Ayudando a Aioria de Leo

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- ¿Qué tal si le pedio una cita? - pregunto Milo, Aioria lo miró molestó pero no golpeó. No caería esa táctica de nuevo. - ¿Qué tal ir a Rodorio? Sabes qué le encanta probar platillos nuevos...

- Le pediré una cita a Camus, ¿qué te parece amigo? Una cita doble.

- Buena suerte con eso Aioria, Camus te congelará el trasero antes de qué puedas terminar la primera frase.

- Imagino qué tienes experiencia en eso - mencionó Deathmask desde un pilar cercano, estaba recostado descansando, pero giro su rostro para mostrar una sonrisa llena de burla tan característica en él - ¿Recuerdas gatito? Camus lo dejo en ese cubo de hielo por medio día cuándo éste soltó...

- ¡Demasiada información! - interrumpió Milo, en su defensa había querido aconsejar a Aldebarán, pero se le había pasado un poco la mano - Pero Aioria por otro lado ni siquiera lo intenta - apuntó para qué el león volviera hacer el centro de atención.

- ¡Lo intenté! - protestó - y por tú culpa habrá pensando qué soy un idiota.

- No necesitás caerte del pilar para qué sepa qué eres un idiota - Deathmask siempre tan amable.

Mientras Milo y Aioria discutían sobre aquél incidente, Deathmask aprovecho para bajar del pilar dónde había estado durmiendo, camino hasta ellos detuvo la pelea diciendo:

- Lo qué a ustedes les falta es el consejo de un experto - tanto Aioria cómo Milo cruzaron mirada al escuchar aquello y estallaron en carcajadas, era un locura qué justamente Deathmask estuviera ofreciéndose a tal tarea.

- "El caballero qué disfruta de la muerte y masacre" - recitó con dramatismo Milo el título otorgado al Caballero.

- ¿Se está ofreciendo a darnos consejos en el amor? - continuó Aioria riendo por la ridículo qué sonaba.

- ¿Olvidan qué presenciaron la mejor declaración del mundo? - las risas despareció al escuchar aquello, tenía un punto aunque odiarán admitirlo. - dejando eso de lado, ¿Consejos yo? - fue el turno de Deathmask de reír - compartir secretos con un rechazado y un gatito asustado no vale el esfuerzo. Mis consejos son para verdaderos hombres.

No muy lejos, Aldebarán hablaba con Mu sobre las meditaciones qué Kanon y Shura estaba realizando con Shaka, para no interrumpir a los tres caballeros habían decidido cambiar de aires e ir pasear por los campos de entrenamiento, su objetivo era poder darles la oportunidad de tener a alguien con quién charlar de temas alejados de su zona de confort.

- Kanon necesita tiempo para ordenar sus ideas, Shaka y Shura son los ideales para esta tarea.

- y esperemos qué también se enseñen mutuamente a hacer más... - Aldebarán busco la razón por la qué Mu dejó de hablar y al encontrar a los causantes rió. Deathmask estaba siendo perseguido por unos molestos Aioria y Milo.

- ¿No se supone qué iba ayudar a Aioria?

- Pusimos demasiada fé en Deathmask, quizás deberías intentarlo tú - sugirió Mu sonriendo ligeramente al ver cómo Milo se había caído por culpa de Aioria y ahora Deathmask se estaba burlando de ambos.

Aldebarán se acarició la nuca ante lo dicho, no creía qué ser alguien acto para dar consejos, su relación no había surgido precisamente de la manera tradicional.

- Deberíamos detenerlo primero - sugirió.

- Creyeron qué podían ganarme - se escucho decir al caballero de Cáncer, Mu y Aldebarán se hallaron con unos Aioria y Milo atrapados dentro unos hoyos luchando por salir - les falta mucho, éste es mi territorio mocosos.

Cuidando a Aioria de LeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora