Los rayos del sol hicieron que me despertara, sin embargo, me tape con las mantas para no ver nada, y poder dormir un poco más. Pero como siempre alguien me llama, en mi antigua casa era mi amado despertador, irónicamente hablando, aquí unos golpes en la puerta. Me incorporé y miré la hora en mi reloj eran las 7:30 de la mañana. Con pesadez me levanté de mi cama y abrí la puerta encontrando a una pequeña Flora con un peluche en las manos dándome la espalda.
F: Ah, Buenos días, Diam. – saludó dándose la vuelta, para mirarme con una gran sonrisa.
D: Buenos días, pequeñaja.
F: La señora Grose, me dijo que te llamara y que juntas llamáramos a Kate.
D: Déjame cambiarme y ahora vamos a llamarla. – dije poniéndome a su altura.
F: Vale, pero te espero en tu cuarto. – entró en la habitación y se puso sobre la cama.
D: Enseguida estoy, espérame aquí. – cogí un par de cosas del armario y entré al cuarto de baño para cambiarme.
Poco tiempo después me había peinado y vestido con unos jeans negros y un cuello alto de color blanco, acompañado de unas botas negras.
D: Ya estoy, vamos a despertar a Kate.
F: Bien, vamos allá. – dijo esto último y salió corriendo de mi cuarto llegando al cuarto de Kate.
Al llegar, cogí la llave que tenía de Kate y abrí la puerta del cuarto despacio. La estancia estaba tranquila y Kate seguía dormida. Entre antes que Flora, ella iba detrás de mí abrazando su peluche. Me acerqué a la cama de Kate, me senté sobre ella y cogí a la pequeña Flora en brazos, sentándome en mi regazo.
D: Kate es la hora del desayuno.
F: Kate tienes que despertar o nos quedaremos sin comer.
K: ...
D: Espera. – bajé a Flora y me levanté. Flora, al ver mi acción volvió a subirse a la cama. – Vuelvo enseguida.
Flora asintió en silencio y fue al baño. En este agarre una toalla y la empapó con el agua. Volví al cuarto, me acerqué a la cama y me senté en el lugar contrario a Flora.
F: ¿Qué vas a hacer?
D: Despertarla, de pequeña me costaba mucho despertarme, ella agarraba una toalla empapada en agua y la pasaba despacio por mi rostro.
F: ¿Por qué?
D: Al sentir el contacto con el frío se despertará enseguida.
Dicho esto, acerqué la toalla a la cara de Kate y esta comenzó a hacer caras raras. Esto demostraba que mi experimento había funcionado. Esto es similar a tirar un jarro de agua fría sobre alguien, pero menos cruel. Kate comenzó a abrir los ojos.
K: Diam. – saludó incorporándose en la cama hasta quedar sentada. – Flora. Buenos días a las dos.
D y F: ¡Buenos días!
K: ¿Qué hora es?
D: Son las 8 de la mañana, pronto desayunamos.
F: Sí, la señora Grose dijo que haría tortitas, pero si no bajamos pronto Miles se las comerá todas. Ya debe de estar abajo.
K: Bueno, pues vamos a por esas tortitas.
F: Siiiiiiiiiiii. – asintió, se levantó de la cama y se dirigió a la puerta. – VAMOS, VAMOS.
K: Diam, me ayudas a cambiarme.
D: Oh, sí. Voy a por tu ropa. Ve bajando Flora y vigila que Miles no nos robe nuestras tortitas.
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En medio de la noche (Miles Fairchild y Tú)
Romansa- Todo tiene explicación, solo dejame encontrarla. - Desde que estás aquí no he dejado de seguirte con la mirada. ¿Qué ocurre en la mansión Fairchild?¿Qué secretos oculta? No sabemos lo que sucede dentro de esa gran casa, sin embargo una visita ines...