Salí de aquella aula un poco cansado gracias a esos ruidosos adolescentes.
Llegue a la sala de maestros donde recogería unos papeles para entregárselos a la directora.
Al llegar a aquel lugar me tope con todo el sitio lleno de la negra y espesa tinta de la vieja impresora de la escuela.
Lo que era evidente es que un accidente no había sido, así que decidí que comezaria a investigar quien había sido el causante de aquella travesura de mal gusto.
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