Secreto (chilumi) +18; genshin impact lemmon

Capítulo 6

Tartaglia

Me levanto con cuidado para que Lumine no se despierte. Parece un ángel durmiendo. Quiero ir de vuelta con ella en el viaje, a no ser que se arrepienta en el último momento parecía dispuesta a venir, pero no puedo dejar que venga con los Fatui y conmigo.

Una cosa es que sean permisivos con que lleve una chica a mi habitación, soy joven y uno de los Once, esperan que haga cosas así, pero viajas con la Caballera Honorífica de los Favonius es otra historia.

Bajo hasta la recepción ya vestido y con mis maletas, dejaré que se las lleven y yo me quedaré más tiempo con alguna excusa, así podremos ir Lumine y yo esta noche.

Ekaterina se acerca a mí y hace una pequeña reverencia. Es mi subordinada y sigue todo lo que digo, pero no puedo dejarla a la ligera, al fin y al cabo es un Fatui y no dudará en informar a alguno otro de los Once si descubre que tengo algún tipo de sentimiento hacia Lumine.

—Tengo unos asuntos que tratar por mi cuenta. Volveré esta noche.

Ekaterina frunce el ceño y coge mi equipaje, es consciente de mi agenda y una de las personas más cercanas a mí, pero ni de lejos somos amigos o algo parecido.

—Maestro, no puede tomarse un día libre así como así.

—No es un día libre, son asuntos privados y confidenciales.

—Lo entiendo maestro, disculpe.

En ocasiones creo que Ekaterina se mete demasiado en mis asuntos. No me gusta que intente controlarme tanto, soy uno de los Onces, estoy por encima de todos ellos por algo. Además, solo voy a saltarme mis responsabilidades un día... Tampoco creo que esté haciendo nada malo, incluso cuando vino mi hermano pequeño no me dejaron estar con él apenas ni un instante, menos mal que Lumine pudo encargarse de él.

Subo de nuevo a la habitación y miro hacia los dos lados antes de abrir. La puerta da directa hacia la cama y no me gustaría que alguien viese a Lumine sin querer tumbada en mi cama.

Al entrar la encuentro incorporada en la cama, aún con mi camiseta del pijama, tapándose las piernas con la manta, con la cabeza gacha oculta entre las manos y temblando. Está claro, está llorando.

Cierro la puerta de golpe y corro hacia ella, ¿está así porque me ido?

—L..Lo siento... Ya estoy aquí... ¿Qué pasa? —Me siento frente a ella y la miro confundido.

La cojo del mentón haciendo que sus ojos se claven en los míos. Un escalofrío recorre mi espalda, no me gusta verla llorar, tengo la necesidad de protegerla.

—No es nada, he tenido una pesadilla, perdón por preocuparte —Se limpia las lágrimas rápidamente.

—¿Con qué soñabas?

—Con mi hermano.

Su hermano... Sé que está buscando a su gemelo desde hace mucho tiempo, no puedo imaginarme lo que debe estar pasando, si alguno de mis hermanos desapareciese... No podría soportarlo.

La abrazo tímidamente, no sé si estará bien con ello, las cosas entre nosotros son un poco raras ahora mismo, pero me devuelve el abrazo en seguida y apoya su cabeza en mi hombro.

—Ya estoy mejor, gracias —Se separa de mí y me mira con una triste sonrisa y con los ojos aún llorosos.

Mirarla es como mirar el propio cielo.

¿En qué estoy pensando? Está llorando, por favor Ajax concéntrate.

—Pediré algo de desayuno.