"Nosotros tres"

1.1K 73 15
                                    


El leve resplandor del sol se filtraba por los pequeños espacios de las persianas de tu habitación, dando levemente sobre tus ojos. Un pitido llegaba a tus oídos: escandaloso, chillón y muy irritante.

Un extraño y abrumante calor sofocándote entre las sábanas, provocándote ganas de salir a darte una ducha urgente.

"Mi amor..." El adormilado susurro de Seokjin se escuchó a tu espalda. "Apaga ese condenado aparato..."

Acariciaste levemente su brazo.

"Ya voy, ya voy..."

A tientas buscaste la mesilla de noche, en la tarea de encontrar tu despertador y apagarlo. Una vez la cumpliste, volviste a acurrucarte en la cama en aquel calor que, al principio, te parecía desagradable pero ahora era cómodo y acogedor. Unos brazos rodearon tu cintura y hundiste tu rostro en un cuello desconocido, acomodándote, lista para entregarte a los brazos de Morfeo otra vez. Pero había una espinita en tu cabeza que no te dejaba en paz: ¿Cómo habías terminado así? ¿Quiénes te acompañaban en la cama? ¿Qué había pasado anoche?

Con rapidez, te sentaste en la cama con la respiración pesada. Observaste a tu alrededor y, por fin, caíste en cuenta sobre lo que había pasado anoche: la puerta semiabierta, un nudo de ropas y zapatos tirados por el suelo, el elástico de las medias marcando más de lo debido en tus muslos. Pasaste las manos sobre tu rostro con pesar, girando lentamente para descubrir los cuerpos que yacían acurrucados a tu lado.

"No puede ser..." Susurraste preocupada, mirando como Seokjin y Nam dormían plácidamente con rostros pacíficos.

Suspiraste pesadamente y un aire frío viajando por tu espalda te recordó que estabas desnuda. Te cubriste con la sábana, sintiendo como los colores te viajaban por la nuca, al rostro y por último a la orejas. Estabas más que avergonzada. Por tu mente vagaba todo lo que habías hecho anoche con ellos, extrañándote a ti misma por lo intensa que se había tornado aquella situación.

Con cuidado, saliste de la cama. Una ducha iba a servirte para aclarar tu mente y organizar tus ideas. Gateaste despacio por la colcha, hasta llegar a ponerte de pie sobre el suelo de madera. No pudiste dar ni un paso cuando apareció un doloroso piquete en tu espalda, haciéndote caer al suelo de forma estrepitosa.

"¿Qué diablos...?" Escuchaste los murmullos de Nam. "¿Noona?"

<<Tierra, trágame y escupeme en el lugar más alejado posible, por favor.>> Pensabas al punto de querer arrancarte los cabellos.

"Mira nada mas, que buena vista a la hora de despertar." Bromeaba Jin, asomando el rostro por la orilla de la cama sin quitarte los ojos de encima.

"Podría a acostumbrarme a esto." Le siguió Nam, situado de la misma forma que él.

De verdad, querías que te tragara la tierra. Sabías lo que estaban viendo; caíste de cara contra el suelo así que tu trasero en popa los recibía. Era la manera menos romántica después de despertar de una noche fuera de serie.

Empezabas a pensar que serías pésima como novia.

Te levantaste como pudiste del frío suelo, tomando como soporte el tocador que quedaba frente a tu cama. Te recargaste en el cuando la punzada en tu cadera apareció de nuevo, provocando que una mueca de dolor se dibujara en tu rostro.

"¿Qué pasa, cariño?" Preguntó el mayor, fingiendo preocupación. Porque muy en el fondo sabías que se estaba divirtiendo de lo lindo contigo.

"Pasa que", comenzaste a hablar, encarándolos a ambos, "tuve una noche un tanto intensa, mi cielo. Y los hombres que estuvieron conmigo se aprovecharon un poco de la situación." Respondiste sarcástica a su pregunta.

NOSOTROS TRES [NAMJIN][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora