nueve

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Acomodó su cabello antes de seguir dibujando, procurando que este no moleste en ningún momento que tenga que hacer los deberes y su cómic. Aún con la cabeza en las nubes, June Kita no podía permitirse dejar de dibujar su cómic de superhéroes o dejar de lado sus estudios, después de todo la beca que tenía no iba a mantenerse sola. El capucchino humeaba frente a ella, mientras que el rutinario murmullo de los comensales de su cafetería predilecta se oía como una música de fondo ya que no tenía su MP3 y sus audífonos encendidos en esos momentos.

Esperaba cierta presencia extrovertida y alegre, y no precisamente a su mejor amigo —quien partió a la ciudad natal de ambos hace un par de días—, sino que del mismísimo Yuuji Itadori, el chico más confuso con el que se topó en su vida.

Cuando esté pasó la puerta con la típica campanilla que avisaba la entrada o salida de un cliente, su sonrisa felina se volvió más ancha y su mirada brilló cuando vio a la chica de cabello rizado —ahora sujeto en un bollo adorable— beber un simple cappuccino, aunque June sintió un revuelo de pájaros en su interior al ver al chico acercársele contento.

Pasó ya una semana de la alucinante cita que tuvo con Yuuji, y tras que el dulce chico le profesara que le gustaba. Y aunque se recriminara lo muy idiota que se sintió al decir gracias, no sabe qué hacer para hacer un borrón y cuenta nueva, pues las cosas salieron demasiado bien luego de ello, que se sintió una tonta por haber arruinado esa linda declaración.

Cuando vio seriedad en la cara de Itadori se sintió horriblemente mal, pero ésta fue rápidamente reemplazada por una animada carcajada que salieron de los labios del chico. Yuuji reía como si lo que June dijo fuese el chiste más cómico del universo, hasta podían verse algunas lágrimas que estaban a punto de escaparse de los ojos del chico.

June, completamente perdida y con más afirmaciones de que el chico frente a ella estuviera loco, sólo suspiró antes de rascar su nuca.

—Lo-lo siento —solo pudo decir, sin entender mucho al chico.

¿Con quién se había metido? Pues con el anormal y totalmente contradictorio chico Yuuji Itadori.

—No te disculpes —le dijo él, se acercó para tomar las manos de June entre las suyas y dijo—. Supongo que fui apurado, ¿puedes olvidar eso, por favor?

—Pero... —intentó refutar, se armó de valor ante la mirada del chico y enlazó su mano con la suya—. Tran-tranquilo, solo me agarraste desprevenida... no es como si no sintiera lo mismo. —murmuró tirando de él para seguir caminando.

No pudo ver la reacción del pelirrosa porque estaba caminando y tampoco tenía el valor para hacerlo luego de decir aquello, pero esperaba un poco que él tome esas palabras para decir nuevamente que le gusta, y que ella pudiera responder como en los mangas Shoujo que tanto leía en su adolescencia.

Su corazón se aceleró cuando el paso de ambos se detuvo por un tirón de parte del muchacho, quien se acercó a ella y la miró, aunque June observaba el suelo y no sabía si sus nervios le darían la oportunidad de mirarlo.

—Me gustas, June.

—... Tú a mí —dijo ella en un hilo de voz, no sabía cómo es que las palabras se le salían de la boca, pero ahí estaba; con el corazón a punto de escaparse de su boca y un mar de emociones cayendo encima suyo—, pero no soy de ir rápido en algo —le dijo al imaginar que las intenciones del otro eran tomar las riendas y formalizar todo así nada más.

—Intentaré ir lento, no temas —bromeó él, June hizo una mueca parecida a una pequeña sonrisa que suavizó las expresiones del chico, quien tomó la mano libre de ella y las entrelazó con las suyas—. Quiero enamorarme de toda tú y quiero que te enamores de todo yo.

𝐍𝐎 𝐓𝐀𝐍 𝐏𝐔𝐍𝐊 ⸻ itadori yuujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora