I Adore You Because... [Erwin Smith x OC/Lectora]

C I N C O

Te adoro porque, eras honesta conmigo sin importar cual fuese la situación.

Nunca se te dio bien mentir, ni frente a mi, ni frente a nadie, con el paso del tiempo, me di cuenta de lo sensible que era tu corazón. Pero no simplemente porque ayudabas a otros, sino por como funcionaban tus emociones.

Nuestro día libre soliamos pasarlo en los dormitorios, frente al ventanal de la sala. Solias quedarte dormida en el suelo o en alguno de los sofás. Pero en ciertas ocasiones, cuando los pensamientos parecían torturar tu mente simplemente te recostabas mirando la techo o mirandome a mi.

— Parece que tu cabeza va a estallar en cualquier momento, ¿Que pasa? —aunque no te miraba directamente sentía que el ambiente era distinto al usual.

— ¿Por qué estoy aquí? — no supe como interpretar aquella pregunta, porque me pareció muy simple, pero tu tono y expresión se veían mas preocupadas.

—¿A que te refieres? —cerre mi libro y lo deje a mi lado en el sofá, no sabia como interpretar la forma en que me veías.

—¿Por que estoy en La Legión? — un suspiro pesado acompraño tus palabras antes de que cerraras los ojos —Le prometí a mi madre que iba a unirme a La Policía Militar, así que... ¿Por qué estoy aquí?

Entonces fue cuando pense en lo distinta que eras hace un tiempo a como eras ahora, y me di cuenta de que quiza te esforzabas tanto por eso. Solo los diez mejores pueden unirse a La Policía.

En ese momento recorde lo exhausta que te veías a la hora de la cena, lo mucho que entrenabas, y la gran cantidad de vendajes y heridas que solias tener. Lo mucho que entrenaste para poder estar entre los primeros diez.

—Entonces era por eso... ¿Por eso te esforzabas tanto? —me incline hacia el frente, apoyándome en mis codos y mirandote con curiosidad.

— Se supone que debería estar disfrutando una vida tranquila dentro de la muralla Sina... Como una policía mas... Ayudando de otras formas... — estando en el suelo pude ver como abrazaste tus piernas.

—¿Por qué estas aquí? Si tu intención era una toralmente diferente a esta— también me sentí confundido por lo que decías, una vez mas pensaba que había muchas cosas que deseabas decir.

—Por ti... — pero jamas espere que aquello fuera una de esas tantas cosas — Nos me malinterpretes, cuando te conocí... No, cuando entendí tu ideología... Me sentí diferente... Sentí que debia hacer algo mas, sentí que algo habia cambiado ¿Alguna vez te has sentido así, Erwin?

Esta vez tus manos reposaron en el suelo a un lado de tu cuerpo como apoyo para no caer de espaldas, y tus piernas estiradas en el suelo, con tu rostro angustiados mirando hacia mi.

Aquello se sintió como una confesión en ese momento, pero no como una romantica, tu tono era de admiración, o así lo sentí. Yo negué, aunque quiza en el fondo en algun momento me sentí de esa forma que ni siquiera habías definido.

— ¿Le prometiste a tu madre unirte a La policía Militar o algo por el estilo? Entonces... ¿Ella no sabe que eres parte de La Legión? — por un momento creí que simplemente ibas a levantarte de irte, pero en lugar de eso te sentaste a mi lado.

— Algo así... Ella lo sabe, pero aun quiere que cambie de equipo... Sigue queriendo que este en La Policia Militar, pero no puedo cambiar, no ahora — quería preguntarte por que dijiste que cambiaste de opinion cuando me conociste, pero simplemente no lo hice.

— ¿Querías vivir como los demás? — al parecer pensar en eso era algo que te causaba algun tipo de dolor, pues tu expresión parecia decepcionada.

—Queria vivir tranquila... Olvidarme de que mi vida estaba en riesgo, eso es algo egoista ¿No? pero aquí estoy, yo misma me puse en manos del enemigo — parecía como si miles de emociones negativas se hubiesen hecho cargo de tu cuerpo, tanto así que lo único que pude hacer fue colocar mi mano en tu cabeza creyendo que así ayudaría a calmar esas descobtroladas ideas.

— Tienes razón, ya estas aquí, porque eres fuerte, no lo pienses demasiado.

Recuerdo aquella ocasión cuando cambie el estilo de mi cabello, nadie habia dicho absolutamente nada, eso me dio seguridad, pero también me hizo sentir extraño porque aunque no decían nada, sus miradas se sentían extrañas.

Por alguna razón no me había encontrado contigo en todo el día, aunque viviamos en el mismo dormitorio no te había visto, por lo que supe, desde temprano habías ido al pueblo y aún no regresabas.

Y justo cuando abrí la puerta de la entrada te vi cargando con varias bolsas. Pero tan pronto me viste te quedaste en silencio igual que los demas.

— ¿Tan mal me veo? — por tu expresión podia jurar que estabas evitando reirte con toda la fuerza que tenías.

—El estilo de profesor aburrido te queda mejor, pero este estilo mas... Juvenil se te ve horrible honestamente — no me esperaba que me tomaras de los hombros y me hicieras bajar la cabeza solo para arreglar mi cabello —Aprovechando que estas aqui, toma

Te vi sacar una pequeña caja que dejaste en mis manos, no tenia ni idea de que era, pero hasta ese momento no me había fijado en lo bien que se te veía ese nuevo vestido que llevabas. Puedo jurar que cuando vi el escote que dejaba a la vista tu espalda, me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

Y fue solo hasta que te perdí de vista que pude abrir la caja, habían un par de donas y panes frescos de un muy buen aroma.

—¿Me veo como un profesor aburrido? —tus palabras se quedaron en mi cabeza por un buen tiempo obligandome a preguntarme aquello a mi mismo.

Lo que pude pensar luego de eso fue "Al menos es hobesta conmigo" y eso sin duda alguna me gusto mucho en su momento.