Melanie
No sabía que pensar, el idiota que nos está haciendo esto cada vez va ganando más y más poder por así decirlo. Observé a Eglis la cual no podía controlar sus lágrimas, me dolía verla así tan rota, tan frágil, Freddy estaba a su lado y no dudé en acercarme.
—Eglis —esta me observó —tranquilizate ¿si?, todo va a estar bien a él no le pasara na... —fui interrumpida por la chica.
—Ya no sigan diciendo que todo va a estar bien —la castaña se puso de pie, se podía ver en su mirada que estaba llena de rencor por todo lo que ha pasado en los últimos días —nada ha estado bien desde que comenzó todo esto y nada estará bien hasta que no acabemos con el estúpido desconocido que nos está haciendo esto.
Observé como más lágrimas resbalaban por sus mejillas, ya Hadriani se había acercado a nosotros, abrazó a Eglis y esta sólo se soltó a llorar mucho más —No te diré que él va a estar bien, porque ni siquiera lo sé, pero lo que si te puedo afirmar es que todos juntos buscaremos la solución para acabar con todo esto que nos está pasando —exclamó Hadriani sin soltar a la castaña.
— ¿Y si pasamos la noche en mi casa? —propuso Astrid, todos nos observamos sonriendo y asintiendo —perfecto, así no nos pasará nada ya que estamos todos juntos.
Eglis se veía mal en serio necesitaba compañía y momentos que le cambiaran un poco el humor.
— ¿Qué dices Eglis si vas? —preguntó Astrid un tanto nerviosa pues todos sabíamos que nuestra amiga castaña se veía muy mal.
Esta asintió —sí, creo que me hará bien dejar de pensar un rato —exclamó limpiándose las últimas lágrimas que rodaron por sus mejillas.
—Pero chicos hay que avisarles a nuestros padres —dijo Derek con voz severa.
Todos asentimos y comenzamos a hablarle a nuestros padres, para que no se preocuparan por nosotros y supieran donde estábamos.
Ángel
Me encontraba en un lugar oscuro, lleno de tierra y muchos insectos muertos, había un olor muy repugnante saliendo de ese lugar en el cual me encontraba, podía divisar pocas cosas del lugar en el que estaba, tenía una puerta en frente de mí, todo lo demás era paredes y tierra lleno de muchos insectos que me causaban asco.
Sé que voy a morir, sé que no saldré ileso de aquí. Ya los chicos debieron de haber notado mi ausencia, deben estar preocupados por mi, a decir verdad no tengo idea de donde me encuentro solo sé que me da temor saber por lo que voy a pasar.
Escuché voces acercándose a donde me encontraba y pude distinguir una de ellas.
—Así que ¿aquí se encuentra? —preguntó esa voz la cual le provenía a alguien que conocía muy bien.
—Sí, aquí se encuentra... —exclamó su acompañante, por la pared y la puerta que nos separaban no podía saber de quien se trataba — ¿desea pasar a verlo?
—Sí, creo que debo pasar a darle una visita —escuché como la puerta se abría para así dar paso a dos siluetas de hombres.
Me quitaron la cinta que me habían colocado en la boca para así poder hablar — ¡vaya! Habías tardado mucho en venir —exclamé con un tono sarcástico y serio — ¡qué gran amigo nos saliste! —lo miré incrédulo.
Él solo sonrió — ¡Oh vamos!, ¿ahora si vas a salir con el tono del niño bueno? —preguntó él con voz impostada —ambos sabemos como comenzó todo esto ¿y ahora quieres hacer el papel de víctima?, no me hagas reír —comentó mi acompañante sonando un tanto sarcástico.
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"No Confíes en Nadie"
Horror"-Debemos estar unidos, no podemos seguir así -propuse para no separarnos. - ¿Por qué unidos?; dame una razón para no separarnos en busca de los demás -bufó el chico robusto cruzándose de brazos -separados los podemos conseguir más rápido. -Pues si...