¬ "Creo que todos hemos oído ese mito de que, antes de morir, nuestra vida pasa frente a nuestros ojos, o bien, recuerdos de esta misma.
No se como explicarte que lo que creemos que es un segundo se extiende durante tanto tiempo que simplemente pier...
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Te adoro porque tenías una actitud que me encantaba. Debia admitir que me atraía mucho esa personalidad fuerte e independiente que tenías. No podía evitar fijarme en ti incluso cuando no era necesario.
E incluso me preocupaba aún cuando sabia que podías arreglar todo por si misma, y eso me fascinaba.
— Yui, ten cuidado con la...— antes de poder ayudarte con la caja que iba a caer de la pila que traías pudiste arreglarlo.
— Gracias, me ayudarías mas si abrieras la puerta — con una sonrisa esperaste a que ayudara como me pediste.
Siempre tratabas de hacer las cosas sola, ya fueran reportes, patrullajes, misiones individuales, una comida para todos, o vencer a los titanes.
Y eso mismo era lo que de vez en cuando me preocupaba. Esa misma mañana te vi entrar a mi oficina, con varias carpetas en las manos y las dejaste finalmente sobre el escritorio.
— ¿De que es esto? — pregunte tomando una de las carpetas.
— Creo que ya se donde puede estar el equipo que perdimos la última vez que un grupo pequeño fue atacado por ladrones — extendiendo una de esas carpetas mostraste una sonrisa confiada — Creo que debemos hacer una visita en la ciudad subterránea.
Ese tono emocionado solo me causo preocupación.
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Porque esa misma personalidad que tanto me gustaba era la misma que de vez en cuando nos metía en problemas.
Como aquella vez que recuerdo tan perfectamente. Habíamos asistido a una misión en cubierto, se decía en ese momento que una de las personas que vendía el equipo en el mercado negro estaba presente en un bar. Pero por supuesto, no todo puede salir a la perfección y según el plan.
Mientras estuviste en contacto con esa persona podía ver claramente lo irritada que estabas; por el atuendo que usabas, los modales de esa persona, la forma en que intentaba tocarte, quería intervenir.
Pero tenía que concentrarme en encontrar una forma de poder capturarlo sin que todo terminara en un completo caos. Y fue cuando pasó, lo alejaste de su seguridad con un par de excusas; y mi oportunidad se abrió.