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𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑡𝑟𝑒́𝑠

miro el techo de madera hace dos horas que había despertado, había escuchado a cassandra pasar por el pasillo y advertirles a las mujeres del servicio que me levantaran en media hora para comenzar mi entrenamiento, estaba asustada ¿que era lo que me espera a partir de ahora? no entendía nada... mejor dicho no entendía mi yo interno, de momento se encontraba bastante tranquilo y luego quería cortarle la garganta a cualquiera que pase ni contar con mis sombras que ahora mismo no se encontraban, me levanto de la cama y caminó al baño para ducharme, mientras encendía la regadera quito mi ropa y entro, escucho la puerta de mi habitacion ser abierta 

- michelle. vladimir te espera abajo - escucho la voz de cassandra 

- bien- murmuró, sabia que me escuchaba

al salir del baño solamente con una toalla busco entre mi valija busco algo simple unos pantalones deportivo zapatillas un top deportivo y una sudadera me hago un moño desarreglado y bajo, no sabría lo que me esperaba por lo cual me vestí cómoda, veo a atticus en el pasillo, vestía todo de negro, unos pantalones de vestir, una polera, zapatos  y una chaqueta, pareciera que acaba de entrar por la nieve en su zapatos. 

lo miro de arriba a bajo como dos veces, puede ser que este completamente normal, pero si que me gusta su estilo de vestir... me gusta el

¿espera yo dije eso?

- ya estas despierta, bien, baja a desayunar y espérame en mi despacho - Pasa por mi lado- ah una cosa mas.... 

giro mi cabeza cuando esta a mi lado para verlo de frente

- deja de morderte el labio, te esta sangrando- dice con una sonrisa victoriosa

lo miro anonada dejando de hacer aquello que me dice, no había notado que yo me mordía niego concentrándome debía dejar de comportarme así. Bajo a la cocina, veo que se encuentra mi hermano tomando un café y la tal cassandra ella me alcanza una tasa le agradezco y me sirvo un poco de café. los tres nos encontrábamos en silencio cada uno en su mundo por lo que vi, dejo la taza en el fregadero y camino al despacho de atticus toco la puerta

- pasa- escucho que dice lo miro leer un libro viejo me acerco a el las letras del libro no las entendía, 

-¿Entonces? ¿Vamos a leer?- murmuró mirándolo

- primero debes saber cómo canalizar tus emociones, si estás triste, enojada feliz etc. Cada emoción dependerá de cuan grande es tu poder- habla levantándose - ahora eres una bomba de tiempo si te enojas tu poder florece como también si estás feliz

- digamos que entiendo tu punto - digo - ¿Cómo sería tu estrategia para controlarlo? No puedo evitar no sentir

El se queda callado un momento lo cual comencé a pensar que si había una manera de bloquear toda emoción mía pero sería imposible

- tienes razón.... Aunque bloquearte tus emociones sería una buena idea, no nos conviene a ninguno

- ¿no te conviene?

- estaremos bastantes años Michelle hasta que puedas controlar aquellas sombras y a tu otro ser

- eso lo sé.

- entonces comencemos....- el sonríe de una forma extraña

            Sebastián.

Intento oír lo que sucede en el piso de arriba hace más de tres horas que Michelle se había encerrado con aquel vampiro y los guardias apenas dejaban acercarme al pasillo donde se encontraba la sala. Miro pasar a Cassandra quien me ignora. Agradecía que me ignore no sabría cómo hablar luego de lo de anoche, salgo de la mansión y camino por el prado lleno de nieve

- oye- escucho a Cassandra

Volteo y la veo con un par de palos de prácticas ella me tira uno lo cual agarró en el aire

- supongo que antes de venir aquí tenías una rutina - habla acercándose- y yo me aburro

Ella no deja que hable cuando me ataca con aquel palo esquivo su movimientos ágilmente. Sonrió de costado y me acerco más para comenzar aquella práctica.

Al entrar nuevamente a la casa para ducharme escucho un grito desgarrador de Michelle, corro empujando a los dos guardias y entro al despacho de este.

Observó a mi hermana tirada en el suelo sujetando su cabeza mientras gemía de dolor miro a mi alrededor buscando al vampiro pero lo que me llevo de sorpresa es ver las sombras en toda la habitación

-¿Que haces aquí?- escucho a una esquina

Miro a Vladimir sentado en un sillón tranquilamente

-¿Que le estás haciendo?

- ¿Yo? Nada...- dice mirandola- pero creo que Felipe si se divertía mucho contigo ¿Acaso te vio la cara?- le grita y ella abre los ojos enojada sus ojos estaban rojos y las sombras corrían a Vladimir furiosas solo que estás desaparecían antes de llegar a el

-¡Ya déjala!

- deja de meterte lobo estupido- me mira seriamente se levanta y camina a Michelle quién seguía mirándolo con bronca.

- Sebastián... Largate - habla ella aún mirando a Vladimir aunque sus ojos ya no se encontraban de aquel color miro al vampiro quien aún miraba a mi hermana me doy la vuelta para salir cuando me detengo al escuchar

- creo que será mejor que el se vaya ¿no limoncito?- miro de reojo a Vladimir sonreír

Está loco si piensa que dejaré a mi hermana con el...