"Juntos somos algo"

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Las noches de cena con los Kim eran costumbre, tradición. Y como siempre, terminabas sentada al lado de Seokjin. Lo cual, a pesar de ser un plan de sus padres para que terminen juntos, era bastante cómodo y divertido.

Las cenas se hacían más amenas con él a lado tuyo. Contando chistes tontos, riendo de esa forma tan particular y encantadora a tus oídos, o cuando te tomaba la mano bajo la mesa porque tus padres se habían pasado de la raya contigo.

Esa noche en especifico, tus padres estaban siendo más insistentes de lo normal con lo de un futuro matrimonio juntos.  Los padres de Seokjin parecían también estar de acuerdo con ellos de un modo tan encantador como solo podían hacerlo los Kim.

Seokjin lo tomaba con bastante ligereza, con bastante humor. Haciéndote de vez en cuando preguntas como cuál sería el mejor sitio para su luna de miel o si preferías las rosas blancas o rojas para su propuesta de matrimonio. Todos soltaban risitas pululantes, avergonzadas pero tú... tú no podías. Te molestaba un poco el hecho de Seokjin jugará con un tema tan serio sabiendo lo que significaba aquello para ti.

"Tesoro, hacen una pareja espectacular." Decía tu madre, rebosante de feliz. Y no la culpabas, Seokjin era el partido perfecto para cualquier mujer. "No me extrañaría que en poco tiempo contrajeran nupcias."

Sonreíste con tristeza. A veces te costaba bastante trabajo bajar a tu madre de esa nube rosa que creaba o quería crear de tu vida. Puede que fuera dura contigo, que te haya sacado de casa por razones estúpidas e incongruentes o que a veces fingiera que todo en la familia iba bien. Puede que te haya hecho sentir como una basura pero seguía siendo tu madre e, ignorando todo eso, muy en el fondo la querías.

"Lamento decepcionarte, madre, pero el corazón de Seokjin ya tiene dueño." Dijiste, llevándote un bocado de ensalada a la boca.

El silencio reinó en la mesa, los padres de Seokjin lo miraban confundido y tus padres te miraban a ti, reprimiéndote con la miraba.

"Jin, ¿de qué está hablando, cielo?"

Seokjin frunció los labios.

Ahí fue cuando recordaste lo imprudente y bocazas que podías llegar a ser a algunas veces.


"Seokjin, cálmate, por favor." Intentaste tranquilizarlo. Estaba como león enjaulado, dando vueltas de aquí para allá. Había tenido una plática muy seria con sus padres la noche anterior y ahora, esa mañana, había ido corriendo a descargar su enojo. Contigo. "Te pedí disculpas, ¿no? ¿Cómo diablos iba a saber que no le habías dicho a tus padres?"

Te encaró de nuevo, observándote unos segundos para después continuar con su andar.

"Llevas bastante tiempo con Nam como para que su relación ya haya salido a luz." Hablaste de nuevo. "No vengas a desquitar tus frustraciones conmigo."

Estabas siendo injusta, pero un enojo desconocido estaba creciendo dentro de ti. Toda esa ira que veías emerger de los ojos de Seokjin ahora estaba entrando en tu sistema.

"Los problemas que haya en mi relación son solo míos, ¿de acuerdo?" Atacó, con el ceño fruncido y la voz más profunda de lo normal.

"¿Qué?"

"Lo que oíste. No tienes derecho a estarte metiendo en mis cosas." Volvió a decir, ahora mucho más enojado. "Estoy cansado de tus imprudencias, lo que pasa es que no sabes cuándo mantener la boca cerrada."

Aquello te dolió. Era cierto, pero Seokjin siempre era blando a la hora de decirte tus verdades. Dolían, de igual manera, sí, pero hacia mas llevadero el reflexionar sobre tus errores. Hoy estaba siendo rudo y voraz, no estaba ese Seokjin amable de siempre.

NOSOTROS TRES [NAMJIN][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora