# cuarta forma

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714┆magic!au ☄︎fluff ⌇⸙͎ cuarto día ೃ࿔fantasía ˎˊ-

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714┆magic!au ☄︎fluff ⌇
⸙͎ cuarto día ೃ࿔
fantasía ˎˊ-

Donde Ace y Marco se reúnen cada cierto tiempo para alegrar el cielo.

E S T A M P I L L A S
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Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac… La aguja del reloj se detiene y muere soltando un último crujido

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Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac… La aguja del reloj se detiene y muere soltando un último crujido. Diez de la noche, hora en la que los magos son más fuertes y las brujas más poderosas. Marco lo sabe, lo espera, lo anhela, sus manos están ardiendo y la pasión que tiene prisionera dentro del pecho ya quiere salir al exterior.

La luz de una luna coqueta y sensual alumbra de forma sofisticada los árboles más altos del bosque. Silencio, silencio, silencio, todo es silencio y Marco se sobresalta cuando escucha la risa cantarina del viento nocturno. Mira el cielo despejado, esperándole, llamándole, seduciéndole, invitándole a que juegue con las estrellas y comience el espectáculo del milenio; pero Marco los ignora y controla sus instintos, él es un hombre paciente y esperará un rato más sin problemas.

Mientras la grama cubierta de rocío le da un masaje en las pantorrillas y las flores le deleitan con su melodioso cantar, Marco siente una explosión reventarle en la yema de los dedos y todo su cuerpo reacciona y también estalla. Marco está completamente seguro de que ya es tiempo de cumplir su misión, y las llamaradas azules que comienzan a incendiar el bosque sólo le confirman su teoría.

La bruma de sus ojos se disipa al ver que Ace ya llegó. Sus manos se buscan y ambos corren hasta envolverse en el fuego que sale de sus cuerpos. Marco se da cuenta que la magia del recién llegado está en el clímax al quemarse con su piel hecha de sol y de fogatas. Se sonríen y se pegan aún más, tratando de recompensar el tiempo que han estado separados.

Como el ave que es, Marco vuela hacia el firmamento y toca los luceros y los enciende. Ace lo sigue, desesperado, iniciando una carrera, donde el público son los planetas y la línea de llegada es el final del universo. Y corren, corren sin césar, perdiéndose entre los pliegues de Saturno y conectando las constelaciones, ríen, juegan, sueñan, los dos hechiceros amantes que se volvieron a encontrar, escuchando los aplausos de los cometas aplauden y los silbidos de los astros.

Y por fin, Ace atrapa a Marco, y por fin, unen sus labios en un beso divino y etéreo. Los dos se funden entre caricias, gemidos y palabras de miel, hasta incendiar el mismísimo universo con sus llamaradas incontrolables. Y continúan el beso, recorriendo los rincones más profundos y sintiendo un delicioso ardor en el alma.

Y las alas de Marco, tejidas con polvo de Marte, protegidas con la alegría del verano y hechas de brillo y de calor, dibujan en el cielo ondas, círculos y esferas, que se mueven al compás y desfilan por todo el firmamento luciendo su belleza. Luego, el fuego inagotable de Ace se encarga de colorear las estrellas de rosa, de verde, de amarillo, y convierten el universo en un lienzo incrustado de millones de arcoirís.

Los dos siguen usando su magia para continuar su labor, y pronto, el aleteo de Marco crea más curvas, más líneas, más espirales, que suben y bajan al ritmo de las olas del mar. Ace sonríe, retoca la obra del otro prendiendo las formas y haciendo que todo lo pintado, lance destellos que duren hasta el amanecer.

Y las nubes arden, las estrellas arden, la luna arde, todo arde cuando los dos amantes entrelazan su poder y forman un fenómeno celestial que enseña caminos, alumbra los corazones ennegrecidos y conmueve a jóvenes y viejos. Y a Marco le cuesta creer que un poder que proviene de una fuente diabólica, sea capaz de hacer algo tan maravilloso y fantástico.

Ace y Marco terminan el trabajo. Descienden a la tierra como dos destellos invisibles y aterrizan en la cima de una montaña. Desnudos, sudados, agotados, adoran el firmamento, fascinados de ver su creación. Ninguno sabe cómo ellos, los autores de tal magnificencia, pueden ser odiados y maltratados por las personas que no tienen magia, pero ese asunto ya no es de importancia, porque ambos están satisfechos de su arte.

A lo lejos, los ojos de los astrónomos brillan sin parar.

—Es la aurora boreal más hermosa que he visto.

—Es la aurora boreal más hermosa que he visto

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Linda es simp del universo y la astronomía.
sé que de magia no tiene mucho,
al principio quería hacer algo de
Harry Potter y el torneo de los
tres magos, pero mucho texto y este
me gustó más.

así que ya saben, cuando vean una
aurora boreal son Ace y Marco
garchando, AJAKAJAJAJAJAJA.

¡gracias por leer!

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siete formas de encender tu corazón | marace weekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora