Serie de relatos, oneshots, drabbles con o sin continuación de diversas parejas. Resultado de dinámicas en instagram que representan un agradable reto para mi.
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Título: Primera cita y primer baile
Personajes principales: Juliette & Dylan
Género: Comedia, romance, amor bonito tal vez.
Ambiente: Baile de colegio
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—¿Ya vieron quienes están ahí?
La charla se detuvo y las cuatro jovencitas giraron su rostro hacía la derecha de la manera menos discreta posible. Metros más allá, afuera de una tienda de videojuegos estaban un pequeño grupo de sus compañeros de la escuela. Ahí mismo Juliette sintió su garganta secar y un revoloteó en su estómago.
—No sabía que ellos también estarían aquí —. Habló Ivanna,
—Yo sí, los escuché hablando hoy afuera del laboratorio de química —. Contestó Chelsea apoyando sus hombros sobre la mesa, su flequillo largo danzó sobre su rostro —. Dijeron que vendrían a ver una película.
—¿Qué hacías escuchando conversaciones ajenas, Chelsea? —. Preguntó Hanna elevando una ceja mordaz.
Chelsea fingió ofensa ante las palabras de la rubia. —No espiaba, los escuché por casualidad.
—¿Tú sabías que vendrían ellos, Juliette? —. Preguntó Ivanna apoyando su codo sobre la mesa y dejando caer su mentón sobre su mano.
—¡Por supuesto que sabía! —dijo Hanna en un efusivo susurro —. ¿Por qué crees que Julie ha venido esa falda?
Las tres chicas hicieron sonidos de emoción y Juliette volteó a su alrededor ofreciendo sonrisas a modo de disculpa y viendo de reojo un poco más allá hacia la plaza solo para asegurarse que los chicos no las han escuchado.
—No tienen que gritar así.
—Julie sabía que Dylan vendría por eso se ha puesto ropa linda —. Canturreó Hanna compartiendo miradas cómplices con Ivanna.
Chelsea en cambio chasqueó la lengua.
—Hanna, ¿tú crees que Juliette escoge su ropa por un hombre? Julie, cielo, dime porque estás usando esa falda.
Juliette se enderezó y elevó su mentón guiñando uno de sus ojos. —Por que se me ven unas piernas muy bonitas.
Las cuatro jovencitas volvieron a gritar y a exclamar sonidos de felicidad, palmadas sobre la mesa y algunos chasqueos; en esta ocasión los comensales de alrededor no tuvieron gestos de disculpa y su ruido fue tanto que llamaron la atención de sus cinco compañeros que, tras unas palmadas en los hombros e intercambio de palabras, caminaron hacían donde las chicas estaban.
