"Las consecuencias de mis actos"

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Era maravilloso despertar en los brazos de Tomo, no podía creer que estuviera a mi lado, me pellizqué el brazo para comprobar que esto era real, desde que lo conocí me había parecido atractivo y además interesante creo que me flechó desde el primer instante o quizás me hechizó y ahora no había forma de escapar de él, me gustaba todo esto de estar casada y ser la señora Milicevic, al pensar acerca de eso no pude evitar soltar una risita tonta que luego contuve para no despertar al señor de la casa, pero en ese momento tosió para anunciar que ya había despertado.

-Buenos días dormilón- me volteé para darle un beso-

-Buenos días- contestó con flojera aun- ¿Qué horas son?- intentó ver el reloj de pared-

- Las 8 de la mañana- me senté en la cama- señor lo de anoche no lo esperaba- me reí-

- Claro, aquí el que se acuerda de las fechas importantes soy yo- dijo con resentimiento-

- No digas eso- crucé los brazos indignada- yo también tenía algo para ti- hablé en voz baja acercándome a él para besarlo- nomas que te adelantaste-

- Y ¿tú que estabas festejando? - levantó una ceja- porque lo que yo preparé fue por nuestros dos años-

- Ay bueno ya- bajé la mirada- lo acepto, eres bueno con las fechas importantes- le saqué la lengua-

- ¿Verdad que si?- dijo sintiéndose orgulloso- y ¿Qué te pareció?- puso su mano en la barbilla-

- Fue increíble- asentí- Tomoso ahora tiene un nuevo hermano- señalé a la colección de osos gigantes que estaban sobre las sillas- y no sé si esté correcto que estén aquí cada noche mientras hacemos lo nuestro- hice un ademán dramático- los niños podrían traumarse-

- Espera, espera- sacudió la cabeza confundido- ¿fue increíble sólo la sorpresa del oso o hubo algo más que te haya impactado?-

-También me encantaron las flores- suspiré-

-Ok- se puso serio- entonces deberíamos...- empezó a caminar hacia la puerta-

- Tomo, espera- lo jalé del brazo para detenerlo- tú eres un...- dije tímidamente- excelente compañero – bajé la vista sonrojándome- y me encanta todo lo que has hecho por mí, tus detalles – lo abracé-

- Deberíamos sacar a las criaturas de la habitación- miró de reojo a los peluches-

- ¿Para qué?- levanté la vista hacia él, era demasiado alto para mí-

-Para jugar al papá y a la mamá- se rio y comenzamos a caminar hacia la cama riéndonos y jugueteando cuando de pronto fuimos interrumpidos por el timbre del celular de Tomo- ¿Ah?- se detuvo y miró la pantalla del teléfono- pero ¿qué demonios?- dijo y contestó rápidamente- el buen Jared Leto siempre tan inoportuno- sonrió y luego se echó una carcajada ruidosa, al parecer estaba de buen humor- ¿a qué debo el honor de tu llamada?-

- Querido amigo- dijo con alegría- ¿Cómo están? Ya nomas te nos casaste y parece que te olvidaste de tus amigos- meneó la cabeza indignado- de nada nos valió tantos años de amistad-

- Jared no empieces de dramático- se burló- solo han sido algunas semanas desde que no los he visto-

-Bueno para mi han sido eternas- dijo en forma dramática- Shannon y yo ya no nos aguantamos- volteó a ver a su hermano- estamos a punto del divorcio-

- Y yo ¿Qué papel jugaba entre ustedes?- enarcó la ceja-

-Pues- se rascó la sien pensativo- supongo que tú eres el amante que soporta todas mis idioteces- asintió con orgullo, de repente le gustó esa definición para su amigo, sí él siempre lo aguantaba, ayudaba, se reía de sus chistes malos y hasta en algún momento le dio de comer y ahora se había convertido en un ser ajeno eso lo entristecía mucho, de repente pensó que sería bueno escribirle una canción-

Mi hermosa tragediaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora