Cap 11: Fuera de la oscuridad

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La oscuridad, dominaba la mayoría de la escena. Unos pequeños quejidos provenían de una chica, la cual apenas despertaba. El eco acompañaba a aquellos quejidos que hacia la chica al despertar, ella pudo sentir que su cuerpo no podía moverse, no del todo.

Sus muñecas y tobillos estaban completamente encadenados en una habitación completamente grisácea, con una pequeña luz colgante que no ayudaba mucho. La chica intento hablar, pero en cuanto quizo mover sus labios, se dio cuenta, que su boca había sido cubierta con un pequeño trapo y cinta adhesiva.

—Mhpmm...mhpmm...—se escuchaba en la habitación por parte de aquella chica, ella quería pedir ayuda, pero incluso su voz se notaba un tanto apagada, pues la joven aun tenía efectos de aquella sustancia que le dieron de beber el día anterior.

También intentaba moverse, pero como se mencionó antes, aquella sustancia había hecho que su cuerpo siguiera un tanto dormido, lo cual hacía que los movimientos de la chica sean completamente débiles.

—Oohhh...veo que estas despertando....—comentó una voz femenina de manera tranquila, la visión de la pobre chica era borrosa y débil y no podía enfocar bien a su captora, pero si pudo visualizar sus prendas.

Unos zapatos cafés, medias de tonalidades grises las cuales terminaban por debajo de sus rodillas, sus muslos estaban totalmente descubiertos y más arriba, una falda azul marino, su cuerpo portaba un suéter escolar, toda su prenda parecía una clase de uniforme escolar, uno que ella ya conocía a la perfección. La chica captora se acercó más a su víctima y se puso en cuclillas frente de ella para verla fijamente a los ojos. La víctima, aún con la vista un tanto borrosa, pudo identificar de mejor manera a su captora y esto la lleno de miedo.

—Oohhh...mírate...en verdad...me tienes mucho miedo...—dijo de forma orgullosa y burlesca hacia la joven atada, la cual sólo quería llorar y salir corriendo de esa situación.—Oh no, no, no, no....no llores...aún no...—dijo la chica acercando su mano al rostro de su víctima, apartando con su pulgar una lágrima de la mejilla de la pobre chica atada.—De seguro te estarás preguntando, ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? La verdad es que....últimamente no tengo a nadie con quien charlar...nadie que, me de una mano...jejeje....—después de eso, la rubia se reincorporó y fue justo a la única puerta de la habitación, ella no salió, solo había ido por unas cuantas cosas que necesitaría para realizar sus actos.

—Te diré un pequeño secreto....—dijo la rubia a su prisionera, dejando sus "herramientas" en una mesa y se acercó a su víctima.—Tu...y yo....seremos las mejores amigas......—dijo de manera lenta, con una sonrisa que mostraba su confianza por lo que haría con aquella pobre chica secuestrada.

La pobre joven, volvía a caer dormida, y junto con eso, la imagen de aquella villana se tornaba cada vez más y más oscura hasta desaparecer completamente, la joven prisionera, volvía a caer inconsciente.

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Mientras tanto en en cierta plaza


—¡¡¡¡KYOKA!!!!—gritó con desesperación un joven peliverde al ver cómo una gran parte de la plaza colapsaba frente a sus ojos, lo peor, era que una compañera y amiga se encontraban justamente ahí.

Rápidamente el joven héroe dio un gran salto y con ayuda de su "Quirk" logró llegar hasta las zonas afectadas por la colisión.

—¡No! ¡Midoriya, puede ser peligroso!—advirtió el héroe "Gunhead" al joven, pero este hizo caso omiso y se adentro a la zona de peligro, la plaza aún seguía con derrumbes y el techo comenzaba a caer dejando a los civiles en riesgo.

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