50 "El camino de los sueños"

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-Ya lo verás-

Unos cuantos segundos después:

-Bueno- desamarró el pañuelo-

-¿Ah?- observé el lugar- ¿Qué hacemos aquí Tomo?-

-Mí amor– jaló aire- estamos aquí porque frente a Dios... quiero pedirte- hincándose y sacándose una cajita del bolsillo- quiero pedirte que te cases conmigo-

-¿Eh?- sorprendida-

Dentro de la cajita había un anillo, eso parecía un sueño ¿acaso estaba soñando? no lo podía creer, vi el lugar se trataba de un templo muy lindo, realmente estaba en shock ¿Qué le diría?

Después de su propuesta quedé atónita, así había sido como me lo imaginé, toda mi vida había soñado con este momento, mi sorpresa fue tan grande que no podía emitir palabra, ¿qué se hacía en estos casos? siempre lo esperé sin embargo ahora que lo estaba viviendo no sabía qué responder, no había practicado para eso, estábamos frente a frente mirándonos profundamente hasta que por fin Tomo rompió el silencio.

-Y ¿bien?- dijo estando aun hincado con la cajita en la mano-

-Ahahah- nerviosa- mi amor...esta proposición fue tan repentina-

-Así es mejor ¿no crees?- guiñó un ojo-

-Sí- lo vi directo a los ojos- pero- bajé la mirada y respiré profundo- creo que ya tengo mi respuesta-

-Ah ¿sí?- se levantó para tomar mi mano-

-Ajá- le sonreí con complicidad- sí Tomo... sí quiero casarme contigo-

-¿En serio?- incrédulo ante mi respuesta-

-Sí- emocionada-

-Te amo- me abrazó-

-Y yo a ti- me separé de él para besarlo-

-¿dentro de dos semanas?- propuso rápidamente-

-¿Eh?- volteé a verlo- ¿no crees que es demasiado pronto?- preocupada-

-Tienes razón, pero es que te amo tanto- me estrujo entre sus brazos- bueno entonces ¿dentro un mes?-

-Ok- me recargué en su pecho- me parece perfecto... nunca me he casado así que no sé nada sobre esto-me reí-

-No pues yo tampoco me había casado antes que coincidencia ¿no crees?- bromeó-ah por poco se me olvida- reaccionó de repente- este anillo- sacándolo de su cajita- es el símbolo de nuestro compromiso, quiero que lo lleves siempre-lo puso en mi mano izquierda.

De nuevo divagué entre mis pensamientos, últimamente estaba muy perdida en ellos y es que esto que estaba pasando me era tan increíble, si creo que habíamos nacido para estar juntos, me daba miedo pero hacia unas cuantas semanas atrás, había apartado la negatividad decidí que era mejor vivir el día a día y supongo que no me había equivocado, después de lanzar un fuerte suspiro que no pude evitar, reaccioné y ahí estaba él con su hermosa sonrisa mirándome tranquilamente por lo que le dije:

-¿Qué pasa?- me sonrojé al verlo-

-Ah pues nada no sé en qué pensabas... te me fuiste, me dejaste hablando solo- se rio alegre-

-¿En serio?- lo miré preocupada-

-En realidad... no- hizo media sonrisa- creo que es hora de irnos- anunció y empezó a caminar-

-¿A dónde? ¿ya nos vamos a la casa?- pregunté siendo curiosa-

-No hagas preguntas y vamos, Ok- me jaló para caminar-

Mi hermosa tragediaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora