Mi hermosa tragedia

67"Jared actúa extraño"

-Bien, por fin sabré lo que contiene este sobre- lo observé-

Tenía una serie de emociones, tristeza, alegría, preocupación ¿Qué era lo que quería decirme? No esperé ni un minuto más, quería saber lo que contenía, desesperada rompí el sobre, por fin tenía en mis manos la carta que según yo haría que lo amara más, entonces sin esperar la desdoble y comencé a leerla:

Mi amor, lamento tener que decírtelo por este medio en realidad quisiera estar contigo en estos momentos demostrándote lo mucho que te quiero, aun no me voy y ya te estoy extrañando, el motivo de esta carta es para pedirte perdón ya que en ocasiones la soberbia se apodera de mí y no me deja ver las cosas maravillosas que me han pasado como la de estar a tu lado, estos han sido los mejores meses sin embargo no sé porque no podemos llegar la felicidad absoluta, tal vez porque tu amabas a alguien más cuando te conocí y no permití que tu sueño se realizara, me aferré a ti y no te he dejado ir, no estoy seguro sobre cuánto has recordado hasta el momento pero tengo que confesarte que ya tenía tiempo siguiendo tus pasos y eso no sucedió porque yo lo quisiera fue cosa del destino, en una ocasión que salía del Starbucks te vi pasar con tus amigas, me enamoré de tu sonrisa y fue así como todos los días salía de casa para verte, me convertí en algo parecido a tu sombra por eso es que te llevé al hospital porque esa tarde seguí tus pasos y ahora estamos juntos, sé que no ha sido nada fácil superar los obstáculos pero si te dejo ir mi alma se iría contigo tu y yo nacimos para estar juntos lo dijiste una vez, no sabes cuánto te deseo y también espero que pronto recuperes la memoria aunque si no lo hicieras no te preocupes escribiremos nuestra propia historia juntos una a nuestro gusto y así podremos presumir que nuestro amor fue tan grande que pudimos hacer dos historias... te amo Caro nunca lo olvides, quiero una vida a tu lado, sé que es informal hacerlo por carta pero ¿quieres casarte conmigo?

Con amor

Tomislav Milicevic

Las lágrimas rodaron por mis mejillas mientras leía la carta, creo que esto iba más allá de un simple sentimiento, lo necesito como al aire y ante tal proposición mi llanto se ahogó, él tenía la razón por una cosa u otra no podíamos ser totalmente felices pese a esto le demostraríamos a todos lo contrario y claro que sí quería casarme con él era lo que deseaba no estaba equivocada, esa carta hizo que me enamorara más de él, aun no comprendía muchas cosas escritas en ella, me alegró demasiado así que sequé mis lágrimas, traté de sonreír y me levanté del sillón, caminé algunos pasos cuando escuché que alguien llamaba a la puerta entonces me dirigí hacia allá y cuando abrí me di cuenta que se trataba de alguien muy desagradable-

-¡Hola!- sonrió hipócritamente-

-¿Elizabeth? ¿Qué haces aquí?- la reconocí enseguida de la vez en el hospital-

-Vine a visitarte, sé que estás sola y ¿me permites pasar?-

-No- dije rápidamente- lárgate- traté de cerrar la puerta-

-Espera- puso el pie en la puerta-

La odiaba por haberme mentido sobre el bebé y Tomo, sólo eso me bastó para darme cuenta de que era mala, traté de cerrar la puerta pero ella la empujó y entró sin ser invitada, tenía miedo caminé hacia el sillón para sentarme mientras ella observaba la casa, las dos no decíamos absolutamente nada, se encontraba alterada tratando de sacar algo de su bolsa, al ver esto me levanté para detenerla ese fue mi gran error, ella fue más ágil y logró empujarme a la pared amenazándome con un cuchillo, lo puso en mi cuello-

-¿A...a qué viniste?- estaba muy nerviosa-

-¿No es más que obvio? vine a matarte- hizo media sonrisa-

-¿Ah? pe...pero irás a la cárcel-

-Lo sé, sin embargo, me quedaré con la satisfacción de que por fin acabe contigo- comenzó a carcajearse-