Al final de la semana decidimos ir a un pub, lo cual era bastante sorprendente y novedoso para mí, mis amigas hablaron con los demás chicos de la carrera para ver si íbamos a uno que nos habían recomendado el día anterior, entonces decidimos ir, ese día todas habíamos dicho que iríamos con tacones, Así que me fui con una chaqueta de cuadros rojos y negros que me llegaba a la cadera, un short negro, medias de lana negras, una blusa de tiras gris y unos tacones, me sentía bastante observada, pues normalmente no solía vestir de esta forma, yo era más del tipo de personas a las que les gusta pasar desapercibidas.
Finalmente por la tarde fuimos al anhelado pub, este tenía de nombre "Acuarelas"; entramos con todos los chicos de la facultad, era como un garaje solo que muy grande y con varias luces de colores en el centro y en las esquinas, nos dispusimos a ir al segundo piso, y allí los chicos pidieron trago, trago es como se le llama al licor, me senté al lado de Ana María, todavía no le tenía mucha confianza, pero aun así le empecé a hablar, pues la noté un poco distante y nerviosa, pensé que tal ves se sentía incluida y a lo mejor tenía ganas de irse.
Los chicos empezaron a servir el trago, que yo en toda mi vida nunca había probado, me dieron y lo bebí, afortunadamente nadie me estaba viendo, porque casi me vomito, me pareció bastante feo; este era de un sabor bastante amargo, y al pasar por la garganta daba una sensación de picante, definitivamente nunca se convertiría en mi bebida favorita. Después de un rato empezamos a bailar entre todos; por desgracia yo tampoco sabía bailar, pero bueno me las arreglé para moverme un poco.
Un chico de la pista de abajo subió y me sacó a bailar, casi no lo vi y no hablamos pero bueno bailamos un rato y se fue, después me fui a la mesa donde se encontraban las chicas que al instante me dijeron
—Uyyy quietaaa jajaja, ¡como levantas! — Me sonrojé y no respondí nada.
Scarlett estaba bailando realmente sensual con uno de los chicos del salón, me sorprendí, él se llamaba Alberto Lineros, pero todos lo llamaban Lineros nada más. Un hombre más bien mayor de unos 22 o 23 años; de tés morena, ojos y cabello café oscuro y bastante acuerpado, yo consideraría que un poco mayor para Scarlett que maso menos tenía mi misma edad, es decir unos 17 años, pero bueno, cada quien sabrá que hacer con su vida.
Por la noche uno de los chicos me llevo a la casa, me sentía como chica con novio o algo así, pero este tenía novia ya y por supuesto no me interesaba en lo absoluto. Mi casa quedaba pasando una avenida que quedaba entre aquel pub y esta, era una casa vieja, blanca de dos pisos y a la entrada de esta la adornaba un bello jardín con margaritas, besitos rosados y unas hermosas rosas blancas, finalmente llegue a mi casa y me despedí.
A la semana siguiente Scarlett se hablaba ya con Lineros y con su amigo Esteban, este último tenía algo lindo que me atraía, pero no sé qué era, este era un chico no tan alto, de tez morena, ojos cafés claros, casi amarillos y cabello negro. Yo quería caerles bien, pero también quería sentirme atractiva, pero me consideraba bastante fea para eso, así que era difícil para mí.
Pasaron varias semanas yendo al mismo pub, pues a las chicas les gustaba mucho el ambiente, y bueno si lo era, después de todo era muy agradable y la música era la del momento, así que íbamos muy seguido, casi todos los viernes sin falta.
Los días en la universidad fueron buenos, las clases claramente aburridas, pero era algo que ya esperaba, de resto todo permanecía en un ambiente tranquilo, y la mayoría de gente era muy amable, claro no faltaba aquellos a los que no les gustaba la presencia de nadie, pero bueno ese no era mi problema. Casi siempre solíamos sentarnos en el césped que rodeaba el pasillo entre la cafetería, la biblioteca y los salones.
Hubo un día en que nuestra facultad decidió jugar un partido con los chicos que estudiaban ingeniería mecatrónica y nosotras decidimos darles una mano y quedarnos a echarles porras. En el equipo de ingeniería mecatrónica contra el que nuestra facultad jugaba había un chico de camiseta azul, era alto, de tez trigueña, pero algo rosada, tenía los ojos cafés oscuro y el cabello café claro con destellos monos y según Danna tenía algo interesante, tal vez la mirada; al finalizar el partido este se dirigió a Danna y le dijo algo que no recuerdo, poco después a partir de ese suceso empezó a tratar de conquistarla, le llevaba chocolates, flores, incluso peluches, también la buscaba en los salones entre las clases, etc.
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Estúpida Adolescencia
Ficção AdolescenteLucía es una adolescente asocial que se adentra al mundo universitario. Tiene miedo de ser una rechazada social como lo fue en el colegio, pero ¿logrará su cometido? ¿Hasta dónde irá para lograrlo? ¿qué aventuras le deparará esa época de su vida? ¿S...