Cumpleaños a Aioria de Leo

318 36 15
                                    

—¡Feliz cumpleaños mi pequeño hermanito!

Aioria tiene deseos de lanzar a su hermano mayor por la ventana ¡Por Athena! Apenas estaba saliendo el sol, así que se vuelve a tapar con las sabanas sin embargo sabía bien que Aioros no lo dejaría tranquilo.

—Hora de levantarse— le dice el su hermano quitándole las sabanas — prepare un desayuno especial solo para ti.

Al escuchar aquellos Aioria levantó ligeramente la almohada que había usado para que el sol no impactara con fuerza en su rostro y miro a su sonriente hermano, tan enérgico y con un gorro de cumpleaños.

—¿De dónde has sacado eso? — pregunta olvidándose por un segundo del desayuno, pero no respuesta a su pregunta. Aioros lo levanto de la cama y luego de casi diez minutos salieron del quinto templo rumbo al comedor principal.

El transcurso Aioria aun somnoliento trataba de evitar que su hermano dejara de intentar de acomodar su espesa cabellera castaña.

—Hermano ya voy cumplir los 12 años, deja mi cabello. — se queja siendo ignorado por el mayor que aun buscaba la manera de hacer que algunos mechones estuvieran bien acomodado. Sin éxito intenta usar el peine en sus manos, pero Aioria no se lo permite.

—¡Soy casi un hombre! — protesta casando de que su hermano siguiera tratándolo como a un niño.

—El pequeño león está maullando desde tan temprano — Deathmask los observa con burla desde la entrada.

Aioria pone distancia con su hermano y trata de lucir despreocupado para evitar otro comentario de Deathmask, pero, aunque este no dice nada su sonrisa es suficiente para irritar al pequeño león, además también puede ver la discreta sonrisa que Afrodita trataba de ocultar tras su rosa roja.

Los cuatro caballeros dorados ingresan al comedor donde el resto de sus compañeros ya estaban esperándolos.

—¡Sorpresa! — dice Aioros abrazándolo como si se hubiera olvidado de decirlo antes mientras el resto se encargaba de lanzar serpentinas y vitoreaban. Pronto es abrazado por Camus, Saga y Aldebarán, este último muy avergonzando se encarga a petición de Aioros de llevarlo en brazos para colocarlo en la silla central donde había un gran festín listo para ser degustado.

—Todo esto... — Aioria se olvida reclamarle a su hermano por haber hecho que Aldebarán lo cargara. No puede creer la cantidad de platillos que hay frente a él, casi le parece irreal. — ¿Su santidad ha permitido todo esto? — no puede evitar preguntar volteando a ver a Saga que era el mayor de la orden y estaba sentado a su lado.

—No tienes que preocuparte Aioria — Saga lo tranquiliza con su voz firme, pero que era capaz de trasmitir confianza a quien lo escuchaba.

—Así es — salta a decir Milo abrazando del cuello a su amigo — no hay de qué preocuparte. Su santidad sabe que este es un día importante, y lo mejor de todo es que lo compartirás con tus irremplazables colegas y le darás una considerable porción a tu mejor amigo ¿No es grandioso?

—Sí, estoy seguro que eso no lo emociona — dice Mu colocándose al otro lado de Aioria para de igual forma abrazarlo y desearle un feliz cumpleaños.

—Saga y Aioros se levantaron temprano para hacer este festín en tu honor — explica Shaka acercándose con un pequeño pastel en forma de león. — y nosotros preparamos esto para ti.

Aioria recibe emocionado el pastel que es segundo más tarde encendido por Saga. Todos se colocan alrededor del caballero de leo y comienzan a cantar un feliz cumpleaños.

Aioria escucha a todos cantar e intenta imitar la serenidad de Shaka, pero que al final sin poder contenerse termina uniéndose al resto que ríe sabiendo que del gusto de león por esa canción.

—¡Hora de los regalos! — grita Milo una vez que terminan de comer. Sin contener la emoción toma a Aioria del brazo y lo guía hasta el escondite secreto donde estaban los regalos. — abre el mío primero — dice dándose cuenta por las miradas reprobatorias el error que había cometido.

—Ahí se fue la búsqueda del tesoro de Aioros — dice Deathmask riéndose mientras por lo bajo recibía un par de monedas de Afrodita al haber ganado la apuesta.

Al resto de los caballeros no les queda de otra que retirar sus regalos del escondite para entregárselo a un emocionado Aioria.

—Esto es genial amigo.

Milo que aún seguía siendo molestado por Deathmask adquiere una sonrisa triunfante por la elección de su regalo.

—A ver si pueden superar eso — reta el caballero de escorpio.

Todos, aunque no lo demuestren observan sus regalos esperando ser el ganador en la inocente competencia que Aioria estaba emocionado de juzgar como el cumpleañero que era.

Mu le entrega un libro de aventura de hércules, Shaka una estatua del león de nemea, Aldebarán un nuevo traje de entrenamiento y así siguieron los regalos hasta que llega el turno de Aioros, indiscutiblemente este salió siendo vencedor causando un emotivo abrazo que conmovió a más de uno.

—No hay que cantar victoria — dice Deathmask atrayendo la atención de los presentes. Estaba muy sonriente recostado en un pilar con los brazos cruzados — Aun falta mi regalo.

Aioria arquea una ceja al escuchar aquello, ¿un regalo? Nunca antes el caballero de cáncer le había regalado algo, pero lucia muy confiado por lo que lleno de curiosidad se acercó al mayor.

—Este regalo te dejara sin palabras — expresa eufórico indicando a Afrodita a que abriera para revelar lo que había tras la puerta.

El corazón de Aioria se paralizo por un segundo.

—No, no, no... — balbucea intentando alejarse, pero sus pies parecen estar pegados al suelo. Busca a su hermano ¡debe salvarlo! pero este al igual que el resto de los presentes esta quietos como estatuas.

El comedor antes decorado de vistoso colores comienza a teñirse de colores monocromáticos y distorsionarse a medida que Shura de capricornio avanza cada vez más hacia Aioria con su poderosa excalibur.

—¡Huye hermano! — grita Aioria intentando librarse del agarre de Afrodita y Deathmask para ayudar a su hermano. A pesar de sus esfuerzos al final todo termina siendo inútil, pues Shura termina atravesando a Aioros con su espada.

—¡No! — exclama cayendo abruces al suelo. Ahora se encuentra en su habitación, todo había sido un sueño.

— Hermano... — musita sintiendo como el nudo en su garganta comenzaba a formársele. Si, todo no había sido más que un sueño, pero la sensación de perdida había sido real y a pocas horas de su cumpleaños su mente se había encargado de recordarle Aioros estaba muerto y que el nunca más volvería a tener un feliz cumpleaños.


NOTA DE AUTORA.

Okey, no tenía intención de escribir un cumpleaños triste, no sé cómo paso, pero espero hacer una continuación y publicarlo pronto. Hoy 16 de agosto es el cumpleaños de Aioria de Leo y casualmente el mío  también así que espero que hayan disfrutado este capítulo, los estaré leyendo en los comentarios. bye.




Cuidando a Aioria de LeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora