Amistad

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Después de chocar, Alex y Sarah salieron del auto, mal heridos y asustados al presenciar la transformación en minutos de Diego, ahora vagan por las calles y carreteras cercanas recolectando víveres para lograr sobrevivir ante el apocalipsis

Sarah piensa en su familia que posiblemente este muerta o transformada lo único que le queda de familia es Alex aunque el la vea como un sueño erótico que jamás cumplirá, ella sabe en el fondo que debe protegerlo a toda costa y evitar que el también se transforme. Sarah recuerda en ese justo momento la capilla del orfanato donde ella vivía hasta que llegó su adopción

Sarah- Alex hay que ir a la iglesia de San Agustín, ahí vivía cuando era huérfana, estaremos a salvo ahí
Alex- pero ¿y si hay más de esas mierdas?
Sarah- no creo que halla, la hermana Agnes defendía ese lugar a capa y espada contra cualquier mal y de cualquier tipo solo espero que no halla dado su vida para ello.

Sarah y Alex se encaminan hacia la capilla aún con sus uniformes de maestra y alumno ambos rasgados y manchados de sangre por el impacto, sin saber que día es Alex revisa su reloj- es martes- dice entre dientes mientras ve como sus nudillos se tornan rojos por el frío del atardecer, siguen caminando hasta hallar una casa abandonada donde descansar

Sarah- descansemos un poco en estas casas, esperemos que no halla nadie
Alex- maestra no parece seguro
Sarah- pues averigüémoslo, toma lo que encuentres en el piso y reza porque podamos defendernos

Ambos toman trozos de madera de una cerca que protegía un huerto y se adentran en la casa, una casa de dos plantas, por dentro todo esta en perfecto estado no hay manchas de sangre ni de algún destrozó provocado por el virus-al parecer la familia salió antes de que esto comenzará y jamás volvieron- dijo Alex con un tono de calma ante tal situación, no hay nadie en la casa, cerraron la puerta y la cubrieron con muebles para evitar que algo entre por ahí, la noche callo y la luna nació de nuevo y con ella una luz de esperanza ante los ojos de Sarah y Alex quienes se sentaron en el piso de la primera planta

Sarah- estaremos bien por ahora, solo es cuestión de dormir y levantarnos mañana para retomar el camino
Alex- maestra...
Sarah- ya no me llames maestra, no estamos en clases y al parecer no regresaremos, dime Sarah
Alex- Sarah ¿Qué originó esto? Porque de repente la gente quiere comerse unos a otros
Sarah- Alex no son gente, esas cosas, si las observaste bien, su piel es gris, su visión es escasa, su olfato casi nulo pero su oído es muy sensible, son máquinas de infectar y matar, sus funciones cognitivas están casi muertas, su cerebro no funciona como debe, su piel comienza a tornarse gris por el hecho que la sangre deja de irrigar como debiese
Alex- entonces que son
Sarah- no lo sé, pero lo que se es que sólo somos tú y yo, probablemente halla más sobrevivientes pero no hay certeza en eso
Alex-¿sólo somos nosotros dos?
Sarah- si, no pienses en cosas sucias, aunque halla 4 años de diferencia no lo haría contigo.

Ambos ríen, un momento de paz se siente en la habitación y ese momento se quedará grabado en los corazones y mentes de ambos.

sanguinem ignotumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora