LEA: Siguiendo tus pasos

·23· Mamá no

LEA

Gruñí al notar el sol sobre mis ojos y me enfadé conmigo misma por no haber recordado cerrar las persianas la noche anterior. Fui a girarme para que el sol no me molestase pero abrí los ojos al encontrarme con un cuerpo a mi lado.

Sonreí al ver que era Maya y miré hacia el otro lado donde estaba Emma, había olvidado que llevábamos iba tres meses durmiendo todas juntas en la misma cama. Los mismos tres meses que llevaba castigada sin salir de casa nada más que para comprar, ir a clase y acompañar a Lea y Maya a sus clases de inglés.

Mamá seguía cabreada, no me miraba igual desde ese día, estaba muy decepcionada conmigo y yo aunque me sentía mal no podía hacer nada más para que me perdonara, ya le había dicho perdón en todos los idiomas posibles. También estaba enfadada con mami, se peleaban cada dos por tres y siempre por mi, Mami le decía que me perdonara que todos cometíamos errores, que era muy pequeña pero eso solo enfadaba más a mamá. Tampoco había vuelto a hablar con Joan, esperaba de corazón que le terminara perdonando, todo lo había hecho lo había hecho para ayudarme.

Me levanté con cuidado de no molestar el sueño de las dos pequeñas y fui al baño cogiéndo el móvil de la mesilla.

Yo

Evaa 06:37

Estas despierta??? 06:37

Evi 💕

Como para no estarlo rubia 06:38

Haces mas ruido que na cuando te despiertas 06:38

Yo

Saaaaalllllll 06:38

Te espero en la terraza 06:38

Salí con cuidado de no hacer ruido a la terraza, no hacía frío especialmente pero el aire era frío y mi piel se erizó en cuanto me senté en la hamaca.

-Qué piel más bonita tienes- Su voz me hacía temblar, lo que sentía en el cuerpo cuando se acercaba a mi era lo más parecido a estar en el paraíso que conocía. Me dejó un beso suave en la mejilla y se sentó frente a mi.

-Hoy ya volvéis a casa- asintió y yo me levanté sentándome sobre su regazo -Me da un poco de penita-

-¿Solo un poco?-

-Muchísimo pero no te quiero hacer sentir mal-

-No se como voy a sobrevivir sin verte Lea, no lo veo posible-

-Es que no vas a estar sin verme, como si me tengo que escapar de casa me da igual-

-Si claro para que tu madre me odie aún más de lo que ya hace- dijo Eva con pesar, sabía que el hecho de que mi madre apenas la mirara le sentaba fatal pero también lo entendía, Eva era una chica lista y sabía que el hecho de que Lea se hubiese puesto en peligro por su culpa no se lo perdonaría nunca.

-Al único sitio que te vas a escapar es a tu cuarto ahora mismo- Apareció mamá por la puerta y me levanté del regazo de Eva corriendo.

-Mamá no lo- pero antes de que pudiera seguir me cortó.

-Vete a tu cuarto ya- miré a Eva con una cara de lo siento y entré en la casa metiéndome en mi habitación maldiciendome a mi misma en el proceso.

-Es que soy tonta- susurré. Escuché los pasos de Eva y supe que ella también se habría ido al cuarto de nuevo.

Tenía que pensar algo, esto no podía seguir así con mamá, pero por más que pensaba y pensaba no se me ocurría nada. Quería arreglar esto con ella, lo necesitaba.

Salí con algo de miedo pero cuando la vi con la cara entre las manos llorando se me rompió el corazón pero antes de poder ir hacía ella Mami salió de su habitación sin verme y se sentó a su lado abrazándola contra ella.

-Albi, no puedo verte así más me rompe el corazón-

-Es que no se en que momento la hemos criado tan mal Nat- susupiró limpiándose la cara con las manos. Yo sentí que mi corazón se rompía, sabía que estaba decepcionada pero no que sentía eso.

-Sabes que no la hemos criado mal Alba-

-Mal no pero pensaba que por lo menos la habíamos criado para confiar en nosotras, podríamos haberla ayudado, hacer esto sin ponerla en peligro- mami la cogió en su regazo y se echó para atrás en el sofá abrazándola.

Escuché la puerta de mi lado y vi a Eva asomar la cabeza, habría escuchado a mamá llorar y cuando me vio me sonrió triste.

-Vuelve a dormi gordi, voy a hablar con ella- le susurré.

-Te quiero- me sonrió y cerró la puerta y yo salí hacia el salón.

-Mamá- dije muy flojito y cuando las dos me miraron me eché a llorar.

-Ven anda- dijo mami y yo me abracé a ellas.

-Mamá perdóname por favor- lloré como hacía mucho que no lloraba.

-Podrías haber muerto Lea, esa gente no eran una broma y si te hubieses muerto yo me iba contigo- lloró Mamá.

Siempre se había dicho que no hay amor más grande en este mundo que el de un padre hacia su hijo y creo que no lo había entendido hasta ese momento en el que vi el pánico en los ojos de mamá.

-Te prometo que nunca más volveré a hacer ninguna tontería sin hablar con vosotras antes-

Nos perdonamos entre abrazos y llantos, nos quedamos enredadas las tres mientras veíamos 'Emily in Paris' en la tele. Unos minutos después aparecieron Maya y Emma corriendo y se tiraron en nuestros brazos

Al fin y al cabo la Familia Reche Lacunza siempre acababa junta.