Capítulo 12

12 2 0
                                    

Freddy

Escuché golpes en la puerta así que me levanté hacia ella para abrirla, frente a mi estaba Melanie observándome algo nerviosa — ¿está bien? —preguntó observando a la castaña mientras dormía.

Asentí —solo fue una pesadilla —le sonreí.

—Bien pues, yo vine porque ya la cena está lista —comenzó a caminar hacia la sala pero antes se devolvió —despiértala a ella igual ¿vale?

Cerré la puerta tras de mí y solo me quedé observando a la chica mientras dormía — ¡si tan solo supieras una parte de lo que siento por ti te darías cuenta del porque te protejo tanto! —susurré acercándome a ella.

Comencé a zarandearla —Eglis —le susurré, ella se movió pero no despertó —oye, Eglis.

— ¿Mmhm?

—Despierta.

— ¿Y eso cómo por qué? —preguntó aún con los ojos cerrados.

— ¡Para ir a cenar! —respondí.

Se levantó poco a poco aún con sus ojos cerrados, comenzó a estrujarlos para así bostezar — ¿ya tan rápido se hizo de noche?

Reí —sí, dormiste un buen rato.

Se estiró completamente para así ponerse de pie — ¡pues venga, a cenar! —me señaló comenzando a dirigirse fuera de la habitación.

La seguí y nos dirigimos a la sala, en donde se encontraban todos los chicos — ¿qué tal estás, Eglis? —quiso saber Derek.

—Pues mucho mejor la verdad —afirmó tomando asiento en un sofá cerca de la pelinegra, Astrid me observó para ver si la chica decía la verdad así que solo le asentí.

— ¿Qué están viendo? —quise saber tomando asiento al lado de la castaña.

—Una película de Adam Sandler —me respondió Melanie.

Le asentí — ¿quién cocinó? —inquirió Eglis a mi lado observando a Astrid.

—Nosotros —mencionó la castaña señalando al chico robusto.

—Quedó muy rica eh. ¿Cierto? —la chica nos observó a todos.

Todos asentimos. Una hora después la película ya se había terminado y todos los chicos ya se encontraban en sus habitaciones debido a que apostamos a ver quiénes lavaban los platos y los perdedores fuimos la castaña y yo.

—Si quieres yo limpio la cocina y tú lavas los platos —propuse.

La chica asintió — ¡de acuerdo! —se dio la vuelta para ir a lavar los platos pero antes se detuvo en seco lo cual me extrañó — ¿tú si crees que él los tenga en sus manos a ambos?

Al principio su pregunta me tomó por sorpresa pero luego mi semblante cambió a uno de confusión —no lo sé, ¿tú lo crees?

Ella asintió —creo que hasta puede tenerlos juntos en el mismo lugar.

Brauny

— ¿Tú aceptaras?

—No, —el chico frente a mi negó —nunca aceptaría eso, ¿tú lo harías?

Solo negué, escuchamos la cerradura de la puerta y ambos nos miramos confundidos —él dijo que tendríamos toda la noche para pensarlo, ¿a qué vendrá? —le susurré a mi amigo, el cual solo se encogió de hombros.

—Muy buenas noches, se preguntarán a que he venido a esta hora ¿no es así? —ambos asentimos lentamente —pues bien, vine a sacarles una foto juntos.

"No Confíes en Nadie"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora