Capítulo 3. El comienzo

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S. Grose: Debes saber que las clases comienzan a las 8:30 a.m., paran a las 11 a.m. y vuelven a comenzar de 3:30 p.m. a 4:30 p.m. A las 8 a.m. se desayuna, a las 4 media se merienda y a las 8 p.m. se cena, eso durante la semana, los fines de semana se desayuna a las 9 a.m. Todo lo que ha de aprender la señorita Flora se encuentra anotado en esta libreta, además puede seguir las notas de su hermana y de la señorita Jeesel. Además, Flora, no puede salir de la casa, es decir, que no puede cruzar los portones. Sus padres murieron hay y es muy traumático para ella salir pasarlos. – yo iba apuntando todo en una libreta mientras la seguía por toda la casa, con mi maleta en la otra mano. – Por cierto, el ala este es la más vieja de la casa, le recomiendo que no vaya, hay que realizar reparaciones y le puede suceder algo. ¿Hay algo que no haya entendido?

D: No, todo está bien.

S. Grose: Mañana no tendrás que darle clases a Flora, debido a que será tu primer día. – llegamos hasta una puerta, la cual abrió y después me dio la llave. – Este será tu cuarto para los próximos días, este de aquí es el de Miles, y aquel de allá en de la señorita Flora. Ponga en orden sus cosas, la esperamos para cenar.

D: Vale, gracias.

S. Grose: Por cierto, llame a su hermana y baje con ella para que podamos cenar todos juntos.

Asentí en silencio y ella desapareció de la estancia. Entre al cuarto y dejé la maleta sobre la cama. La habitación tenía una decoración antigua, parecida a la de mi hermana, con un gran biombo, un armario enorme y una puerta que daba a un pequeño cuarto de baño. Me acosté en la cama exhausta, tenía ganas de que acabara ya el maldito día. Unos golpes en la puerta llamaron mi atención sacándome de mis pensamientos.

D: ¡Adelante! – grité mientras me incorporaba y abría mi maleta para sacar la ropa.

F: Soy yo Flora.

D: Hola Flora, ¿Qué haces aquí no estabas en los establos con mi hermano?

F: Es verdad lo que dice Miles.

D: ¿Qué dice Miles?

F: Dice que Kate está loca, y qué me va a dejar como la señorita Jessel.

D: No le hagas caso, pequeña, Kate tiene una enfermedad que se puede curar si se coge a tiempo. Pero debido a algunas cosas ha vuelto a enfermar, pero ella no quiere dejaros, os quiere mucho a ti y a Miles, aunque es lo que parece.

F: De verdad, ¿por qué nos trata así?

D: Ella piensa que la odiáis, por ello intenta mantenerse un poco alejada, para que no la odies más.

F: Yo no la odio, me molesté porque rompió mi muñeca, pero sé que no lo hizo a posta.

D: Lo sé, que te parece si vamos y se lo decimos, ahora que tengo que levantarla para que coma un poco.

F: Siii. – dicho esto me agarró de las manos y salimos corriendo en dirección a la habitación de Kate.

Tocamos la puerta esperando que nos contestara, pero nadie lo hizo. Supuse que seguía dormida y entramos despacio y me senté despacio en la cama y Flora se sentó a mi lado derecho.

D: Kate, despierta, alguien quiere hablar contigo. – Kate se movió en la cama y abrió los ojos de forma pausada.

K: Diam, eres tú, ¿Qué pasa?

D: La pequeña Flora quiere hablar contigo.

F: Yo quería disculparme, no tenía que haber gritado así.

K: Pequeña no es tu culpa, no debí sujetarte tan fuerte, tu muñeca se rompió por mi culpa.

F: No pasa nada, tengo más muñecas. Pero pensé que nos odiabas.

En medio de la noche (Miles Fairchild y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora