Crucé De Héroes

Cap 5: Una de los Cuatro

—¿Qué?— exclamó Izuku tras escuchar las palabras de Steve.

—Lo sé, incluso para mí es confuso.— dijo Rogers manteniendo sus brazos cruzados.

—Y-Yo... Espera...espera un minuto...—dijo Midoriya intentando analizar las palabras que aquel hombre le decía.—¿A qué te refieres con eso?, Exactamente.—preguntó el chico un tanto incrédulo.

—Bueno, como ya te dije: me informaron que aquí los "héroes" suelen llevar licencias o algo así, la cual no tengo...y lo último que recuerdo fue que...—Steve se detuvo en ese instante, pues recordaba aquella pelea donde él y sus amigos luchaban contra aquel "Titán" de piel morada.

—Fue...¿Que?—pregunto Izuku con intriga.

—Fue ver a muchos de mis amigos convertirse en polvo...—aclaró Rogers con tristeza y pesimismo.

Esas palabras se marcaron en Midoriya, pues el hombre con el que hablaba afirmaba que muchos de sus amigos habían muerto recientemente.

—Yo...l-lo lamento...—se disculpó— No quería que tú....

—No te preocupes...—interrumpió Rogers—Entiendo que deba darte respuestas y con justa razón. No me conoces.—añadió el hombre.

—No, pero tampoco estás obligado a responder.—comentó Izuku.—Además, tu tampoco me conoces...y aún así me salvaste. Y si no fuera por eso, mi amiga y tal vez yo hubiéramos muerto.—Añadió el joven, tomando nuevamente la mano de su amiga aún en un estado de "coma".—Asi que, gracias...—agradeció Midoriya volviendo a mirar a Steve Rogers, quién ahora se encontraba un poco más confiado.

El soldado soltó una leve sonrisa, pues por alguna razón el chico de cabellos verdes le recordaba a él en tiempos muy antiguos, cuando solo era un hombrecito de Brooklyn intentando dar lo mejor de sí para ser alguien mejor. Y al igual que Steve. Izuku es alguien que está dispuesto a dar su vida por los demás sin importar el precio. Pero ahora no era el momento para quedarse sentado, Rogers se incorporo dejando de recargarse en la pared, se acercó a Izuku y dio unas pequeñas palmadas al hombro del antes mencionado.

—Tu amiga es fuerte. Y espero que se recupere lo más antes posible, lo digo en verdad...—después de esas palabras se alejo, llegando a un rincón de la habitación donde se encontraba la abertura de la gran ventana que ofrecía el cuarto del hospital.

—¡Oye!, ¡Espera!—dijo un poco alto, a lo cual llamo la atención del "Capitán Rogers".

—¿Que ocurre?—preguntó Steve deteniéndose justo al borde la ventana abierta.

—¿Que es lo que harás?—preguntó el peliverde levantándose de su asiento.

—Por ahora...mantendré un perfil bajo y de paso buscaré respuestas a todo esto, si es que las hay.—contesto el hombre.—Como sea, no puedo quedarme aquí toda la noche además, puede ser una gran oportunidad para conocer mejor este mundo. Espero verte de nuevo, Midoriya Izuku.—dijo el rubio mientras extendía su mano hacia el chico.

—Igualmente, Steve Rogers—contestó el chico aceptando aquel apretón de manos. Acto seguido el "Capitán" salió de la habitación, bajando con una habilidad y destreza que ni el chico había visto.—...Debo aprender eso...—bromeó Izuku para si mismo recargado en el marco de la ventana no tardo mucho en cerrarla pues el frío se sentía un poco fuerte.

Izuku se dirigió nuevamente con la joven Ochako, pero se detuvo al escuchar el tono de su celular que provenía de su mochila. Esté se apresuró a sacarlo y cuando por fin lo obtuvo miró por la pantalla del aparato el número y nombre que decía, sin dudarlo Midoriya contesto a la llamada.