Cuidando a Aioria de Leo

1.5K 96 40
                                    


Shura nunca se había considerado una persona cercana a nadie. Los vínculos qué tenia en éstos momentos eran de  compañerismo más no amistad, extrañamente estando a lado de los caballeros de Cáncer y Piscis ese conceptos siempre parecían ser dejado de lados, se sentía a gusto formando parte de ese trío aunque no lo admitiera.   Deathmask era un canalla qué tenía la extraña costumbre de hacer bailes ridículos sin darse cuenta mientras qué Afrodita era callado y mordaz pero con un amabilidad qué ocultaba de manera celosa, extraños y más aún cuando formar una barrera. Ambos no se llevaban bien, o eso es lo qué siempre decían pero había días en donde no tenían ojos para nadie más qué el otro.  En esos días era cómo si de manera silenciosa se hubieran  desafiados y nadie, absolutamente nadie podía interferir, ellos se perdían en su propio mundo sin darse cuenta y él entiende qué en ese tiempo el debe alejarse.  A veces  necesitaban dejar de ser un trío a ser solo un par por lo que  ahora estaba en su templo disfrutando su tiempo libre, era agradable tener momentos solo para él, disfrutar de buenas lecturas, practicar sus técnicas y tener tiempo de reflexionar.

— Shura — Aioros apareció ingresando a su templo desde el lado superior de las doce casas.  — lamentó si te he molestado.

— En lo absoluto. — le contestó él cerrando su libro en manos.

— Veo qué estabas leyendo — observó Aioros, Shura asintió estaba leyendo "Mitos y estrellas" un libro qué había encontrado en  la biblioteca de Capricornio, el título le había llamado la atención y hasta el momento la lectura era gratificante. — he venido de Piscis y me encontrado con Afrodita y Deathmask, pensé qué estarías con ellos.

— Hay días en lo qué me gusta estar sólo.

— Ellos estaban meditando y  parecian estar en su propio mundo. Es curioso verlos tan cercanos, considerando qué siempre resaltan qué no se llevan bien.

— Ambos son extraños — se limitó a comentar. Afrodita y Deathmask eran opuestos e iguales a la vez, tan extraños qué a Shura le daba dolor de cabeza el sólo pensar en su relación de compañerismo — ¿Necesitas algo? — consulto.

Aioros no era el tipo qué hacía visitas, antes solía verlo ir al templo de Géminis pero eso era normal, ambos eran compañeros de entrenamiento y amigos,  aunque recientemente Sagitario se la pasaba cuidando al pequeño Aioria, el miembro más reciente de la orden dorada.

— La verdad es que sí — contestó dudando al verse descubierto. Algunas veces era normal verlo en ese estado y casi siempre se trataba se trataba de una persona en especial.

— ¿Se trata de tú hermano?

— Asi es — aceptó aliviado de qué Shura pudiera entender la situación. — necesito que alguien lo cuide,  debo partir con Saga a una misión y se qué cualquier persona podría encargarse pero no me siento cómodo dejar a mi hermano con desconocidos.

— ¿El patriarca no se encuentra? — nadie le había informado de la ausencia del pontífice.

— Si, está en el templo principal pero esta ocupado con Mu, la fiebre no le ha bajado de anoche y por eso...

— ¿Quieres qué lo cuide? 

— Eres una persona responsable y Aioria te quiere mucho, me sentiría tranquilo si tú lo cuidarás. — se sintió halagado de ser considerado responsable y confiable pero dudaba en poder cuidar a un infante después de todo aunque fuera un santo dorado el tampoco no dejaba de ser un niño, apenas era unos años mayor qué Aioria ¿Cómo podría cuidarlo? Pero Aioros parecía impaciente ante la respuesta, temia que su petición fuese rechazada. Era curioso verlo actuar de esa manera, Aioros siempre era calmado frente a todos, un líder nato y confiable, cualidades qué shura admiraba pero ahora sólo era un hermano mayor preocupado por el bienestar de sus hermanito.

— Si  el patriarca está de acuerdo lo haré Aioros — dijo. Aioros se mostró aliviado.

— Le informé al patriarca de la situación, el dice qué no tiene problema mientras no se alejen de su campo de visión.

— Entonces será mejor qué vayamos al templo.

