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— Esto no está bien...

Esclamó la pelilila al ver como la pelirroja estaba al volante de un auto, los llevaría a la escuela pero a ninguno de sus amigos le emocionaba ir en ese auto. Se miraron entre ellos como si discutieran quien le decía que no.

— Abby, creo que todos concordamos en que nos da miedo ir contigo conduciendo. – Habló el peliturqueza dando un paso atrás para esconderse tras la japonesa. –

— Oh, ¿eso es verdad? – La pelirroja hizo un puchero. –

Todos asintieron con la cabeza - excluyendo al castaño, quien negaba, pues él nunca quería hacer sentir mal a nadie -.

— Entonces Loon y yo iremos en auto. ¡Vamos, Loon! – Alentó la ojiverde extendiendo sus manos al de ojos heteroctomaticos, quién casi da un paso para ir si no fuera por que la pelilila lo detuvo. –

— Loon, no. Es peligroso, sé que desayunas peligro pero no puedes seguir arriesgandote por tus amigos. – La chica habló al castaño en japonés para que no entendieran los demás, aunque claro, eso no funcionaba del todo con la pelirroja. –

— ¡No confían en mí! – Se quejó Abby haciendo un mini berrinche. – Ow~, vamos...

Tn, Bon y Joy negaron de nuevo mientras el castaño se quedaba sin decir nada, la chica lo sujetaba por los hombros evitando que se fuera con Abby por lástima o algo parecido.

— Abby, te queremos pero también queremos vivir. – Afirmó la rubia riendo un poco, luciendo adorable. – Perdón~...

— Que malos, me ofenden y a mis habilidades tras el volante... Bueno, nos vemos.

— Sip, nosotros caminaremos a la cafetería.

Estos se despidieron comenzando a caminar, haciendo que la pelirroja se estacionara para caminar con ellos. Habían decidido pasar ese y el día siguiente juntos por que eran mejores amigos.

Era temprano, aún muchas personas compraban sus decoraciones para esas fechas aprovechando las ofertas de todas las tiendas. Estos no eran la excepción, compraban accesorios para ellos mismos, como ropa y cosas para él cabello de las chicas como diademas de reno y de paso ponerlas a los chicos para tomar fotos.

Llevaron a la cafetería sintiendo como el lugar estaba más caliente que el exterior que los estaba congelando. Se sentaron en una mesa cerca de la ventana para poder ver si algo interesante pasaba afuera - y con eso Abby se refería a ver si alguien se caía en aquel charco de afuera, resulta que el piso estaba resbaladizo y esta casi caía ahí -.

Pidieron chocolate caliente, amaban eso, con pequeños malvaviscos flotantes. Junto con unos cuantos panes, era perfecto, ahorrar para esas fechas no había sino mala idea en absoluto.

— ¡Já, ya sabía que no era la única tonta que se cayó ahí! – Exclamó la pelirroja viendo como en la calle de adelante un niño se había resbalado por correr con un avión de juguete. Todos lo vieron sin ver la gracia. –

— Mhm... Pobre. – La rubia hizo un puchero con las manos sobre sus mejillas, se veía linda con todas sus expresiones, por algo era considerada de las bonitas del instituto. –

— Oigan, cuando yo casi me caí se rieron. – Abby secó una lagrima invisible para luego esconderse en "sueterlandia". –

— Pido perdón. – La pelilila la abrazó consoladola. – ¿Emocionados por la fiesta de la escuela? – Preguntó sin soltar a la ojiverde. –

— Pues, creo que sí, llevaré unas sorpresitas. – Dijo la pelirroja con una mirada picara. – ¿Que pidieron para navidad?

Todos tomaron un sorbo de su chocolate para contestar, el castaño hizo una mueca para luego cubrir su boca.

°🍬¡Baka!🍬° «Loon x Tn» [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora