final

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La suavidad de sus labios era demasiado agradable, su corazón que estuvo dolido ahora se llenaba poco a poco de calidez, había usado el cuerpo de ese muchacho para olvidar su dolor aunque fuera por unos momentos, la lujuria que emanaba de sus cuerpos por las noches le saturaba la conciencia dejando su mente en blanco, lejos de los problemas que le agobiaban con tanta frecuencia. Pero era ahora cuando algo más se presentó ante él, no tan solo un deseo carnal, lo que le costaba admitir era que se estaba enamorando de ese hombre de aspecto salvaje y cabellos rojizos. 

— Todo saldrá bien — Se escapó entre los labios a ese chico obviamente más joven, estaba siendo consolado por un muchacho pero en esos momentos no le importo.

Seok Jin temblaba entre sus brazos, el hombre que parecía vivir una vida perfecta estaba tan roto como cualquiera, no sabía qué era exactamente lo que atormentaba al hermoso florista pero aun si él no era tan importante para saberlo siempre podría ofrecer sus brazos para confortarle, no es que le gustara verle así de frágil pero la idea de ser tan cercano a Jin como para ver su vulnerabilidad, con lágrimas brotando de sus ojos le lleno de deseo, añoraba poseerlo de una forma íntima como a un amante. 

El viaje terminó y al salir del automóvil la luz de las farolas les alcanzó,Taehyung camino sujetando el cuerpo ajeno, las manos de ese hombre se aferraban a su ropa y la humedad en su pecho se enfrió en contraste con la temperatura del aire. Sus pasos cesaron y el viento les acarició el cabello y ropas, con el aroma de la noche. 

 Jin quien permanecía con la mirada baja recibió esa imagen brillante sobre sus pupilas al levantar la cabeza, con los ojos algo hinchados por las lágrimas tibias que brotaron de sus lagrimales hasta hace unos pocos minutos atrás; la panorámica de la ciudad reluciente por las luces se presentaba ante su mirada ahora no tan triste. 

— Me gusta venir aquí cuando necesito pensar o me siento abrumado. — Habló Tae con su mirada perdida en el horizonte, con una sonrisa agradable.

No dijo nada, las palabras no saldrían de su boca aun si lo intentara, su corazón dio un salto, sintió el calor en su rostro y apretó los labios incapaz de desviar la mirada del perfil del atractivo chico de cabellos rojizos. En esos momentos parecía que estaban solos en el mundo, sin miradas, ni prejuicios y mucho menos la presión de su familia, un instante en que podía respirar con calma y donde su corazón se permitía latir apresurado. 

— Se mío — Salió de sus labios de forma repentina, como un suspiro aliviado de su corazón al sentirse seguro. 

Los iris ajenos se fijaron en él, tenía una sonrisa suave sobre los labios, esos labios que había besado una infinidad de veces con hambre y seguía deseando aún ahora. 

— Eres extraño, pensé que solo pensabas en mi como tu compañero de cama — Soltó el pelirrojo ante esa propuesta para alejarse sin respuesta. 

— No… — Jin por fin reaccionó y notó el peso de sus palabras, había perdido la cabeza. 

— Sexo, novios y las citas para después? — Rió Taehyung divertido, todo parecía perder el orden, su relación era un caos si es que se podía llamar una relación, pero la verdad era que estaba perdidamente enamorado de ese hombre de cabellos oscuros y carnosos labios. — En el sentido en el que vamos supongo que lo último que escucharé será un "Te amo". — Agregó para alcanzar los amplios hombros de Jin y bajar con suavidad hasta alcanzar sus manos. — Pero estoy dispuesto a esperar por ello — Dijo en un susurro que acarició los labios ajenos, terminó en un beso que no fue lujurioso para nada. 

La situación con sus padres ya no era relevante, había dejado clara las cosas, no aceptaría que influenciaran en sus decisiones y mucho menos en su felicidad, quería estar con este chico de aspecto salvaje, porque a pesar de los prejuicios el era un buen chico, era amable y sincero. Quería vivir la experiencia, de elegir y tener un amante por primera vez. 







Esa mañana no despertó en su cama, el perfume sobre esas sábanas era uno que le encantaba y la voz grave que cosquilleo en su oído era la de su amante. Esos brazos le sujetaran desde atrás y sintió ese cuerpo desnudo pegarse a su espalda.

— Buenos días — Susurró Tae para comenzar a besar esos hombros con devoción, Jin tembló ante esas caricias y rió dejándose acariciar por esas manos traviesas. 

— Buenos… — Las palabras murieron en un jadeo cuando sintió como su miembro era acariciado con suavidad. — Tae! — Le llamó con el deseo creciendo en él y tembló ante el ritmo en que se movía esa mano. 

— Te amo… — Pronunció acalorado por la situación, su propio pene estaba duro contra los glúteos de Jin, el sexo en las mañanas era agradable y es que le era casi imposible mantener las manos lejos de su amante. 

— Más rápido… — Pidió con la boca abierta en lo que eran gemidos ahogados, deslizó su mano para tocar esa dureza que le presionaba. 

El encuentro fue escalando en intensidad, sus voces se mezclaban así como la saliva de sus bocas, los jadeos eran excitantes y el calor de sus cuerpos unidos les provocaba placer. Ambos llegaron al orgasmo juntos, jadeantes y agotados se abrazaron esperando recuperar el aliento. 

Luego de un rato entraron en el baño para asearse, Taehyung salió primero y Jin le siguió de cerca, secos se dirigieron a la cocina, Seok tomó asiento, estaba cansado y agradecía que hoy Tae preparara el desayuno.

Un plato con huevo revueltos y pan tostado fue dejado con suavidad frente a él, luego recibió una taza de café, su amante tomó asiento a su lado su brazo se coló bajo la camisa  del mayor para acariciar su piel cálida y suave, sus dedos reconocieron el tatuaje que él había hecho sobre ese cuerpo que en las noches devoraba con pasión. 

— Me haces cosquillas! — Se quejó Jin con la boca llena, con una sonrisa incómoda sobre sus labios. 

— Lo siento… — Se disculpó con una risita. — Es solo que me encanta esta parte de mi sobre tu piel. — Pronunció al acercarse al oído ajeno, su voz sonó tan gruesa y a la vez gentil que le robó un suspiro a su novio encantador. 

— No me hables tan cerca… — Dijo con las mejillas rojas tan avergonzado. 

— Me encanta verte así, aun te avergüenzas después de tanto tiempo. 

La verdad era que ya había pasado cerca de un año desde el comienzo de su relación, todo iba muy bien, sus padres se habían rendido al cuarto mes insistiendo con el matrimonio, Taehyung se veía intimidante y ellos lo odiaron apenas lo vieron. Pero todo eso no importaba, se habían enamorado uno del otro y eso no iba a cambiar. 





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Gracias por leer! ♡

Me demoré un montón
Haré un extra quizá

El primer amor entre rosas y tinta | TaeJin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora