Serie de relatos, oneshots, drabbles con o sin continuación de diversas parejas. Resultado de dinámicas en instagram que representan un agradable reto para mi.
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Título: Dorado
Personajes principales: Ben Hardy & Rami Malek
Género: sinestesiaAU! saltoscuánticosAU!
Ambiente: Una feria, en verano.
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Al abrir los ojos la habitación estaba completamente oscura y supo que esa noche el insomnio volvió a ganarle a las pastillas. Se abrazó a si mismo imaginando el peso de un cuerpo más a lado suyo, pero no estaba. Benjamin dejó de estar ahí cuatro meses atrás. Dejó de estar en la cocina hurtando galletas en media noche, en la silla de la izquierda del comedor, dejó de estar su toalla húmeda sobre la puerta de madera y dejó ese bote de refresco con sabor a uva a medio terminar.
Rami extendió su mano y sus dedos formaron un pequeño círculo de luz, lo suficiente para iluminar tenuemente la recámara y hacer notar el pulcro orden de su alrededor. Justo al fondo estaba el chaleco táctico de Ben y sus armas aún manchadas de barro seco y gotas de sangre. Poco valor ha tenido Rami de tocarlas pues sabe perfectamente que Jones siempre fue bastante especial con sus armas.
—Hey, no las limpies así o las rayarás.
La voz del hombre sonó en su cabeza perfectamente memorizada y Rami solo pudo sonreír amargamente lamentando una vez más su lentitud al reaccionar en la lucha del vortex 73.
—Lo siento —. Murmuró —. Sé que prometimos una noche que nunca haríamos esto, pero lo siento. Te extraño, tengo que hacerlo una vez más. Te extraño y solo quiero verte.
Tomó el anillo color dorado que pertenecía a Benjamin y su mano izquierda se iluminó emitiendo una luz blanca, elevó su mano derecha donde su propio anillo color plateado brillaba y juntó ambas palmas contra su pecho. Pronto, provocó el salto cuántico.
Su rostro se frunció con incomodidad sintiéndose quemar, se removió entre el césped crecido y sus manos se cubrieron del intenso sol de verano. Rami se levantó tambaleante por las nauseas y miró a su alrededor tratando de identificar en qué lugar estaba.
Apenas subió una pequeña loma cubierta de césped y divisó a lo lejos lo que parecía ser una feria. Probablemente se trataba de una ciudad pequeña y aunque el periódico que encontró en un bote de basura pasos más adelante dictaba que estaba en el año de 1984, Rami aun no podía definir en cuál de los jodidos universos o línea temporal se encontraba.
Fue su instinto el que lo hizo caminar hacía la entrada de la feria, el lugar estaba lleno de familias y bastantes niños correteando que por unos momentos se sintió incómodo al pensar cuando fue la última vez que había ido a un parque de atracciones.
Cerró los ojos dejándose prontamente sumido entre el sonido de los pasos retumbando en el suelo como si marcaran una arrítmica canción que se veía interrumpida por uno que otro grito pero que al final fue organizado en un golpeteo que marcaba un compás de ¾. Los ojos curiosos de Rami voltearon a su alrededor tratando encontrar al causante del orden en medio del desorden y encontró a un niño, tal vez un púber, avanzado con paso calmo y un bastón guía.