• Quédate conmigo • Bangchan

24; escándalo pt2

Bangchan

Estábamos aprendiendo una coreografía, cuando de repente entra nuestro mánager y detiene la música. Le pide a la instructora y a la coreógrafa que se retiren y nos hace sentarnos en el suelo. Luego entra el CEO de la empresa, Jinyoung. Todos teníamos un rostro de preocupación notable, y nos sentimos confundidos.
—Bien—Jinyoung carraspeó—no han sabido de esto debido a que estaban practicando, pero las redes están explotando ahora mismo con el nombre de Bangchan.—todos me miraron y yo lo miré sorprendido.
—¿Por qué?—levanté una ceja confundido.
—Rumores de que tienes una relación con una chica de tu misma universidad... solo para saber, ¿es posible que no mencionaras algo TAN IMPORTANTE como es el hecho de que viven en LA MISMA CASA?—suspiró molesto.
—Yo...
—Incluso hay fotos—me interrumpió y me mostró su celular.
Eran fotos de ella y yo entrando a casa, incluso habían fotos de nosotros dos comprando cosas para casa en un bazar. El artículo se llamaba "triángulo amoroso en Stray Kids. Felix y Bangchan salen con la misma chica! Tengo pruebas". Suspiré resignado.
—Lo siento. Lo siento chicos—me disculpé con mis compañeros—es mi culpa por ser descuidado.
—Lanzaremos un comunicado oficial desmintiendo estas imágenes. Por unos días  no irás a tu casa para no levantar sospechas. Dicho esto termino la reunión. Sean más cuidadosos o anularemos su contrato.—Se levantó y se retiró sin decir más.
Me sentí tan frustrado. Una vez más estaba siendo un mal líder. O al menos eso yo sentía. Pero rápidamente mis compañeros se acercaron a darme consuelo. Luego me quedé hablando a solas con Felix.
—Era el único momento en que podía estar con ella, y me lo arrebatan...
—Oye, solo son unos días. Si quieres puedes quedarte en mi casa para que no estés tan solo.—me dijo con esa amabilidad tan propia de él. Me hizo feliz saber que no perdí a mi amigo. Asentí y le agradecí. Luego la llamé para contarle.

Tú

Hundí mi rostro en mi almohada y comencé a llorar de la frustración. Ahora iba a estar sola, completamente sola en casa. Chris completaba mis días y me hacía feliz. Recordé que vine a Seúl por mi sueño, pero ahora en todo lo que pensaba era en estar con él. De esa manera me quedé dormida.

Los días seguían pasando y yo recibía un mensaje o dos de Chris por día si tenía suerte. En las noches me llamaba para desearme buenas noches... hasta que él tampoco lo soportó.
—Veámonos.—dijo sin más.
—¿Cómo?—pregunté.
—A escondidas. Aunque sea una vez, un rato. Mañana ven a la casa de Lix.
—Pero Chris, eso es muy... arriesgado.
—Te esperaré. Buenas noches.

Y así fue, a pesar de todo. Al día siguiente fui a verlo. Felix no estaba en casa, nos dejó  estar solos.

Abracé a Chris con fuerza y sin dudarlo lo besé. Nuestros labios se unieron en un dulce beso que poco a poco se tornó fogoso. Él comenzo a acorralarme contra la pared sin dejar de besarme, puso ambas de sus manos en mi cintura y pegó su cuerpo al mío mientras anhelaba aún más mis besos.
Ambos estábamos agitados, sonrojados y excitados. Y no podíamos parar. Sentí el miembro de Chris rozando mi entrepierna, y levanté mi pierna para aferrarme a él y sentirlo aún más. Él acarició mi pierna y luego subió su mano hasta mi trasero, lo agarró con suavidad y me mordió el labio. Rápidamente nos comenzamos a quitar la ropa. Me tiré en la cama y él se subió encima mío, comenzó a pasar su lengua por mi abdómen, lo llenó de besos y bajó a mi entrepierna, donde comenzó a jugar con su lengua. Mis piernas temblaban pero él no se detenía, lo disfrutaba tanto como yo. Después de tanto resistirse por fin introdujo su miembro y comenzó a dar fuertes estocadas mirándome a los ojos. Parecía estar disfrutando verme gemir.