Capítulo. 12.

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Jungkook:

Tener el cuerpo de Hani debajo del mío, gimiendo mi nombre cada vez que mis intrépidos dedos rozaban su intimidad por encima de la tela de su traje de baño, encendía mi cuerpo de manera descomunal. Sentía con ella el placer y el deseo que ninguna mujer me había brindado hasta el momento, aún no entendía el por qué, si ni siquiera la había tocado, pero solo con el deleite de su suave piel escurriéndose entre mis dedos y el solo hecho de ver su rostro estallar en deseo, retorciéndose sobre el colchón cada vez que mi erección afincaba su entrada me ponía a mil. Sabía que esa sensación solo la había causado yo en ella, era el primer hombre que la exploraba, que la tocaba, que la hacía gemir de la forma más salvaje posible y me encantaba. Ella se había metido sin darme cuenta dentro de mi piel, no supe de qué manera o como mierda fue que sucedió, pero sentía algo cada vez que sus ojos marrones se posaban sobre los míos, alborotando la hoguera de mi interior. Por eso aquel día que salí a buscarla y la vi con aquel tipo, alegre y risueña, la bestia obsesiva que tenía guardada salió a flote, tuve que alejarme, por mi propio bien, pero al parecer, siempre vuelvo a caer en el mismo punto de partida... Sus carnosos labios... Mi nueva obsesión.

− Quiero probar algo − gruñí en su oído recibiendo otro jadeo por parte de ella.

− ¿Q-qué co-cosa? − sus dedos se enredaron en mi pelo profundizando mis besos en su cuello.

− Ya verás, te gustará − me separé de ella observándola fijamente a los ojos y sonreí ladino − ¿Confías en mí?

− Yo...− sus ojos viajaban de un lado al otro sopesando la reciente pregunta que le había hecho... Alguien cuerdo hubiera dicho que no al instante... Pero estábamos hablando de Hani − Sí, confió en ti.

Ella, al igual que yo, sabía que aquello había sido una mala decisión, nos conocíamos lo suficiente como para saber que no era ese tipo de persona en la que se podía confiar... Pero ella dijo que sí a la primera, entregándose a mí completamente.

Bajé mis besos por su cuerpo recorriendo cada centímetro de piel que aquel pequeño biquini exponía, mordí uno de sus pechos haciendo que arqueara la espalda y soltara un sonoro gemido, sonreí y seguí deslizando mis labios por su abdomen hasta pararme sobre su vientre, alcé la vista y tuve que retener un fuerte gruñido al ver aquella escena tan malditamente sexy para mí, Hani me miraba expectante con los ojos llenos de deseo y lujuria encendiendo el animal oculto que llevaba por dentro, el que con solo un roce de ella, ardía en la hoguera de mi interior. Quería arrancarle aquella pieza del biquini que me obstruía el paso a su intimidad y adentrarme en su interior para hacerla de una vez por todas mía, pero debía ser paciente, no quería asustarla y tampoco quería que se alejara de mí... Esa chiquilla me estaba volviendo loco y eso me asustaba un poco.

Agarré con mis dedos los lazos que tenía a los costados para desamarrarlos cuando sentí sus delicadas manos posarse sobre las mías, la miré y me estaba observando con el ceño fruncido.

− Relájate, sí − sonreí y volví hasta sus labios para dejarle un tierno beso sobre ellos − No voy a hacer nada que te lastime.

Murmure aún sobre su boca y recibí un asentamiento de cabeza por parte de ella.

− E-estoy nerviosa − tragó en seco y acaricié su rostro viendo como cerraba aquellos hermosos ojos al sentir mi tacto sobre su piel.

− Solo déjate llevar Hani − mordí ligeramente su labio inferior sintiendo como un jadeo se escapaba de su boca.

Relamí mis labios disfrutando de la dulzura que habían dejado los de ella sobre mi boca y me dirigí hasta mi objetivo. Estaba ansioso por probarla, quería conocer su sabor, que estaba completamente seguro se iba a convertir en mi nueva adicción. Retiré la prenda dejando a la vista su intimidad y todo mi cuerpo se tensó... Era perfecta, tal cual lo había imaginado todas esas noches en que me las pasaba pensando en ella... Agarré sus muslos con mis manos separándolos para tener una mejor posición y pasé mi lengua por toda su entrada la cual ya estaba empapada. Hani lanzó un sonoro gemido al aire que inundó toda la habitación, haciendo que mi miembro palpitara dentro de mis bóxers...me estaba descontrolando y eso no podía pasar, no ahora... Volví a repetir la acción logrando que su espalda se arqueara y sus manos fueran a parar directo a mi pelo para enredar sus dedos en él, esta vez no me separé y seguí mis movimientos de arriba abajo succionando su clítoris haciéndola gritar de placer, no quería introducirle aún ninguno de mis dedos, por lo que solo haría uso de mi lengua. Sentía como esta se abría paso entre sus pliegues y como todo su cuerpo se tensaba, sujeté fuerte sus muslos para que no se moviera y aceleré el ritmo ahora introduciéndola en su interior simulando una embestida, observé como toda su piel se enchinaba y los gemidos y jadeos se intensificaban, estaba al correrse y nada me daba más placer que el saber que era el primer hombre que le propiciaba su primer orgasmo. Sus manos hicieron fuerza sobre mi pelo acentuando más mis lamidas y un sonido gutural se escapó de mi garganta al ver como se dejaba llevar completamente por mí.

Stay With Me | J.Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora