Perdón por querer morir.

Cuidaré de ti. - Capitulo 7

Ambos Slytherin llevaron a la rubia a su torre claramente estaba en un muy mal estado, ese día el viento reventaba con rabia en sus rostros, el cielo se encontraba gris. Un mal día para quien no sepa apreciar la naturaleza.

Pansy- Lovegood si te duele me avisas ¿sí?

La pelinegra quería evitarle más dolor.

Luna- tranquila, esto no es nada.

Esas palabras se quedaron en la mente de Theodore, el entendió la referencia y le dolía en lo más profundo de su ser verla en ese estado. Luna había sido su "distracción" durante la llegada de Voldemort y su paso a ser un mortifago, la seguía con una prudente distancia y solo la observaba. Amaba hacerlo, ella le daba paz a su corazón y aun que muchos la llamaban loca, él la encontraba la mujer más cuerda del mundo.

Theodore- háblanos Lovegood, ¿te duele algo más?

Esos ojos celestes cristal se posaron en aquel castaño.

Luna- solo me duele el corazón Theodore.

Pansy aún estaba tratando de curarle las heridas de su rostro, pero ¿Quién le curaría las que tenía en el corazón?

Pansy- ¿Por qué permitiste esto Lovegood?

Theodore le envió enseguida una mirada de advertencia, mirada que la pelinegra claramente ignoro.

Luna- antes no era así ¿sabes? Era realmente tierno y amoroso conmigo compartíamos los mismos gustos y estar a su lado era grato, tiempo después estar a su lado fue un infierno, comenzó con los gritos y siguieron los golpes hasta las torturas, pensé que el en algún momento se cansaría, pero no sucedió.

Pansy- ¿aun lo amas?

Luna- ya no lo hago, lo dejé de hacer cuando el me torturo por primera vez. Nunca nadie me había dañado tanto y si tu siguiente pregunta es por qué no salí huyendo de ahí, la respuesta es fácil. Tenía miedo, fui demasiado estúpida para darme cuenta que el que te ama no te lastima, quien te ama te cuida y valora.

Pansy- ¿cuáles son tus intenciones con Theo? Sabemos que le cubrías la espalda en la guerra y testificaste a su favor en secreto.

Theodore- Pansy, basta...

Luna-lo hice porque yo vi su bondad, su gran corazón, su humor negro, pero, sobre todo vi su dolor y creo que el merecía más que Azkaban y el mundo merece más de Theodore Nott.

Pansy le sonrió con dulzura esa era la respuesta que quería oír, Theodore para ser silencioso era un libro abierto y la pelinegra no quería que sufriera más, sabía que él amaba a esa rubia y un rechazo de ella lo terminaría por destruir...

Pansy- ambos son realmente increíbles y Luna, Scamander es un cabrón te mereces más que esa escoria eres realmente buena, jamás te conformes con menos.

Luna le devolvió la sonrisa hace tanto tiempo no sonreía tan tranquilamente sin estar preocupada de que la vieran o recriminándose de estar sonriéndole a alguien que no fuese Rolf.

Luna- muchas gracias Pansy, creo que es hora de irme le agradezco a ambos por lo que han hecho por mí.

La rubia se estaba parando cuando fue frenada por esas manos suaves que la sujetaban sin siquiera lastimarla.

Theodore- Luna, por favor quédate puedo dormir en el sillón no tengo problemas.

Ella sintió el miedo del chico, el temía que Rolf la atacara viéndola sola y a decir verdad ella también tenía miedo.

Luna- claro, muchas gracias Theodore.

Pansy fue en busca de ropa para Luna con un solo pensamiento en su mente ''ambos se merecen¨

/mientras tanto en otro lugar del castillo/

La cabeza de Hermione descansaba en el pecho de Harry Potter, su amigo se había de vuelto y sin decir mucho se recostó a su lado y comenzó a acariciarle la cabeza como lo lleva haciendo desde hace años.

Harry- sé que algo sucede contigo, te conozco demasiado y también sé que cuando estés preparada me lo dirás. Ahora solo descansa Mione, te he extrañado mucho estos días.

Hermione dejo que él la abrazará, sintió su vibra y sabía que Harry jamás le haría daño. Necesitaba tanto sentir el calor de Harry. Sin decir nada se dispuso a llorar, cosa que era lo único que hacía en estos días, su amigo con delicadeza comenzó a secar sus lágrimas y susurrarles palabras de apoyo.

Draco, unas horas después de su escandalosa salida volvió a la enfermería quería disculparse con la castaña y no perderla de vista, estaba a punto de golpear la puerta cuando fue interrumpido por Madame Pomfrey- señor Malfoy, entre en silencio, ellos duermen.

¿ellos? Apresurado abrió esa puerta y vio la imagen, Potter y Granger dormían abrazados ¿enserio él pensó que podía mantenerla a salvo? Claro que no era el indicado, el indicado era san Potter siempre quitándole lo que quiere.

Una extraña sensación recorrió su cuerpo y se maldijo, el no debería sentir nada solo debía alejarse de ella. Lo intento, iba saliendo de la enfermería cuando escucho sus gritos asustados, como alma que lleva el diablo retrocedió para ir en su ayuda.

Cuando ingreso vio a Potter buscando sus gafas, los gritos de Hermione eran escalofriantes, el miedo que ella sentía era inmenso que solo en esos episodios le devolvía brevemente su voz causándole luego grandes dolores de garganta, la tomo entre sus brazos y la acuno. Ella tenía terrores nocturnos.

Hermione- ¡Iba con mi túnica, no lo provoque, no hice nada no soy la culpable, no es mi culpa!

Sus gritos resonaban en toda la habitación fuertemente, Potter la miraba asustado mientras Madame Pomfrey le daba aviso a la directora.

Draco- Granger, estas a salvo no te pasara nada te cuidaré.

Hermione seguía gritando, su intento de rasguñarse fue intervenido por Draco quien la tomaba fuertemente sin hacerle daño.

Draco- Granger, soy Draco. No te dejare ¿sí? Tranquila, no te hará daño.

Con esas palabras la castaña iba frenando sus gritos y su agarre fue a parar en el cuello del rubio donde se dedicó a llorar aun dormida y entre murmullos decía "No me dejes"

Madame Pomfrey- señor Potter debe irse.

Harry- ¿Por qué? No me iré de aquí, mi amiga está mal y ustedes no nos están diciendo toda la verdad.

Draco- Potter sal de aquí, cuando ella lo desee y si es que lo hace te contará.

Harry- ¿Por qué se puede quedar él?

Macgonagall- porque es el único que puede ayudar a la señorita Granger en estos momentos.

Con la mirada que le lanzo la directora a los cuatro ojos apenas llego, este se fue lanzando maldiciones.

Y Madame Pomfrey le lanzo un hechizo a la castaña para que durmiera sin terrores nocturnos. El mayor error, esa noche más que no dormir con terrores nocturnos, Hermione soñó una y otra vez con el episodio que le había quitado su honor. Destruyendo poco a poco lo que le quedaba de salud mental.