-3.04-

205 18 2
                                    

Valentín

-buen día hermanito- me despertó manu alargando la 'o' y despidiendo un obvio olor a alcohol y porro que te daba vuelta

-cerra el orto Manuel- me di vuelta y me tapé la cabeza con la almohada

-son las doce del mediodía y tenemos hambre hermanito- rogó zamarreándome un poco

-hay sanguchitos de miga en la heladera, dejáme en paz- lo corté menos diez y escuché como salía de mi habitación

Traté de dormir un poco más pero el barullo que emitían no me lo permitía. Unos puntitos de sol se colaban por los agujeros de mi persiana. Por la altura a la que están capaz son las once

Finalmente decido levantarme e ir, 'si no puedes vencerlos, úneteles'. Apague el aire acondicionado que mantiene mi habitación en unos agradables 18 grados y me digne a ponerme una bermuda y un remerón

-como cuesta abrir los ojos, loco- me queje al abrir la puerta. Todas las cabezas voltearon para verme

-buenas tardes enano- saltó a decir el depa mientras engullían los sanguches de miga a lo loco. No hay coca que los ayude

-¿a qué hora volvieron?- les saqué conversación

-a las seis o siete más o menos- respondió Guada unos segundos más tarde -después nos quedamos en la terraza para no despertarte, pero estábamos cagados de hambre y queríamos que nos vayas a comprar-

-ir ustedes no era una opción ¿no?- pregunté sirviéndome un vaso de gaseosa

-el único que tiene auto sos vos y no pasamos un test de alcoholemia ni ahí- respondió manu ante mi descontento y se produjo un silencio de hambre

-¿les gustan los sanguchitos?- pregunté al rato. Recibí un sonido afirmativo de todos -me parecía nomas- y los seguí viendo engullir los sanguches hasta que no hubo mas

-¿dónde los compraste?- preguntó el depa después de un largo sorbo de gaseosa

-viniendo para acá encontré una cafetería como de los cincuenta que estaba abierta- expliqué -la chica que me atendió me pareció familiar pero yo conozco mucha gente, capaz es por eso- le resté importancia

-después podemos ir y ver de comprar más sanguchitos u otra cosa que vendan ahí- ofreció el negro

-esa me gusta- añadió Guada

-¿quieren postre?- ofreció el depa sin importarle mi respuesta. Todos festejaron su propuesta

-bueno, dale, vamos- me levanté para tomar las llaves de mi auto mientras peleaban por cómo se iban a acomodar en el auto

Manu se sentó adelante conmigo y el depa, Guada y el negro atrás. Mi auto se convirtió en una guardería y yo solo rezaba porque no me vomiten el auto

-llegamos- anuncié. Después de sacarme el cinturón pude divisar por el espejo retrovisor como el depa y manu compartían una mirada cómplice, rara

-bienvenidos a café de las rosas- se anunció la chica de anoche acercándose al mostrador-¿van a querer una mesa o para llevar?-

-para llevar, señorita- respondió Guada

-te voy a pedir una docena de sanguches de miga surtidos pero no me pongas de lechuga y... ¿qué me recomendás de dulce?- me apuré a decir. La chica tenía el mismo uniforme que ayer, solo que otro tono de rosa. Escuché un murmuro de parte de Manu a mis espaldas pero no le di importancia

-de dulce te recomiendo el pie de banana o la tarta de frutilla- comentó seleccionando los sanguches

-bueno, dame uno y uno de esos también- comencé a buscar plata en mi billetera para pagarle pero solo me quedaba un billete de mil y algo de cambio, no alcanzaba como para dejarle suficiente propina -te pago con tarjeta- le anuncié cuando me llevó a la caja. Le pagué y dejé el billete de mil en el tarro de las propinas

-muchísimas gracias, enserio- respondió la chica

Cuando estábamos por salir entró su compañero de trabajo -¿qué onda Mad?- la saludó y se sentó para ponerse sus patines que llevaba en la mano -hace muchísimo calor afuera- lo escuche decir antes de que la puerta se cierre

Seguí pensando en esa chica. Me suena conocida pero no puedo saber de dónde. Tengo que pensar y darme cuenta pronto antes de que la duda me carcoma

Mad... Mad... Mad... ese nombre daba vueltas por mi cabeza. ¿será? no, no puede ser

Cuando llegamos a casa lo primero que hice fue buscar mi teléfono y entrar a Instagram intentando encontrarla pero no encontré respuestas a mi pregunta. Con otra cuenta repetí mi acción anterior probando cualquier combinación de usuario que se me pueda cruzar por la cabeza. Finalmente lo encontré, encontré nuestro puente, aproveche que la pagina es publica y empecé a revisarlo. No sube muchas fotos pero se la ve feliz, feliz sin mi

¿le escribo?

O no le escribo, lo dejo ahí y ya fue. Pasaron 8 años, seguro ni se acuerda de mí. Por algo se alejó de mí, porque no le hago bien

Pero por otro lado no parece estar en pareja, no pierdo nada con mandarle un mensaje para saber que es de su vida ¿no?

Tantas preguntas rondan mi cabeza, tantos resultados desastrosos pasan por mi cabeza y no parece haber ninguna respuesta correcta. Tendré que consultarlo con la almohada

-yo me voy a dormir una siestita, ustedes coman- les avisé y encaminé para mi cuarto

-hace menos de dos horas te despertaste ¿ya queres siesta? que rapidito que sos- se rió Guada

Yo simplemente seguí caminando sin escuchar lo que vino después, acomode un poco la cama para dormirme más rápido, prendí el aire y me acomode en el pobre colchón que tiene marcada mi forma en el centro

-vos podes darme una respuesta, ayúdame cerebro- pronuncie por lo bajo antes de caer en un sueño profundo

⚫️⚫️⚫️
eyyy tamo devuelta! vamo a ver si saco esta fic del placard y le pongo mas onda que lo que se viene esta piolita

Una fan - wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora