Capítulo. 10.

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Aún me encontraba envuelta entre sus musculosos brazos, dejándome arrastrar hasta aquel precipicio de emociones donde solo él me podía llevar, sin poner ningún pero, ni ejercer ninguna fuerza, solo ceder, hasta que mi mente despertó de aquella ilusión. Abrí los ojos de par en par empujándolo lejos de mí terminando con aquel caos de sentimientos encontrados que no hacían más que confundirme.

− ¿Por qué? − murmuré mirándolo fijo a los ojos − ¡Por qué! ¡¿Por qué razón te empeñas en volverme loca?!, ¡¿qué ganas con todo esto?!

− ¡No lo sé! − su rostro se veía confundido, como si sus pensamientos no se coordinaran con sus acciones.

− ¿No lo sabes? − arqueé una ceja − Ya estás muy grandecito para saber con exactitud lo que haces ¿no crees?

Me miró con aquellas perfectas cejas arqueadas, escrutando mi rostro de arriba abajo hasta posarse en mis ojos y mirarlos fijamente.

− ¿Dónde estabas?

¡¿Qué?!... Ahora si no me cabía dudas de que era un completo bipolar.

− ¿Estás jugando conmigo, no es cierto?

No me podía creer lo que estaba sucediendo, de que manera cambiaba tan rápido sus emociones, hace unos segundos se cuestionaba todo y ahora está en plan arrogante.

− ¿Sabes qué? − sonrió ladino − lo que hagas con tu vida no me interesa − se volvió a acercar a mí de forma amenazadora tensando todo mi cuerpo por completo − Pero no me gusta que me cojan de niñero − se dio media vuelta dirigiéndose hasta la salida de la cocina, pero antes de perderse de aquel lugar se volvió para verme directamente a los ojos − Para la próxima, dile a tu mamita donde vas a estar, así me evito tener que decirle que no te voy a buscar cuando me lo vuelva a pedir.

Su esbelto cuerpo abandonó aquella habitación dejándome completamente desconcertada, mis piernas se volvieron mantequilla y mi corazón latía desmesurado contra mi pecho... ¿Entonces fue eso?, mi madre le pidió que me buscara...¿será que lo hizo?...¿me habrá visto con?... Sacudí varias veces la cabeza... y que si me vio, es un maldito engreído que aún con sus veinte años no sabe lo que quiere en la vida... Inmaduro.

                            ✵✵✵

Me encontraba en la cocina sentada sobre una de las banquetas que rodeaban la isla degustando un delicioso tazón de cereales, mientras observaba a Susy preparar la comida. Había pasado una semana desde la última vez que vi a Jungkook, justamente en este preciso lugar. Después de nuestro enfrentamiento decidió desaparecer de mi vista... ¿Qué hacia? o ¿dónde se metía? eran las preguntas que rondaban mi cabeza... llegué a sentirme un poco extraña con esa situación, pero en el fondo sabía que era lo mejor. Mientras más alejada estuviera de él mejor me sentiría... o eso pensaba yo.

− Susy − llamé el nombre de aquella agradable señora que en estos días nos habíamos convertido en buenas amigas, ya que mi madre casi no paraba en la mansión con el lío de su próxima boda. Esta iba a ser por todo lo alto, como la señora Jeon se lo merecía según Soo Hyung − ¿Sabes a qué hora pueda regresar mi madre?

− La señora Hae Sung viajó a Japón por tres días − me respondió con una enorme sonrisa en los labios.

− ¡¿QUÉ?! − escupí el poco de leche que recién había bebido sobre el mármol de color negro − ¡¿Cómo que viajo a Japón?!

− Pensé que ya lo sabía − Susy frunció el ceño.

− La muy... ¡ahg! − pasé las manos por mi cabeza − No me dijo nada.

Bufé, pero fue ahí que recordé la conversación que había tenido mi madre conmigo el día antes mientras jugaba en el Play del salón de juegos... dios, así que era eso... Suspiré, ¿por qué razón seré tan entretenida?

Stay With Me | J.Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora