¬ "Creo que todos hemos oído ese mito de que, antes de morir, nuestra vida pasa frente a nuestros ojos, o bien, recuerdos de esta misma.
No se como explicarte que lo que creemos que es un segundo se extiende durante tanto tiempo que simplemente pier...
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Yo nos guíe a este cruel final, tan sangriento y poco esperado por el bien de la humanidad. Sacrifique las vidas de mis compañeros, de mis reclutas y de cientos de personas por un mejor futuro.
Pero sacrifique a la persona que mas ame en mi vida esperando poder hacer un cambio. Luego de caer, tu regresaste e intentaste salvarme en medio del caos que nos rodeaba.
Los gritos de aquellos que ofrecieron su vida y el estruendo del suelo al impacto de los escombros hacia que todo fuera difícil de comprender.
Mi cabeza dolia tanto cono aquella vez en la que estuve enfermo y cuidaste de mi, ¿Por qué me sentia igual que en ese momento?
¿Por qué a pesar de que gritabas mi nombre y llorabas en desesperación no podia decir nada?
— ¡Erwin! ¡Erwin, por favor resiste! — usabas tu propia capa para limpiar la sangre de mi rostro y tus manos para intentar detener la sangre que salía de mi herida.
— Vete — fue la primera cosa que pude decir después de tanto tiempo, mi sacrificio consistía en aceptar dejarte ir, el tuyo debía ser aceptarlo y permitir que muriera. No podia ver mas como sufrias por mi estado y por todo lo que habia ocurrido en tan corto tiempo — Por favor, vete...
— M-Me ire, pero para buscar a Levi y que me de esa maldita jeringilla — cuando vi que ibas a soltarme, agarre tu muñeca con la mayor fuerza que pude y negué.
— No, sabes que el plan no va así — como adoraría tener mi otro brazo para poder limpiar tus lagrimas.
— A la mierda tu maldito plan, ¿Algo de todo esto fue parte de tu plan? — el caos no estaba tan lejos, pero nos sentía distantes de todo lo que ocurría. Tambien estabas muy herida, y aun así seguías conmigo intentando hacerme sobrevivir con tus deseos.
— Solo has lo que te pido, por favor — en medio de aquel campo de guerra estando frente a ti sentia una gran necesidad de llorar.
— N-no puedo dejarte aquí... Y-yo no puedo... Simplemente no puedo dejarte ir — una repentina paz me invadió de repente cuando te recostaste en el suelo a un lado de mi. Apenas notaba la sangre que habia en tu estomago y lo mucho que parecia dolerte el cuerpo.
Fue entonces en ese momento que supe que tu y yo teniamos destinado el mismo final. Mis palabras fueron estúpidas cuando salieron de mi boca, pero en mi mente todo parecia seguir una logica infalible.
— En mi proxima vida... Deseo poder casarme contigo... Y vivir como siempre lo deseamos... Siendo libres... — tomaste mi mano y seguiste derramando lagrimas tan brillantes como el azul del cielo de esa misma mañana.
— Prométeme que estaremos juntos entonces... — te veías tan adormilada que me llene de ternura con la forma en que tus ojos deseaban cerrarse, al igual que cuando tratabas de quedarte conmigo hasta tarde en las noches.
— Lo prometo...
Y luego de aquello, sin importar lo mucho que lo intente, no volviste a darme muchas señales de seguir despierta, tambien deseaba dormir a tu lado, pero algo dentro de mi ser no permitía que obtuviera aquella paz, seguía luchando conmigo mismo para mantenerme vivo.
Pero poco a poco empezaba a ver varias cosas que se volvieron en un momento eterno que me acompaño hasta mis ultimos momentos.
Y me di cuenta de lo mucho que te adoraba, de las distintas formas que lo hacía, las razones que tenia para adorarte, y los miles de momentos en los que adore cada pequeña parte de ti y tu esencia.
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