Así no queremos vivir

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Hola y bienvenidos a la segunda parte de esta historia.

Como bien dije en el capítulo pasado, este fic iba a ser un one-shot, pero creo que fue un gran acierto el haberlo dividido en partes.

También recordarán que mencioné que en ese momento no les podía decir cuán largo sería el fic, pero habiendo pasado una semana y con la anexión de este capítulo, ya algo les puedo comentar, y es que estamos prácticamente a la mitad del fic.

A partir del final de este capítulo, solo será uno o dos más los que harán falta para que el fic concluya.

Pero bueno, sin más que decir, disfrútenlo.

~O~

—¡Tenemos visitas! ¡Hoooot! —Anunció Hooty enérgica y tal vez algo más que ruidosamente, apareciendo de detrás de donde Eda, Luz, Lilith y King se encontraban y provocando que más de una escupiera el trago de té de la sorpresa—.

—¡Hooty! —Exhalaron molestas todas ellas, además de King—.

—Ah, ¿todo está bien?

—Lo sentimos, la puerta está abierta —mencionaron Willow y Gus, apareciendo por la puerta pocos segundos después de ser anunciados por Hooty—.

—No pueden negar que soy un buen anunciador —alegó Hooty mientras se retiraba ante las molestas miradas de Eda y King—.

Ante la llegada de sus amigos, Luz no pudo contener su felicidad y se acercó corriendo hacia ellos para envolverlos en un fuerte abrazo. Había sido ya un largo tiempo de no poder verlos debido a la situación, pues tampoco podía arriesgarse a seguir yendo a Hexside, ya que probablemente sea uno de los lugares con más vigilancia de las islas.

—¡Chicos! Me alegro tanto de verlos —decía la chica humana apretando con todas sus fuerzas a ambos estudiantes—.

—Y... probablemente no lo vuelvas a hacer si no paras de hacer esto —mencionó Gus con mucha dificultad y dolor—.

—Oh. Lo siento. Fue la emoción —agregó Luz tratando de excusarse, sin embargo, recuperó la compostura y procedió a hablar con ellos más seriamente—. Pero ¿qué hacen aquí? Es peligroso para ustedes.

—Es lo que yo les dije —dijo Gus algo temeroso, comentario que le hizo ganarse la acusativa mirada de Willow, acción que lo hizo replantear su respuesta—... pero también les dije que no tenía miedo.

—Necesitábamos verte, Luz —comenzó Willow muy seriamente—, a todos ustedes. Necesitamos decirles algo.

—¿Qué cosa? —Interrumpió Eda, acercándose junto con su hermana y King a los niños—.

—Pues bien... no queremos...

—Hacerlos entrar en pánico, pero...

—Es el emperador —agregó una tercera voz desde la puerta de la casa—.

Al escuchar ese aviso, todos voltearon a ver al emisor de ese mensaje.

—¡Amity! —Volvió Luz a gritar emocionada, feliz de verla—.

Y así como Luz estaba feliz de ver a Amity, ella lo estaba de ver a Luz, quizás más de lo que podía aparentar. No era porque no lo estuviera de verdad. La razón era obviamente esa noticia, la cual no les permitió ni a ella ni a Gus o Willow sentirse del todo felices por verla o por visitar la Casa Búho.

—¿Qué ocurre con Belos? —Preguntó Lilith esta vez—.

—Bueno, aunque no estamos seguros, se dice que planea atacar este lugar con al menos 100 miembros del aquelarre del emperador esta noche —dijo Willow en medio de un ambiente de seriedad y nerviosismo—.

Frente al destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora