18.Raspón

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—No puedo creer que lo empujaras.

Jungkook lloriqueó.

—Mucha presión social ¿bien? —se excusó el porrista mientras pasaba sus manos por su rostro.

—De todas maneras, apuesto que si no lo hacía Kim lo iba a besar — le restó importancia Seokjin.

Namjoon asintió dándole la razón. Y Jungkook solo pudo resoplar.

—Usted sería una buena defensa capitán— añadió Jimin a la conversación, tomando asiento en donde en los últimos días era su mesa.

—Ay hyung —se quejó—¿usted también?

Jimin alzó las manos en señal de inocencia, riendo.

A vista de algunos era puro show; osea él chico popular y el capitán de porristas (también popular, aunque él ni enterado) coqueteando e interactuando entre ellos. ¿El fin? Volverse aún más populares. Otros lo tomaban normal tipo, él chico es el elegido, ya pasará.

Y luego estaban los shipper que hasta ya tenían una cuenta dedicada a cuchichear sobre cada momento entre ellos, y uno de ellos es el entrenador.

Yo lo sigo.

Pero bueno; a lo que venía a narrar.

Al sentirse en medio de toda esa presión social, Jungkook siendo una bolita de pánico no se le ocurrió mejor solución que empujar al chico frente suyo ocasionando que este tropezara y se lastimara el brazo—nada grave, pero Kim es reina drama— así que Park lo llevó a la enfermería.

Y toda la practica transcurrió incomoda, con malos comentarios sobre él empujando a Kim, otros dirigidos a Kim por tomarse el atrevimiento de invadir su espacio personal y los decepcionados por que no hubo un beso.

Sin embargo; justo ahora se encontraba aburrido, viendo como Jin contaba algo de lo que seguro terminaría dándole gracia a él solo y el resto reiría por su peculiar risa. ¿Debería ir a ver a Kim? Se había acostumbrado en tan poco tiempo tenerlo a su lado molestando, que raro se sentía ahora.

No. No hay razón ni ganas como para ir a ver a ese... a ese- ahgg. Si el destino manda una señal entonces irá.

—Oiga capitán. —Jimin interrumpió su tormenta.

Kook lo observó esperando que continuara.

—Deberías ir a verlo, ambos sabemos que es un chico teatral —le palmeó la espalda para convencerlo mientras le guiñaba un ojo.

Bueno esa es su señal.

 Chau.







[°]







Mientras recorría los pasillos llenos de salones se puso a pensar en el rumbo en el que iba su vida; trabajaba, tenía al chico más deseado persiguiendo su culo, logro el puesto que tanto quería, hizo más amigos, tuvo un nuevo platonic crush—todos sabemos que es Namjoon pero mejor silencio— su entrenador parecía querer volverse gay y conseguir pareja, ... Y todo por ¿Kim Taehyung? ¿Su orientación sexual y número de mamás? ¿Hotel? ¿Trivago?

Sacudió la cabeza.

Oh ya había llegado a la enfermería, no era como que estuviera súper lejos tampoco.

Abrió la puerta y juro que estuvo a punto de gritar.

El muy maldito de Kim Taehyung se encontraba cruzado de brazos bien dormido en el pequeño sillón que había al lado de la ventana. Sus cabellos meciéndose gracias al aire que se colaba de esta y su expresión tan relajada y varonil.

Por todos los dioses, él era malditamente gay y encima pasivo ¡¿Y lo atacan así?!

Corrección. Rumbo que toma su vida: ser un cliché K-drama.

—¡¿Desde cuándo soy la maldita t/n?!

Taehyung se levantó de un susto poniéndose en posición de lucha a lo Karate Kid.

Uy. ¿No gritó mentalmente?

¡Actúa como si recién llegaras! Le aconsejó su mente.

Grandiosa idea. Claro que sí

Pero hubiera sido más grandiosa si no hubiera literalmente dado dos pasos atrás, cerrar la puerta y entrar como si no hubiera desconocido a Jesús. Todo a vista de Kim.

No pegabas ni una, Jeon Jungkook.

—¿Acabas de volver a entra? —Taehyung le preguntó un poco perdido

¿Qué le sucedía a ese chico?

—No. Seguro ese golpe en la cabeza te afectó mucho. —rió nervioso Jeon

—Me golpee el brazo.

—¡Lo ves! Andas medio sacado de tu disco. —se acercó a Kim que estaba cada vez más desconcertado. ¿Sacado de su disco dijo? —En fin, Jimin hyung me dijo que venga a verte, así que no te hagas el importante. ¿Cómo te sientes?

Taehyung rió para sus adentro. Sí, claro que sí, Jeon Jungkook.

—Bien supongo, aunque ahora que o mencionas tal vez tengas razón sobre mi golpe en la cabeza—comentó sobando a la mencionada.

Jungkook no lo pudo evitar. Se preocupó.

—Será mejor que te sientes—caminó hasta él y en un dos por tres estaba sentado con la cabeza mirando al techo en el sillón. —Fue mi culpa así que te haré un té que mi mami solía hacer cuando me golpeaba al bailar, te sentirás mejor.

Y así como dijo se alejó para servir un vaso de agua caliente que siempre estaba en el termo de la enfermería (pues la enfermera cree que una bebida caliente sana hasta una hemorragia) y se dispuso a mezclar y dejar reposar las hierbas.

Taehyung solo sonrió aún con su vista en el techo.

En realidad, no se había hecho más que un diminuto raspón—la enfermería fue su lugar de escapatoria para que nadie vea sus mejillas abochornadas— pero ahora agradecía a las mil vírgenes porque se encontraba relajado mientras que Jeon Jungkook le hacía un té con sus propias manos.

Jungkook; talvez deberías empujarme más seguido.

Salta sobre mí || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora