Mi padre es un señor oscuro

Capítulo 11

Harry tenía doce años cuando nació El Salvador .

Neville.

La misma persona por la que Harry se sacrificó.

Harry no estaba preparado para la gran cantidad de risitas y ataques de risa cuando Bellatrix y Lucius vieron por primera vez la foto de Neville.

Bellatrix se rió como la bruja que era, secándose las lágrimas de los ojos. "¡¿Esta cosa fea y gorda derrotará al señor oscuro ?!"

Harry no menciona que también era bastante fornido.

Lucius, quien desde hace mucho tiempo se puso rojo como un tomate por la fuerza de su risa, luchó por hacer entender su punto mientras se interrumpía con su propia risa. "M-mi señor ... JAJAJA, la única forma en que morirás es cuando accidentalmente se sienta encima de ti y ... y ... ¡te aplasta bajo su peso!"

Incluso los ojos de Voldemort estaban divertidos, una pequeña, apenas perceptible sonrisa en sus labios.

¡Ah! Por supuesto que serían malos.

Los tres eran literalmente las personas más hermosas que Harry había visto en toda su vida. Tom era, bueno, Tom. Y Lucius era como un príncipe de cuento de hadas. Uno muy mezquino pero un príncipe de cuento de hadas de todos modos. Y Bellatrix… bueno, tenía esa sensual mirada de villana que otros pueden, los villanos de segunda categoría sólo pueden intentar copiar.

Hablaron con la confianza de personas que han sido guapas toda su vida y que lo sabían.

Harry apostaría todo lo que tenía (aunque no tenía mucho en este momento, pero si tuviera su herencia de Potter) Tom sería el tipo de persona que felicitaría el trabajo con la varita de alguien y luego se reiría de su descuido a tus espaldas.

Eran como, Mean girls en la vida real.

Harry pone los ojos en blanco y vuelve a la tarea que Tom le dio. Pasaría un tiempo antes de que se detuvieran.

En realidad, la verdadera razón por la que los tres eran las personas más temidas en el mundo mágico no era porque pudieran acabar con tu vida con un movimiento de su varita. Fue porque podrían acabar con tu vida con un movimiento de su lengua. Destruyendo absolutamente tu autoestima. Tenían una capacidad inigualable para el chisme despiadado. Especialmente cuando se trata de apariencias físicas.

En cambio, Harry se enfoca en responder todas las preguntas en sus módulos, sin estar muy consciente de cómo el nacimiento del salvador afectaría su propia vida.

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"Harry", llama el señor oscuro cuando Harry estaba a punto de morder su pastel de chocolate.

"¿Papá?" Harry muerde dicho pastel y gime. Maldición. ¿Qué estaban enseñando los adultos de esta casa a los elfos domésticos? Nunca decepcionaron. Literalmente, no había un solo plato que Harry no comiera.

"¿No crees que es suficiente?" El señor oscuro se limpia la boca con una servilleta.

"¿Sufnhj Enerfgh?" Harry dice mientras masticaba.

"Suficiente de ese pastel".

"¿Eh?" Harry pregunta tontamente, dando otro bocado. "¿Qué quieres decir?"