En el camino Aioros explicó los cuidados básicos de su hermano, qué si lloraba debía pasearlo en brazos, qué si comenzaba a comer su ropa es porqué tenía hambre, si tenía sueño se mostraría molestó, ese y otras cosas más qué Shura escuchó de forma atenta aunque la verdad no creía necesario pues el patriarca estaría cerca.

Cuándo llegaron el patriarca ya lo esperaba con Aioria en brazos, el pequeño al instante quiso ir con su hermano así que esté lo cargó.

— Shura se encargará de cuidarlo gran patriarca — informó. Shion no se opuso también confiaba en Shura y lo responsable qué era, después de todo podía controlar a Deathmask así que luego de unas palabras Aioros se marchó agradeciendo a Shura por ese favor mientras el pontífices le indicaba qué iría con Mu.

— Regresaré en unos minutos mientras tanto procura qué no se ensucie, Aioria suele ser muy travieso y ahora qué gatea... ¡Aioria! — Shion cargó al pequeño León y se lo extendió a Shura. — es preferible qué lo mantengas en brazos. — le dijo y se marchó con Mu.

Shura se quedó sólo en la habitación del templo principal con el pequeño Aioria, éste tenía menos de dos años pero era muy inquieto. Se removía en sus brazos pidiendo bajar para seguir gateando, Shura tuvo qué hacerlo.

— Aioos — dice el pequeño mientras gateaba por el lugar — Aioos

— ¿Aioros? — pronunció Shura con duda y el pequeño al escucharlo se voltea.

— ¿hemano?

— Aioros — vuelve a repetir Shura — él regresará pronto, se ha ido con Saga a una misión.

— ¿Fue? — Shura asintió. Aioria frunce el ceño, cómo si estuviera pensando algo hasta qué finalmente comienza a gatear nuevamente en dirección a la puerta dónde se había ido Aiorios. — hemano

— Aioria no, el vendrá pronto — le informo cogiendo al pequeño en brazos para qué no se fuera pero al hacerlo los labios del pequeño león comenzaron a temblar y las lágrimas amenazaban con salir — no, no tranquilo. Vendrá... — Aioria no lo deja terminar esa frase pues comienza a llorar.

Shura se pone nervioso, no sabe qué hacer asi qué comenzó a mecerlo susurrándole qué dejará de llorar, pero Aioria no dejaba de llamar al Caballero de Sagitario.

¿Cuánto  tardaría en volver el patriarca? Se preguntaba mientras caminaba con el bebé en brazos por la habitación. El patriarca estaba ocupado con Mu, no quería molestar porqué entendía qué el estado de Salud de su compañero no era bueno ¿pero qué podía hacer él? Aioria seguía llorando mientras llamaba a su hermano.

— Aioria, Aioria — llamá Shura el bebé lo mira pero aún llora. — deja de llorar por favor a Aioros no le gustará.

— ¿No?

— No por eso debes... — pero el bebé vuelve a llorar — No, no tranquilo te llevaré con Aioros ¡Te llevaré con Aioros! — dice desesperado y entonces Aioria comienza a tranquilizarse.

— ¿hemanito? — Shura asiente.

— ¿Si qué tal si lo buscamos en el jardín? ¿Te gustaría? — Aioria asiente riendo mientras se mueve para Shura se apresure. Mientras camina con el niño en brazos es cuándo recién nota el enorme parecido qué Aioria y Aioros compartían. El pequeño tenia un espeso caballo castaño con esos ojos verdes qué sin duda desprendían ternura, le hicieron recordar a Aioros cuándo veía su hermano con un profundo cariño.

— Eres la razón por la qué Aioros es tan Feliz — le dijo y el niño volvió a verlo y a reír mientras movía sus manitas. Pasaron esa tarde en caminando por el jardín al final Shura logró conseguir qué Aioria se olvidará de su hermano por un rato y cuándo llegó la noche y Aioros regreso encontró a su hermanito en brazos del patriarca.

— Hizo un buen trabajo — halago Shion a Shura, éste se avergonzó Aunque trató de no demostrarlo mientras Aioros le revolvía el cabello agradeciéndole por ese favor.

En algunas ocasiones más tuvo la oportunidad de cuidar Aioria, éste nunca lo recordaría pues sucedió antes de qué éste comenzará a tener la capacidad de recordar pero  Shura lo prefería asi, el lo recordaría y eso sería suficiente y lo atesoraria junto a los recuerdos qué tenía de Deathmask, Afrodita y Aioros.

Cuidando a Aioria de LeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora