Enchanted to meet you ; Anderperry ✔

↳ *doce* ༉‧₊˚✧

—¿Vamos?, de seguro los chicos ya deben de estar allá.— Neil tomó a Todd de la mano y lo jalo afuera del pasillo para encaminarse hacia la cueva.

Tenían que cuidarse en los pasillos de el doctor Hager ya que aveces rondaba por ahí por si veía a algún estudiante fuera del cuarto. Estuvieron más de tres veces muy cerca de que los atraparán, así que optaron por correr rápidamente hacia el pequeño bosque.

—¡Deténganse! ¡Ya los vi!—gritaba Hager mientras trataba de correr pero los muchachos ya se habían escondido en el bosque, se quedó un rato tratando de buscar, se rindió y se dio la vuelta hacia la academia.

—¿Por qué tardaron tanto?—Pitts prendía una pipa mientras subía y bajaba las cejas.

—Cállate.—le contestó Neil mientras le tapaba la pipa haciendo que se ahogara.

Estaban por comenzar la reunión, cuando notaron que faltaba alguien.

—¿Donde está Charlie? Fue su idea, debería de estar aquí.—habló Meeks mientras le pasaba la pipa a Cameron.

En el preciso momento en el que alguien estaba por hablar, unas agudas risas resonaron por toda la cueva y de inmediato todos comenzaron a verse los unos a los otros nerviosos y tratando de averiguar de donde provenían esas risas de mujer.

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—Pasen, pasen señoritas.—Charlie como todo un caballero, dejo que ellas pasaran. —Está es la cueva de la que les hable.—dijo una vez que se encontraba adentro.

Los chicos miraban a las mujeres como si nunca hubieran visto a una, y miraban a Charlie con confusión y ganas de asesinarlo.

—Chicos, ellas son Gloria.—señaló a una rubia de buena figura y de bonita sonrisa. —y......—había olvidado el nombre de la otra chica que era un poco más alta.

—¡Tina!—habló fuertemente un poco molesta ya que se notaba que estaba celosa de su amiga.

Los chicos comenzaron a presentarse nerviosos, mientras las chicas trataban de prestarles atención a cada uno.

Charlie, para impresionar a las chicas comenzó a dedicarles un poema.

—Chicos, a partir de hoy renunció a mi nombre de Charles Dalton, así que de ahora en adelante llámenme Nuwanda.—tomó el lápiz labial de una de las chicas y dibujo símbolos en ambos lados de sus mejillas.

Todos los chicos lo miraban con sorpresa y confusión. No entendían a que se quería referir Charlie con lo que estaba diciendo.

—¿Por qué estás haciendo esto?—le preguntó Neil mientras lo jalaba del brazo hacia el, mientras los demás conversaban con las chicas y se pasaban la botella de alcohol junto con los cigarrillos.

—Algunos de nosotros también queremos con quien poder ir a los baños.—La cara de Neil se tornó de un color rojizo, estaba seguro de que nadie los había visto. —Y como aquí no hay chicas, por eso las invite.

—Pero se ven mucho más grandes que tú.

—¿Y? Mucho mejor—Charlie soltó una pequeña risa mientras sonreía de lado.

Neil se sentó junto a Todd, quien le tomó la mano rápidamente cuando una de las chicas se le quedó mirando.

—Como editor del periódico escolar, he puesto un artículo en donde a petición del club de los poetas muertos exigimos que haya chicas en nuestra escuela.—habló Charlie mientras le daba un trago a la botella.