9 "Esta noche... ¿seré suya?

92 6 24
                                    


-Suéltame Tomo, yo puedo caminar- gritando y tratando zafarme-

Subimos las escaleras y luego abrió la puerta de su cuarto, aún iba peleando contra él y al momento de estar ahí, tropezó con algo pues las luces estaban apagadas, los dos caímos en la cama, para ser más específicos él sobre mí, nuestros cuerpos reaccionaron y... los dos nos miramos apasionadamente, comenzó a besarme y yo no pude resistirme, mientras nos besábamos pensaba: Esta noche, ¿seré suya?

Nos dejamos llevar y él comenzó a besarme el cuello, entonces desabroché su camisa y junté mi cuerpo al de él, acaricié su espalda provocando que la piel se le erizara, me ayudó a quitarme la camisa y luego nos miramos a los ojos y seguimos besándonos ya se podía sentir en el cuarto la pasión desbordante de dos almas que se amaban y que estaban a punto de unirse, besó mi pecho y luego desabrochó mi pantalón, mientras hacía esto una profunda emoción en forma de escalofríos recorrió mi cuerpo y lágrimas rodaron de mis ojos, podía sentir su respiración, desabroché su pantalón seguimos besándonos apasionadamente estábamos a punto de hacer el amor... él de pronto despegó su cuerpo del mío, yo voltee a verlo por un momento y quise seguir, pero se levantó rápidamente, tomó sus cosas y salió del cuarto, escuche el golpe de la puerta al cerrarla, no podía entender por qué tuvo ese comportamiento, ¿no quería estar conmigo? puse las manos sobre mi cabeza por mi mente pasaban muchas preguntas; realmente ¿amaba a Tomo? ¿por qué al estar juntos sentí ciertas sensaciones jamás experimentadas? o era que, ¿esa iba a ser mi primera vez?, con todo esto me recosté en la cama tomando una almohada entre mis brazos para poder dormir; no pasó mucho tiempo y me quedé profundamente dormida-

A la mañana siguiente, aún recostada escuché que alguien entró al cuarto quise mirar de reojo pero no pude ver nada, sabía que se trataba de Tomo porque cuando entró percibí su perfume y suspiré-

-Sentándose en la cama- ¡Buenos días mi amor!- Acariciando mi cara- Ya es hora de que te levantes-

-Abriendo los ojos- Buenos días- Le sonreí e hice como si nada hubiera pasado la noche anterior-

-¿Cómo amaneciste?- Caminando hacia su escritorio y trayendo consigo una mesita de esas que se utilizan para llevar el desayuno a la cama-

-Bien, ¡gracias!- Bostezando- ¡Aaaah! ¿qué es todo esto?- Mirando lo que traía-

- sólo es el desayuno- tomando la rosa que estaba ahí y pasándola por mi nariz-

-Suspiré- No tenías por qué molestarte- viendo el desayuno que no estaba nada mal-

-No es ninguna molestia- Sonriendo- Espero que te guste, yo lo preparé-

-¿En serio?

-¡Claro, mi vida! - Dándome un beso-

-Awww la rosa esta súper linda-

-Así como tu- dijo Tomo-

-Mi amor... ¡Te amo!- Mirándolo con ternura

- Yo también te amo-

Comencé a desayunar, aquello realmente estaba delicioso, él solo no dejaba de verme y fue entonces cuando deje mis cubiertos y me puse a pensar-

-¿Qué pasa?- viendo Tomo mi reacción-

-¡Tomo!...¿Por qué ayer no me hiciste el amor? acaso, ¿no me amas? - queriendo llorar-

-No digas eso jamás- abrazándome fuertemente- yo nunca dejaré de amarte-

-E..entonces ¿por qué no lo hicimos?- Confundida-

Mi hermosa tragediaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora