Harry Potter, es curioso como en un mundo se le considera "el salvador" el chico que sobrevivió y termino con toda una era oscura. Mientras que en otro mundo se le considera un simple extraño, alguien que no ha demostrado pertenecer junto con ellos...
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Harry estaba rebosante de alegría, era un mago, podía hacer magia, no podía esperar a llegar a su nueva escuela. Esta está ubicada en Londres por lo que tenía que ir a Nueva York y tomar un avión hasta allá. Quirón y un sátiro llamado Arthur tuvieron que acompañarlo, aunque Harry no lo admitiera en el avión estaba rezándole a su señora para que Zeus no lo carbonizara con un rayo, por fortuna eso no paso, aunque las gruesas nubes y truenos no faltaron.
Justo ahora se encontraban en el aeropuerto, Quirón y Arthur se veían cansados por el viaje, pero Harry no parecía agotado ni un poco mientras arrastraba su maleta. Él nunca había salido del campamento mestizo, por lo que veía a su alrededor con fascinación. Al menos hasta que Quirón le llamo la atención.
ㅡHarry, hasta aquí llega nuestro caminoㅡhablo Quirón quien tenía su silla de ruedas para ocultar su parte de caballo. Al lado de él está el callado de Arthur, por más que Harry intento sacarle platica el no soltó ni una sola palabra.
ㅡOh, ¿entonces qué tengo que hacer?, ¿tengo que ir algún lugar?, ¡¿una casa embrujada?!, ¿tendré que decir alguna palabra secreta para identificarme?ㅡpregunto Harry, lo último en un susurro como si dijera un secreto.
ㅡNo tendrás que decir ninguna palabra secreta-contesto Quirón haciendo que Harry hiciera un mohín de decepción-la escuela mando un guía, para que compres tus materiales y te lleve a la escuela, es más seguro para nosotros irnos de una vez.
ㅡ¿Y cómo podre saber quién es mi guía?
ㅡSon magos, no es difícil notarlesㅡdijo por primera vez el sátiro con una mueca burlona, Quirón pareció regañarlo con la mirada, para después dirigirse hacia Harry quien miraba con una expresión curiosa al sátiro.
ㅡBuena suerte Harry Potter-se despidió Quirón dándose la vuelta siendo seguido por Arthur.
Harry ya no sabía qué hacer, él nunca había sido alguien muy paciente por lo que se sentó en la primera banca que encontró, no sabe cuánto tiempo duro ahí, pero estaba considerando seriamente mandarle un mensaje de iris a Quirón, cuando lo vio. Era un hombre que la única palabra que podría describirlo es enorme, su rostro estaba oculto por una larga cabellera y barba, muchas personas se le quedaban viendo algunos incluso lo señalaban. El parecía ten perdido como Harry, por lo que decidió acercarse.
ㅡHola ¿usted es mi guía?ㅡpregunto Harry picándole con el dedo para llamarle la atención.
ㅡ¡Ah! ¡Aquí está Harry!ㅡexclamo el gigante, Harry vio que atreves de toda esa maraña parecía estar sonriéndoleㅡLa última vez que te vi eras sólo una criatura. Te pareces mucho a tu madre, pero tienes los risos ¡hasta los lentes de tu padre!
ㅡ¿Usted conoció a mis padres?ㅡpregunto Harry con entusiasmo, nunca le habían hablado de sus padres, no sabía si quiera cuál era su padre divinoㅡ¿Cómo eran? ¿eran magos? ¿Qué les paso?ㅡhablo Harry tan rápidamente que confundió un poco al gigante.
