Capitulo 4

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"Un ser Incomprensible" 


Se Lleno la habitación de melancolía, inundo sus ojos con lagrimas de tristeza, ¿En que te has convertido Angely?, mi ángel lleno de vida y bondad estaba perdiendo la esperanza en si misma. Ahora esta agonizando en dolor gracias a un error imperdonable. Los nudos se me forman en la garganta y me impiden poder hablar, pero suelto una lagrima, lo cual es extraño para mi, ya que no suelo llorar en momentos como este. Ya bastante tiempo he sido fuerte, esta bes no logro serlo.

- ¿Por que estas llorando?- me pregunta con una expresión de asombro en su rostro. No me impacta su reacción, ya que ella jamas me había visto llorar en el tiempo que llevábamos juntos.

-Nada, estaré bien. Trata de dormir un poco, lo necesitas demasiado. Además mañana se te harán unos estudios de sangre para verificar tu estado y un encefalograma para revisar si no se origino algún tumor donde espero que no sea la situación.

- Esta bien. Pero, por favor,  vete de la habitación. Necesito estar sola y poder pensar, porque de verdad esto es una sorpresa para mi; ni en mis sueños tan descabellados te imagine a ti buscándome en Canadá y como me entenderás es demasiado para digerirlo.

- Tienes razón, volveré en la mañana para saber tu estado. -doy una media vuelta y doy pasos no tan seguros de mi. Apago las luces y veo como ella comienza a acurrucarse en la almohada, verla hacer eso me llena la mente de bellos recuerdos. Cierro la puerta y comienzo a caminar.

Ella no sabe que con cada palabra que salen de sus labios me esta volviendo un ser débil, una persona negativa, un ser incomprensible para el mundo. Un mundo en donde solo para mi existía ella.
Pero también me hace un ser fuerte, terco, luchador, imparable y comprensible, algo que nunca fui con ella por poner mi trabajo antes que a mi amor.
En la facultad de medicina te enseñan a lidiar con el comportamiento de desconocidos que buscan la muerte; pero nunca te enseñan a lidiar con la persona mas importante de tu vida en un hospital y de como sacarla de un cuadro depresivo.

Deseó sacarla de aquí, pero lo que mas deseo es que ella también lo desee para poder apoyarla.

No puedo contener mis lagrimas de tan solo pensar en lo caro que me esta costando tenerla aquí, no puedo evitar sentirme culpable de no estar con ella a su lado, no soporto ver conteniendo sus lagrimas mientras evita sucumbir al dolor que la esta consumiendo a cada minuto de su existencia, ¿pero como lograre sacarla de aquí? si hasta los mismos críticos dictan que es un alma incontrolable, incapaz de que alguien la pueda controlar.

Aun no me puedo rendir, aun no. Se que esta es una prueba mas para mi; solo necesito saber actuar bien y tratar de entenderla. Pero, cada segundo que transcurre me corre una helada tormenta de tristeza y melancolía que debo enfrentar de cualquier modo por que estando ella aquí se que podre apoyarla asta donde ella me lo permita. Tal vez, debo dejarla fluir, dejar que se exprese por si misma sin que yo la moleste, me acercare cuando ella me lo permita y me volveré a ganarme su amor como desde la primera vez que nos conocimos en el bachillerato.

Me merezco un pequeño descanso a mi parecer, no deseo sepárame de ella ni un momento pero debo pensar también en mi.  A mi mente viene el recuerdo que deje cosas en mi consultorio en la parte de la bodeguita que tengo ahí como una mochila con una bata de repuesto y una cobija que me regalo mi madre el día que salí de México; y llamare a la recepción de mi departamento para que me manden los uniformes que deje en la lavandería. Baje a la cafetería por algo para mi como un café con leche y una rebanada de pay de limón  y después podre descansar un poco en la bodega de mi consultorio. No es tan incomodo como lo recordaba el día en que el jefe me dejo dormir aquí cuando recién había llegado a Toronto y no tenia a nadie.
Revise por ultimo el expediente de 3 de mis pacientes, incluyendo a mi Angely.

-Mi Angely - sonaba su nombre en mi mente como lo mejor de los sonidos. Dejar de pensar en ella es un delito.

La Era De La AgoníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora