━━¡De esta no vamos a salir Neera! ━━Tyson tuvo que gritar para que pudiera oírle. Los truenos no ayudaban mucho ahora.
Días después de aquella carta nos dedicamos a practicar mis poderes y hablar sobre la profecía que me había aprendido. No sabíamos que significaba pero si tenía razón en algunas cosas.
A veces sentía como algo extraño recorría mis venas. Si me pasaba algo mis ojos cambiaban de color al igual que las raíces de mi cabello a un morado o rosa. Si Tyson me pegaba (accidentalmente) mis poderes salían e intentaban atacarlo. Debía de luchar fuertemente para que eso no pasara. También descubrimos que mi cabello cambiaba de color cuando usaba mi magia. De igual forma que el anillo era para usar la magia y la tiara hacía aparecer en mis manos una espada la cual se podía convertir e otras armas algo extrañas para mí gusto.
Cada vez que usaba mis poderes era... Era como si me exigieran algo a cambio. No sé.
Ahora, en estos momentos, nos encontramos en el típico escenario que parecía no querer dejarme ir: un bosque de noche, lluvia, monstruos y truenos. Habíamos salido porque un extraño intentó entrar por la fuerza a la casa de Tyson alegando que él también vivía ahí. Pero mi amigo siempre había vivido solo.
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Al lograr salir de ahí tratamos de huir, pero él venía con compañía. No nos quedo más que correr.
Aunque siendo sincera ya estaba harta de eso.
Paramos en un árbol y lo escalamos.
━━Estoy harta de estar huyendo Tyson ━━hice aparecer una espada en mi mano al igual que la tiara.
Había aprendido que podía controlar cuando estas aparecieran o no, y más o menos a cambiar de arma. Mi cabello rubio se sustituyó por un morado fuerte, el cual caía por mi rostro mojado. Y mis ojos cambiaron de color.
━━Si quieren pelea ━━mi voz comenzó a distorcionarse━━, pelea tendrán.
De un salto logré caer de rodillas así al estilo Iron Man.
━━Que lindo ━━dijo uno de ellos mientras me levantaba━━, la niña intentará protejer al cíclope y la bebé. Lastima que no lo lograrás.
━━Está mal que yo lo diga pero... Eíthe o Theós na se evlogeí kai na frontízei ton thymó mou.
Recordé cada parte de la profecía. Como decía que tendría el poder de Ares, las ganas de venganza, dar muerte cruel como las Keres... Todo eso era verdad. Y lo comprobé cuando manejé la espada como sí siempre lo hubiera hecho. Logré bloquear sus ataques y esquivarlos.
Cuando me golpeó... Creo que deseó no haberlo hecho en el momento en que la ira me controló. Mis manos se subieron solas mientras dejaban salir aquella niebla, que poco a poco me destruía por dentro, que lo levantó del suelo y comenzó a asfixiarlo... Aunque se me pasó la mano porque oí como se quebró su tráquea.
