Secreto (chilumi) +18; genshin impact lemmon

Capítulo 5

Lumine

El Goth Grand Hotel, el hotel más famoso y lujoso de Mondstadt ahora regentado por los Fatui. Siempre me he preguntado cómo es por dentro. Por fuera se ve muy majestuoso y elegante, su interior debe ser una maravilla. Cuando llegué aquí ya estaba regentado por los Fatui así que ni siquiera pude hacer una visita al ser la Caballera Honoraria de los Caballeros Favonius.

—No puedo entrar ahí —Digo quedándome quieta ante la gran puerta—. Tampoco creo que tú puedas ser visto conmigo.

—Soy uno de los Once, puedo hacer lo que quiera. Si digo que guarden discreción, lo harán.

Abre la puerta y paso no muy convencida. El recepcionista hace una pequeña reverencia y ambos nos dirigimos a las grandes escaleras. Justo como pensaba, es un hotel de mínimo 100 estrellas.

Nunca me había fijado en lo importante que es Childe. Sé que es uno de los Once y que es jodidamente rico y poderoso, pero no le había prestado la suficiente atención, al fin y al cabo sigue pareciendo un niño por cómo se comporta.

—¿Sueles hacer esto? —Pregunto casi sin pensarlo al entrar por la puerta de su habitación.

—¿El qué?

—Traer chicas a tu habitación cuando te vas de viaje —Es como si las palabras saliesen solas de mi boca, pero tengo demasiada curiosidad.

—¿Eres tonta? Claro que no. Además, tampoco es que me suela encargar de estas cosas, aunque pronto tendré que seguir haciendo viajes para conseguir más... Bueno, es una larga historia.

Lo miro fijamente. Se está quitando la ropa, maldita sea, podría avisar al menos.

—¿Entonces por qué estás aquí?

—¿No es obvio? Por ti. Sabía que vivías aquí así que supuse que nos encontraríamos —¿Qué?— Agh, debería dejar de hablar, creo que sí estoy borracho.

Se acerca a mí con una prenda de ropa en la mano, pero yo no puedo dejar de mirarlo a los ojos boquiabierta.

Se me había ocurrido la idea de que podía haber venido por mí, pero lo veía imposible. No puedo creerlo, es Tartaglia, es el mejor mentiroso que conozco.

—Solo me he traído un pijama así que ¿qué tal si duermes tú con la parte de arriba y yo con la de abajo?

—Ah... Sí...

Asiento despistadamente hasta que me doy cuenta de la situación. ¿¡Cómo vamos a dormí así!? ¡Es vergonzoso!

—¿Vienes?

La figura de Childe sobre la cama hace que mil ideas se me vengan a la mente, y ninguna de ellas decente. ¿En qué estoy pensando ahora mismo? Es Childe, uno de Los Once, un Fatui, no debería involucrarme con él.

—S..sí...

Soy una mujer débil.

Me meto en la cama con él e inmediatamente su mano pasa al rededor de mi cintura, atrayéndome hacia él. Mi espalda queda pegada a su pecho, mi cabeza apoyada en su brazo y mi cadera se toca con la suya.

—¿Qué te crees que haces?

—Hace frío, ¿te molesta?

—N..no... Pero... —Tartamudeo al pensar en la situación.

Estamos tan juntos que mi corazón no deja de latir con fuerza.

—C..Childe... —Espero que no lo esté notando.

Me enderezo, no puedo soportar esta presión, siento que voy a explotar. Mi cara está ardiendo.

Con la mano toco mi pecho esperando que mi corazón no se salga de este. Al darse cuenta, Childe sonríe de manera pícara.

—¿Qué pasa Ojou-chan? ¿Estás nerviosa?

—Pues claro que lo estoy, ¿acaso tú no? ¿Tan normal es para ti?

El chico se pone serio y de un moviendo rápido hace que me tumbe sobre la cama y se pone encima de mí.

Otra vez esta posición... Siento que soy de gelatina.

—Estás pesada con eso eh, no haría esto con nadie que no fueses tú.

—¡No lo decía por eso! —Un momento—¿Qué?

—Tengo sueño, voy a dormir —Dice completamente serio.

Se acuesta a mi lado, mirando hacia el lado contrario y sin volver a dirigirme la palabra. No entiendo qué puede molestarle tanto, ni siquiera lo decía porque creo que haya estado con más chicas, era una forma de hablar, y la primera vez era una broma, ¿por qué se lo toma tan a pecho?

—Childe...

No contesta.

—Eres un idiota.

Al escuchar el insulto se gira y me mira con una ceja levantada.

—Mira quién fue a hablar, la reina de las idiotas.

—Ni hablar, ese puesto es para ti.

Me abalanzo sobre él y le empiezo a hacer cosquillas. Pensaba que no tendría pero se está riendo como si fuese un niño pequeño.

Sin embargo su fuerza física es notoria y hace que las tornas cambien. Ahora vuelvo a estar yo debajo de él. Creo que podría acostumbrarme a esta posición.

—Espero que estés lista para lo que viene, esta será mi revancha, te voy a ganar en una pelea de cosquillas.

Empieza a hacerme cosquillas por la cintura. Consigo cogerle las manos y entrelazar mis dedos con los suyos, sabía que en cuanto lo hiciese no podría evitar querer estar en esta posición y dejaría de atacarme.

—Dudo que puedas hacer algo sin manos.

—Aún me queda la boca —Dice con un tono sexy y sonriendo de manera pícara. Hace que mi corazón lata con demasiada fuerza.

Coloca mis manos, aún entrelazadas, a los dos lados de mi cabeza y empieza a darme pequeños mordiscos en el cuello, que con la sensibilidad que se me ha quedado por haberme hechos cosquillas antes hace que no pueda evitar reírme. Sin embargo, de pronto empiezo a notar como pasa de ser pequeños mordiscos a largos y lentos besos que hacen que me llene de escalofríos y calor.

—C.. Childe... —Suspiro.

Junta su cadera con la mía y me mira fijamente a los ojos.

Oh no.

Se acerca lentamente a mi boca, mira mis labios un par de veces antes de seguir avanzando. ¿Por qué está tardando tanto? ¿No ve que quiero besarlo?

Pero... Está borracho, esto está mal.

—Childe... Haz esto cuando estés sobrio por favor...

—Estoy sobrio.

—No es verdad.

—¿No quieres que bese?

—No quiero aprovecharme de ti.

Una dulce sonrisa se coloca en su rostro.

—Ah... Eres mala... Esta es la segunda vez que me dejas así y ni siquiera te das cuenta —Se ríe para después tumbarse boca abajo y pasar un brazo por mi cintura.

—¿Así cómo? ¿Y cómo que segunda vez?

Una última sonrisa aparece en su rostro antes de que se duerma profundamente.

—Te lo contaré en Liyue.

Sonrío aunque él ya no me esté viendo, así que al final ha supuesto que iría. Aunque a decir verdad tengo muchas ganas de ir y de ver a los amigos que hice allí pero... Tampoco puedo engañarme, sobre todo voy por él, no quiero separarme tan pronto de Childe.