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— L-lo siento mucho... En serio.

Dijo sin separarse del abrazo, él secó sus mejillas para luego reír un poco para tranquilizar a la pelilila, quien quizá se quedaría ahí hasta oír un "te perdono". Se separó del abrazo para tomar las manos de la chica con una sonrisa.

— No te preocupes... Es que, creí que pensabas que era alguien ridículo...

— ¿Ah? Para nada, eres adorable. Nada cambiara que quiera estar contigo. – Sonrió. –

— Gracias...

"Tampoco quiero dejar de estar contigo... No, no lo decía de esa manera... Baka" 

— Así que hay que ponernos de acuerdo. Amo estas fechas.

Rió la pelilila mostrando emoción por la próxima fecha que se aproximaba: Navidad. Todo parecía ir tan rápido y los amigos se entusiasmaban. Otra cosa favorita en esas fechas para la chica era que podían usar ropa abrigada por que hacia mucho frio.

— ¿Hacemos un intercambio de regalos? A quién le toque yo, que se haga la idea de que quiero una dakimakura bien suculenta. – Advirtió la pelirroja con un sonrojo en sus mejillas. –

— También me gustaría hacer un intercambio de regalos. – Concordó el peliturqueza con una sonrisa. – ¿Que opinas, Tn?

— ¿Yo? Me parece super bien. – Tn levantó las manos con una enorme sonrisa. – ¿También puedo pedir mi regalo? – Bromeó. – ¡Quiero a Loon! – El susodicho se sobresaltó sonrojado. – Es broma, no te asustes.

"Broma, por supuesto... Baka"

— Por cierto. ¿Quieren contarme más de ese asalto de dulces? – Pidió la pelirroja con una ceja arqueada. –

— Claro. – Aceptó la ojirrosa mirando al castaño. – Loon nos salvó.

Todos miraron al chico con la esperanza de que contara como hizo ese acto tan poco esperado por él. Más el se quedó callado por el temor, simplemente la atención lo hacía sentir encerrado, asfixiado.

— Y-yo... – Miró a la pelilila. – S-solo lo golpeé con la mochila de cazafantasmas... Pero ya pasó...

— Lo dices como si nada, Loon. – La pelilila quería hacerlo ver más épico. – El sujeto era fuerte, y cuando creí que ahí moriría, Loon lo tomó desprevenido y lo golpeó dejándolo en el suelo. Y escapamos.

— Oh... Suena genial. ¡Loon, eres un héroe!


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— Esto es divertido.

La ojirrosa ayudaba a la pelirroja a envolver regalos, no era su especialidad pero intentaba hacer su mejor esfuerzo. Era la primera vez en casa de Abby, y no sólo estaban ellas dos. Resulta que una noche antes se había colado a una pijamada con su grupo de amigos.

— ¿Nunca habías envuelto regalos o que? – Preguntó el pelirrosado ladeando la cabeza, recibiendo un golpe en el hombro por parte de la de cabello azul. – Ay, ¿qué?

— No pasa nada. – Rió la japonesa. – No suelo hacerlo, por qué no suelo dar regalos y tampoco me dan. Somos una familia pequeña y no querían que me acostumbrase a recibir regalos todos los años por que quizás no sería así.

— Pésimos padres. – Habló de nuevo recibiendo otro golpe por su "sinceridad". – ¡Ay, ya!

— No, no son malos. Igual me la pasaba bien en Navidad.

Continuaron con los regalos por unos minutos, todos andaban en pijama, era justo un día antes de nochebuena y estaban emocionados por los próximos días. Los demás días eran emocionantes pero esos eran super especiales.

— Creo que debería volver a casa. – Recordó la pelilila, los jóvenes no dijeron nada al respecto cuando una voz extra se unió. –

— Oh, no. Quedate a desayunar. – Era la madre de Abby, una mujer muy amable y divertida, su hija era bastante parecida y con extra de diversión. – Más tarde te llevaré a casa en el auto.

— Muchas gracias, señora. Pero no quiero ser una molestia. – Se avergonzó la chica pero después de insistir un poco más la convencieron de quedarse para desayunar. –



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— los extraño mucho, pero no sé preocupen, pasen las fiestas divirtiéndose, yo tambien lo haré.

Tn intentaba tranquilizar a sus padres que habían recibido una invitación a una cena muy lujosa por cortesía de la compañía de su padre. Esta también tenía planes, habría una fiesta escolar que sonaba bastante divertida.

Ahí estarían sus amigos y con ellos la diversión estaba asegurada. Sus padres sonrieron al escuchar su respuesta, lo cierto era que básicamente le estaban pidiendo permiso para ir sin que ella se sintiera de lado.

— ¡Gracias, Tn! – Habló su madre, quien seguro era la que había insistido en hacer esa llamada. –

— Te dije que no se enojaria, mujer. – Ahora decía el padre rodando los ojos, la joven rió. – Tu mamá estaba con que "es que se va a enojar".

— Oh, no. Claro que no, ustedes vayan.

— Nos vemos, hija. – Hablaron al unísono. –

Está colgó y se tiró en su sillón personal tranquilamente pero de repente tocaron la puerta haciendola sobresaltar y acabar con su tranquilidad rápidamente.

Fue a abrir un poco molesta, lo que ustedes llamaban "estar en sus días" le estaba afectando y no podía creer que le llegaría en plenas fiestas navideñas, la mala suerte.

Se encontró con el castaño, la castaña miró a ambos lados preguntándose que hacía ahí tan tarde, ya sé lo había prohibido. Lo jaló a su casa para cerrar la puerta detrás de ella.

— ¿Qué haces aquí? – Cuestionó cruzandose de brazos, para después negar con la cabeza, no quería sonar grosera con él. – Digo, ¿Estás bien, necesitas algo?

— ¿Ah? – Él chico la miró e inmediatamente pareció acordarse por lo que venía. – ¡Ten!

Este extendió una rosa hacia la pelilila rápidamente, la contraria la miró un poco confundida, luego la tomó y la olió, lo cierto es que no sabía por qué decían que las rosas olían bien si casi no olían.

— Gracias... Pero, ¿por qué?

— ¿P-porque? ¿S-sabes de la fiesta de la escuela? – El chico jugaba con sus manos con temor a que la chica rechazara su propuesta aún sin decirla. –

— Sí, es mañana. – Dijo esta, mirando la rosa, le daba curiosidad esa flor. –

— Pues... ¿Q-quieres ir conmigo?

La pelilila lo miró un poco confundida, ¿tenía que ser en parejas? Sonrió con un leve rubor para asentir con la cabeza, el castaño dió un pequeño saltito de emoción. La contraria aún no parecía del todo cómoda.

— ¿Es sólo a eso que venías? Digo, ¿Ya se te olvidó lo del asalto? – Cuestionó dejando la flor de lado. – Loon, podías pedírmelo por teléfono...

— Mhm... Creo que no lo pensé bien.  – La chica rió. –

— No, no lo hiciste.

°🍬¡Baka!🍬° «Loon x Tn» [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora