• Quédate conmigo • Bangchan

14; campamento pt4

—Bien, el día de hoy exploraremos los bosques, como les dije. Asegúrense de tener todo lo que necesitan, les recuerdo lo más importante: protector solar, repelente, agua. Y les recuerdo que dormirán esta última noche en carpas. La actividad del día es pescar y explorar. La actividad de la noche, cocinar y tener una fogata.—anunció un profesor.

Como siempre, Lia, Felix, Bangchan y yo caminábamos en grupo, todos con nuestras mochilas.
—¡Que divertido!—dije emocionada.
—¿Sabes pescar?—me preguntó Lia.
—No...—contesté y me reí—pero me gusta acampar.
Felix rió.
—Puedo enseñarte si quieres.
—Enseñanos a ambas—dije tomando a Lia de la mano, ella se sonrojó.
—P-por favor...—dijo mirando a Felix tímidamente—enséñame.
—¡Claro!—respondió él y Lia sonrió tiernamente.

Después de un largo rato de caminar, por fin nos adentramos en los bosques. Tuvimos que seguir caminando, hasta que encontramos un arroyo donde pescar. Bangchan se veía bastante confiado y comenzó a pescar sin problemas, casi llenando un tacho de pescados en cuestión de minutos. Mientras Lia perdía los peces torpemente y no se le acercaba ninguno, lo que hacía que Felix estuviera al lado suyo enseñándole. Yo por mi parte estaba sentada al lado de Bangchan y ningún pez se me acercaba porque él los pescaba.

Así pasó el día, pescamos, luego caminamos por el bosque juntando ramas para la fogata de la noche, cocinamos y por fin llegó la hora de la fogata. Todos nos sentamos en un círculo a comer malvaviscos y contar historias de terror.

Más tarde ya estaba haciendo bastante frío, a pesar de estar todos cerca de la fogata ya queríamos irnos a dormir.

—Bien, como saben las carpas son bastante pequeñas, así que por favor 4 personas por carpa.—ordenó un profesor.
Todos comenzaron a elegir sus grupos. Miré a Bangchan, a Felix, y a Lia.
—Somos cuatro—dijo Lia tímidamente.
Sonreí, y sin decir una palabra los cuatro nos dirigimos a nuestra carpa para dormir. A propósito, dejé que Lia se acomode justo al lado de Felix para dormir. Y, por eso, yo me acosté al lado de Bangchan. Cerramos la carpa y nos quedamos en silencio un largo rato.
Tener a Bangchan acostado tan cerca mío hacía que mi corazón estuviera acelerado. Recordé que sus labios y los míos estuvieron en contacto... además, las historias de terror estaban dando vueltas en mi cabeza. Soy bastante miedosa. Me quedé con los ojos cerrados intentando calmar mi mezcla de emociones para dormir, pero no había caso.

—Voy a salir afuera un momento—susurró Lia—¿me acompañas?
—Claro—le respondió Felix susurrando también—después de todo yo tampoco puedo dormir.
Ambos habrán pensando que Bangchan y yo estábamos dormidos, pero tampoco podíamos dormir.

Felix

Caminé con Lia por un par de minutos, pero fue muy incómodo porque no decía una palabra. Cuando abrí mi boca para decir algo, paró de caminar y se puso frente a mí.
—Felix...—me miró a los ojos un par de segundos. Sus mejillas se tiñieron de un leve rosado.
—¿Si?
—La verdad es que desde siempre...—se mordió el labio, bajó la mirada y volvió a mirarme a los ojos—¡siempre me has gustado! Desde el primer día que te vi, siempre he creído que eres genial, una buena persona y de verdad me gustas mucho.—volvió a bajar la mirada con una leve sonrisa, esperando mi respuesta.
—Lia...—tome aire y suspiré—gracias, Lia.
Volvió a mirarme a los ojos, su sonrisa fue desvaneciéndose y abrió los ojos un poco más esperando mi respuesta.
—Pero la verdad es que tengo sentimientos por alguien más...

Tú

Quedarme sola con Bangchan en la carpa empeoró lo que sentía. Suspiré.
—¿Estás bien?
—S-si, si estoy bien no te preocupes—reí un poco nerviosa—Sobre lo de ayer...—abrí los ojos y me puse de costado para hablar con él y poder mirarlo—muchas gracias, me salvaste.
Él se puso de costado también.

Bangchan

Miré fijo a sus bonitos ojos, y sin querer mi mirada se desvió a sus labios. Recordé la sensación de nuestros labios unidos y sentí calor en todo mi cuerpo. Ahora la tenía a pocos centímetros de distancia, por lo que me quedé helado, sin saber que decir.
—En serio gracias—repitió—estoy tan feliz... de tenerlos a ti y a Felix...—progresivamente, se le fueron cerrando los ojos hasta que se quedó dormida.
Me quedé mirándola. "Me gustas tanto" pensé. Acerqué mi mano a su rostro, con intención de acariciarla, pero entonces oí que Felix y Lia volvían a entrar a la carpa. Me puse nervioso, retiré mi mano rápidamente y me hice el dormido.
Ellos entraron en silencio y se acostaron sin decir una palabra.

--------------un par de horas después

Desperté sintiendo algo pesado sobre mi cuerpo, y al abrir mis ojos vi que Felix estaba durmiendo con una de sus piernas arriba mío, y ella estaba abrazándome. La pierna de Felix estaba realmente pesada, pero si me movía podía despertarla a ella y no quería que deje de abrazarme... por más de que estuviera abrazándome inconscientemente, estaba abrazándome y se sentía bien. Cerré los ojos y me obligué a volver a dormir.