá de trabajar? — Dijo Adler.

𝗔𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗗𝗲 𝗦.𝗛.𝗜.𝗘.𝗟.𝗗.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora